bc

La Pequeña Lucifer y el CEO Despiadado

book_age16+
1.6K
FOLLOW
18.5K
READ
billionaire
HE
heir/heiress
bxg
kicking
office/work place
cruel
like
intro-logo
Blurb

Lentamente abro los ojos. Mi mente está desorientada y confusa. ¿Qué hago aquí? Me siento en la cama y busco alguna señal que me recuerde lo que pasó anoche. La cabeza me punza, pero de pronto, una cadena de eventos pasa a gran velocidad en mis recuerdos.

Una risa angelical. Un rostro de muñeca. Un cabello rojo como fuego con mechas azules que simulan llamaradas. Unos ojos verdes con motas negras. ¿Quién era ella?

Me pongo de pie y al jalar la sábana, una visible marca en medio de la cama llama mi atención.

¿Estuve con una virgen?

Voy directo a la ducha, pues necesito tener la cabeza fría y recuperar todos mis recuerdos. Esta laguna mental no es normal. Es como si alguien a propósito me hubiera drogado, pero ¿con qué fin?

*****

Una peligrosa hacker, con cara de niña y cuerpo de infarto, logra seducir a un CEO de la industria farmacéutica, logrando vulnerar la información de su empresa haciéndolo perder miles de dólares, pero también logra llevarse su corazón. Ahora, él solo busca encontrarla para recuperar todo lo perdido, incluida ella, y vengar las graves afrentas en su contra. ¿La encontrará?

chap-preview
Free preview
1. ¿Estuve con una virgen?
1. ¿Estuve con una virgen? Daxter Lentamente abro los ojos. Mi mente está desorientada y confusa. ¿Qué hago aquí? Me siento en la cama y busco alguna señal que me recuerde lo que pasó anoche. La cabeza me punza, pero de pronto, una cadena de eventos pasa a gran velocidad por mi cabeza. Una risa angelical. Un rostro de muñeca. Un cabello rojo como fuego con mechas azules que simulan llamaradas. Unos ojos verdes con motas negras. ¿Quién era ella? Me pongo de pie y al jalar la sábana, una visible marca en medio de la cama llama mi atención. ¿Estuve con una virgen? Voy directo a la ducha, pues necesito tener la cabeza fría y recuperar todos mis recuerdos. Esta laguna mental no es normal. Es como si alguien a propósito me hubiera drogado, pero ¿con qué fin? Cuando termino de bañarme con agua muy fría, me seco y me enredo una toalla en la cintura. Necesito café. Camino a la cocina para encender la cafetera, pero algo llama mi atención. Un brillo en la esquina de mi sofá logra que dirija mi vista hacia allá. Dejo lo que estaba haciendo para investigar porque mi computadora está abierta, encendida y arrojada sin más como algo desechable. Un escalofrío me recorre la espalda. Si, aquí tengo información muy importante que ni siquiera tengo en la oficina, ¿será posible que alguien haya hecho esto a propósito? Camino apresurado hacia ella y la leyenda en la pantalla me dice que mis suposiciones son reales. La persona que estuvo conmigo, venía por información. ¡Maldición! Caí como un estúpido puberto cachondo. Reviso las cámaras y me doy cuenta que la parte en la que llego hasta hace dos horas está borrada. Fui hackeado. Y no fue cualquier hacker. Tiene que haber sido alguien muy experimentado pues la contraseña que tenía no podía ser vulnerada tan fácilmente. Tal vez me hicieron decirla con lo que sea que me hayan drogado. ¡¡Lucifer!! Tuvo que haber sido él. Ha estado detrás de mí y mi compañía por más de un año. Y al fin pudo lograr entrar en mis dominios. Poco a poco recupero algo de mis recuerdos. El desgraciado utilizó a esa chica que apareció de la nada. No puedo negar que cuando la ví, algo en mí sucumbió ante ella. Esa mirada inocente en ese cuerpo tan sensual. Mi cuerpo la anhelaba desde el primer momento. Flashback —¡Oh, disculpe! –mientras estaba de pie charlando con ese inversionista asiátic0, alguien chocó contra mí, mojando mi espalda. La furia llegó a mi sistema, buscando castigar a quien se atreve a ensuciarme. Nadie en su sano juicio lo haría. Soy Daxter Jacobs, hijo de Valdemar Jacobs, un hombre que me ha enseñado que con ninguna persona se puede ser benévolo. Nadie lo merece. Él lo fue una vez y estuvo a punto de perder lo que más ama en su vida. Mi madre. —¿Quién se atreve? –pero cuando la persona detrás de mí levanta la cara, otra ola de calor cruza mi cuerpo. ¿Quién es ella? —¿Estás bien? –le pregunto sin reconocer mi propia voz. Veo que su tacón está roto, por eso tropezó. —Si, eso creo. Aunque mis zapatos están inservibles. Creo que lo mejor es que me vaya de aquí. –trae puesto traje de mesera. De seguro no podrá seguir trabajando y van a despedirla. —Pero…¿dejarás tu trabajo? –le señalo su uniforme y sonríe. —No puedo hacer más. A fin de cuentas, aquí pagan después del evento. Solo no voy a recibir la paga de hoy. Pero si usted me acusa, tal vez no me contraten nunca más. Le pido perdón de nuevo. —Hace una ligera reverencia al estilo oriental y mi acompañante sonríe. —Vamos amigo, la dulce niña no es culpable. Tuvo el infortunio de sucederle esto justo frente a tí, pero mira, es una chica inocente. Perdónala esta vez. Sonrío ante las palabras de mi colega. Es verdad, fue algo inesperado. —No te preocupes, pero ahora, debo ir a cambiarme. Quizás puedas ir conmigo y llegamos a comprarte un par nuevo. Te pagaré lo del día. El sonrojo en sus mejillas hacen vibrar mi corazón. ¿Qué me pasa con esta chica? —No puedo aceptarlo. Pero gracias por no acusarme con mi jefe. Me voy. –se da la vuelta y hace el intento de irse, pero la tomo del brazo y no la suelto. —No te acuso si me acompañas. –en su mirada hay algo de confusión. —No soy una acompañante, por así decirlo. –me dice con orgullo mirándome a los ojos. —No busco eso que piensa tu mente sucia, jajaja. —me acerco a ella y le hablo al oído. –pero tampoco me negaría a estar contigo…si tu quieres. Además, puedo hacer una buena recomendación a tus jefes. —¿A dónde quiere que lo acompañe? –me pregunta con cautela. Esbozo una sonrisa. ¿Un hotel? No, es muy incómodo. Estoy en mi ciudad, así que mi casa está aquí. No suelo llevar a nadie, pero la joven luce inofensiva. Tal vez ahí la convenza de pasar un rato agradable. Eso me gustaría mucho. —Vamos a mi casa. Primero pasamos a comprar tus zapatos y luego me haces compañía un rato…¿qué dices? –veo que titubea. Así que apuesto algo más. –Además, como lo ofrecí, te daré lo que hubieran pagado esta noche. Creo que está necesitada del dinero, pues lo está analizando. —Está bien. Vamos. Pero no pasará nada más. –sonrío cínicamente. —Pasará solo lo que quieras que pase. ¿Cuál es tu nombre? –le pregunto a mi bella desconocida. —Me llamo Sara. – me contesta y creo que su nombre es muy bonito. —Mucho gusto Sara. Yo soy Daxter. –estiro mi mano para que la estrecho y al tocarla, mi cuerpo sintió un estremecimiento. ¿Qué-rayos-me-está-pasando? Al salir del evento, salimos a la tienda que está dentro del hotel y escogió unos zapatos muy simples. Pensé que aprovecharía para escoger los más caros, pero no lo hizo. Ese gesto me pareció muy lindo. No estoy acostumbrado a que no me pidan lo mejor. Las mujeres con la que que suelo tener sexo, incluso son exigentes. Ni hablar de Casandra, mi auto nombrada futura prometida. Pero esta chica lucía satisfecha con la compra. Salimos de ahí y la llevé a mi casa. Es algo que no suelo hacer. Pero ella se veía tan joven, tan linda e inocente, que solo quería tenerla en mis dominios. Quería ver su rostro al ver el lugar donde vivo. Es un lugar diseñado con toda la tecnología moderna posible. Cuando llegamos la ayudo a bajar. —¿Aquí vives? —me pregunta y asiento. Ella sonríe. –entonces es un honor. Espero no te arrepientas de haberme traído. Fin del flashback Bien señorita Sara o como sea que te llames. Voy a encontrarte y cuando lo haga, vas a lamentar haberme engañado. La furia me invade y arrojo la computadora al suelo, donde se hace pedazos. «No importa donde te escondas…te voy a encontrar»

editor-pick
Dreame-Editor's pick

bc

Cuatrillizos Alfa y su Princesa de Hielo Perdida

read
557.5K
bc

Te Quiero de Vuelta.

read
11.5M

Scan code to download app

download_iosApp Store
google icon
Google Play
Facebook