31. La diabla
Angelo
Emmanuel llegó a recogerme muy temprano, aunque puedo decir que no dormí nada.
—Vamos cada uno en su auto. Tengo una reunión en la cámara de comercio. —Mi amigo asiente y se marcha mientras lo sigo detrás.
Toda esta situación está cercando a Dax, haciendo que llegue a un punto de desesperación en la que puede caer en algún momento. La empresa ha tenido grandes pérdidas. Yo, como su consultor financiero, estoy al tanto de lo que puede pasar en caso de siga el sabotaje en su contra y eso es que la junta directiva puede pedir su renuncia y solicitar que el anterior CEO, el tío Valdemar, vuelva a hacerse cargo de sus funciones o en caso de negarse, solicitar que un nuevo CEO sea nombrado.
En ningún escenario es algo bueno. Ni el tío quiere regresar, ni Dax
