El sol está ocultándose y estoy recostada en la tumbona frente a la piscina. Después de una mañana y tarde muy movida. Siento mi cuerpo relajado y una pequeña sensación de paz me envuelve. Alrededor no hay muchas personas y eso es todavía mejor. —Vas a quemarte, Cherry—. Sonrío sin abrir los ojos cuando escucho la voz de Jared sobre mí. Ha sido un día fantástico. —Cómo voy a quemarme si el sol este poniéndose —ruedo los ojos —Además, no llevo bañador —digo señalando el vestido suelto blanco que ligero junto a sandalias planas. —Bueno. Solo decía. No quiero que me eches la culpa después—. Dice antes de dejar un beso rápido en mi nariz. —Podría quedarme aquí para siempre —murmuro abriendo los ojos, encontrándome con el gesto sereno de Jared. —Lo sé —mira alrededor —Pero mañana en la t