A la mañana siguiente, cuando Liam se despertó, se dio cuenta de que estaba abrazando a Emma, se retiró de ella inmediatamente, no podía permitirse sentirse bien al lado de una mujer infiel como ella, sin embargo tenía que seguir en su papel de amante esposo, cuando la chica estuviera despierta, cuando ella despertó, él ya no se encontraba, pudo ver una hermosa rosa roja y una nota sobre su almohada. —Estaré en el corporativo, quédate a descansar este día, me haré cargo de tu oficina, fue una noche maravillosa, espero pronto se repita. Ella sonrió mientras apretaba aquella corta nota contra su pecho, quizás la vida le estaba regalando una oportunidad para ser feliz de nuevo, los días siguientes, Liam se debatía entre lo que quería sentir y lo que sentía realmente, disfrutaba cada día el