Elliot sonrió al escuchar que la chica aceptaba, de no haberlo hecho él no se hubiera perdonado jamás abandonarla en medio de aquella situación tan terrible en la que se encontraba. —Créeme, no te arrepentirás, has tomado la mejor decisión, ¿Tienes tus documentos en orden para poder salir del país? —Sí, están vigentes. —Perfecto, empezaré a arreglar todo para el viaje, saldremos por la mañana. Emma sonrió débilmente al escucharlo. —¿Pasa algo? —Notó en su expresión que algo pasaba. —Me gustaría llevar a nana Solé conmigo, ella fue quién prácticamente me crio ante la constante ausencia de mis padres, cuando consideraron que ya estaba lo suficientemente grande como para cuidarme sola, la despidieron, el abuelo la contrató como su ama de llaves, mis padres me prohibieron llamarla nana d