Jude sostuvo mi mano hasta que salimos del museo. Yo no podía aún creer lo que había dicho hace unos minutos. Era realmente imposible. Cuando estuvimos fuera lo detuve.
—¿Qué fue eso?— pregunté sintiendo mi corazón agitado y mis mejillas sonrojadas. Jude se giró a verme y en seguida noté que su respiración era agitada e incluso tenía sus labios entreabiertos.
—Jude, ¿dime qué fue eso? ¿En... en serio te gusto?— pregunté mientras una emoción crecía dentro de mi cuerpo esperando una respuesta positiva. Jude tragó duro y luego suspiró.
—Yo... mentí.— En cuanto dijo aquello sentí que algo se rompió dentro de mí. Por alguna extraña razón me dolió saber que no te gustaba.
—¿Entonces por qué dijiste eso?
—Para alejar a Oliver.
—¿Por qué?— pregunté molesta.
—¡Jude!— la voz de Silas hizo que
