En cuanto llegamos el pobre de Jude se desplomó en el suelo. Hice que se apoyara en mi y procedí a llevarlo hacia su recamara.
Lo acosté y luego lo cubrí con la manta.
—Te traeré agua y algo de comer.— El simplemente asintió. Corrí hacia la cocina para ir por lo que Jude necesitaba.Le preparé un sándwich y llevé el vaso para que pudiera comer y beber. Al entrar a su cuarto el estaba sentado con la cabeza apoyada a la cabecera de la cama.
—Toma.— Le dije y el de inmediato comió y bebió. Su cara cambió bastante al tener algo en el estómago.
—Dios esa habitación del palacio era demasiado fría y la comida sin sabor.— Se quejó. Me reí ya que yo si había comido muy bien.
—¿Estás bien?— pregunté.
—Me siento mejor, gracias.— Dio otro mordisco a su comida. Sonreí de lado y él me miró con el
