Estábamos listos para continuar con una nueva faena, lo podía sentir erguirse nuevamente entre sus piernas, los besos provocaban el aumento de mi temperatura corporal. Los sentidos se me agudizaban. Me levanté de dónde estaba, aún lado de él, dejándole la vista de mi cuerpo desnudo con toda la intención de excitarlo más. Mi boca estaba deseosa de la suya, y esperaba paciente el momento para regresar y encontrarse de nuevo en un beso. Se incorporó de apoco sobre la cama, recargándose en la cabecera y quedando desnudo delante de mí. El ver su cuerpo tremendamente bien forjado delante de mí me provocaba la sensación de estar lista y húmeda para recibirlo una vez más, y me moría de ganas de sentir sus manos de nuevo sobre mi cuerpo. Me acerqué lentamente a su boca dejando pequeños besos a