Llegué a mi trabajo, tratando de reponerme, de mejorar mi actitud, para poder elevar mis ventas, este cambio de temporada esperábamos ventas altas, y un caos en la tienda, además sería venta nocturna eso me garantizaba un poco más de dinero, eso era una buena noticia. La clienta estaba sentada de espaldas a mi cuando la vi, la reconocí de inmediato. Algo en mi estómago se encogió, quise cambiar con alguna de mis compañeras para que aceptara a la clienta que me tocaba, pero fue en vano, todas estaban ocupadas en una u otra cosa. Una voz a mis espaldas me irritó de sobre manera. —¿Disculpa? —chilló, el tono de su voz era bastante irritante— Llevo un rato esperando a que alguien me pueda atender, ¿tu estas desocupada o tengo que hablar con el gerente para que me puedas atender? Tomé