Capítulo 14: ¿Próximo destino?

2187 Words
Hacía frío, le dolían los dedos de sus pies, porque se le estaban congelando, odiaba tenerlos fríos, pero no tenía las fueras necesarias para abandonar su cama y dirigirse a su closet para hacerse con unas medias, no en ese día, su vida parecía convertirse en una tragedia comedia, estaba segura de que detrás de toda la mala suerte que había tenido últimamente, se encontraba un diabólico ser místico riéndose a costa de su dolor.   Todo empezó el fatídico día en que Valeska Morózov entro a su vida, nadie podía culparla por odiar un poco a la chica, después de todo le había robado a su novio… Bueno no exactamente, no creía en eso de robarle el chico a otra, porque eso solo podía suceder cuando ese chico no te amaba lo suficiente, al menos Asher tuvo el valor de terminar con ella antes de comenzar una relación con la extranjera, pero aun así le rompió el corazón, y arreglar un corazón roto era un poco complicado.   Ser Bethany Andrews, la chica perfecta era complicado, varias generaciones de su familia, habían nacido y crecido en el pueblo de Mystic Hills, sus cuatro abuelos incluidos, en la época del despertar religioso en la región de América, más o menos en el año 1746, un hombre que afirmaba haber sido llamado por Dios para otorgarle espiritualidad a los integrantes del pueblo, estableció una iglesia, pronto toda la comunidad se volvió cristiana, ¿Y qué tenía que ver eso con Bethany? Pues todo, porque si ese hombre se hubiese concentrado en su propia vida y no en la de los demás, ella no habría crecido en un hogar “cristiano”, donde se le exigía la perfección a ambos hermanos.   Era cierto que su Padre era más relajado, siempre afable y con una ligera sonrisa en sus labios, pero no significaba que no tuviera defectos, le encantaba la rectitud, la ciega rectitud, y a su Madre la fachada, le encantaba ser parte de la iglesia más antigua de la comunidad, y aparentar que tenían una familia perfecta, cuando nada estaba más alejado de la realidad, Betty se sentía oprimida, no podía entregarle nada más a sus progenitores que la perfección.   Y parte de esa perfección dependía de tener una historia de amor como la de sus antepasados, con “un seguidor de Cristo”, y que, por supuesto se enamorara de ella en su niñez, o al menos ella de él, por esa razón su corazón siempre le dijo que Asher Foster sería ese hombre, se criaron juntos uno al frente del otro, incluso justo en ese momento, acostada desde su cama, podía observar la habitación de Asher, él no se encontraba en casa, de seguro estaba con Valeska.   —¡Por Dios! ¿Por qué te haces esto? — se preguntó a sí misma.   Era uno de esos días en los que sobre analizaba todo lo malo de su vida, ¿Por qué? Porque estaba llena de frustración, no podía hacer nada por vengar a sus Padres, sin terminar tras las rejas, y llevarse a Cole con ella.   Allí la razón por la cual recordaba su insufrible vida como una joven religiosa cuando en realidad no quería serlo, se esperaba tanto de ella que en ocasiones solo quería gritar, quería escapar, porque no quería tener la presión de ser ella, Bethany, la joven perfecta, fue por toda esa perfección que persiguió a Asher como un perrito faldero, el pueblo entero esperaba asistir a su boda, al igual que las generaciones anteriores de los Andrews.   Pero, ¿adivinen qué?  Esa generación de la familia salió podrida, su hermano se declaró bisexual a los quince años, lo excomulgaron de la iglesia, todo el pueblo lo observa como si fuera un leproso, y su Madre apenas si podía verlo a la cara, su Padre tardo en aceptarlo, pero nunca trato diferente o de una mala forma, amaba a su hijo, y ella tampoco se alejó de él, por supuesto que se volvió un marginado y desastre, ¿Quién no? Luego de tal rechazo; pero Callaghan sabía que su hermana lo amaba sin importar su orientación s****l, o cualquier otra cosa.   Y ahora solo estaban ellos dos estaban solos, contra el mundo y las dificultades de la vida. Luego de la salida del closet de su hermano, todo el mundo la presiono muchísimo más por ser una mujer de Cristo, empezando porque la esposa del pastor la llevo a un terapista, para saber si tenía la misma enfermedad de su hermano… Que ridiculez, ¿enfermedad? Recordaba que quería golpear a la mujer, y a su Madre por permitirlo, fue cuando decidió alejarse de todo ello, pero por supuesto no le fue permitido, si dejaba de asistir un domingo a la iglesia, recibía un severo castigo, así que continúo viviendo la farsa que su progenitora había creado para todos.   Pero Asher… Asher era el único pecado que se permitía, su familia había abandonado la iglesia muchos años atrás, por un malentendido con un líder, ese fue el motivo por el cual Eva Andrews, luego de prácticamente obligar a su hija a enamorarse del niño, comenzó a decirle que era una mala influencia en su vida, pero no le importo, ella lo amaba, así que se permitió perder la virginidad al lado del gallardo joven… Para ella, él le brindaba la libertad que tanto deseaba, al menos por unas horas al día, y justo ahora no podía dejar de pensar en él.   Unas lágrimas brotaron de sus ojos, ¿Por qué se torturaba con todo su pasado? Porque nada le había salido bien, no logro ser la hija perfecta que su Madre tanto anhelaba, no se consideraba una buena hermana por no apoyar más a Callaghan con respecto a su vida, Asher la había abandonado por una mujer más delgada, más hermosa, más bajita, más elegante, y más que todo, más que ella, y para colmo, le fallo a su Padre, le fallo al no atrapar al culpable de su muerte, y ahora nunca podría ver al bastardo tras las rejas.   Por supuesto que había pensado en acercarse a la casa del imbécil y derribarle la puerta, y matarlo con sus propias manos, pero eso no le traería nada buena en la vida, además no era una asesina, quería venganza, pero no a esa escala, necesitaba otro plan, y el tiempo se le estaba acabando, nadie vendría a salvarla, ella tenía que salvarse por sí sola, los príncipes azules en blancos corceles eran una mierda, no existían, y estaba cansada de esperar a que uno aparecía era su vida.   —No harás nada revolcándote en la tristeza. — dijo su tío entrando en su rango de visón.— sé que te sientes como una mierda, yo me siento igual, pero quedarse quieto sin actuar, no resuelve las cosas.   —Ya hice todo cuanto podía, nada parece funcionar, soy una fracasada, todos los planes que tenía para mi vida se fueron a la mierda.   Su cama se hundió cuando el hombre se sentó a su lado, tomo sus manos y las palmeo para darle consuelo a su sobrina.   —No eres una fracasada, no podemos planar toda nuestra vida Bethany, porque en ocasiones nuestros planes fracasan debido a las decisiones de otras personas, como las de tu novicio Asher.   —Ni me lo recuerdes.   Ella suspiró fuertemente, dándose por vencida, tomo una almohada y se tapó el rostro.   —Yo creo que no lo has hecho todo Betty. — dijo Cesar, lo que hizo enfurecer.   —Sí que lo hice. — le respondió quitándose la almohada y parándose de golpe para enfrentarlo. — no tienes idea de lo que hice para tratar de poner a este lunático en prisión.   —¿Cómo qué?   —No puedo decirte, porque eso te metería en problemas, y de seguro terminaría en la cárcel.   —Vaya, veo que confías muy poco en mí. — él se estaba sonriendo, como si fuera momento para hacerlo.   —No comprendes nada, nadie lo hace. — ella abrazó su almohada, más cabreada de lo que debería.   —No voy a decirle a nadie que tú y tu nuevo amiguito, robaron información estatal.   Ella abrió los ojos como un plato, lo observo extrañada, ¿lo sabía? Pero como, ellos habían sido muy cuidadosos.   —¿Cómo lo sabes? — pregunto aterrada.   —Reconocí tu letra en la letra que enviaste a la policía, la próxima vez has una en computadora. — él se encogió de hombros.   —Pero la hice diferente, siempre escribo a molde, y esta vez escribí en cursiva. — se quejó ella.   —Sí, es cierto, y cualquier persona normal, no habrá podido descifrar que eras tú. — él se cruzó de brazos, con una expresión suficiente en su rostro. — pero yo no soy cualquier persona, primero soy tu tío, segundo estudie grafología, cuando me uní a la policía, así que sin importar como hayas hecho tu escritura, yo sabría reconocerla.   —¿Vas a delatarme? — pregunto, observándolo lastimeramente.   —Por supuesto que no, ¿estás loca? Te darían al menos cinco años de prisión, porque robaste información estatal, y te habrías salido con la tuya, a no ser por la carta que enviaste, es un error de novatos.   —Entonces sabes que hice todo lo que pude, no puedo hacer nada más.   —Podrías perseguirlo, con mi ayuda.   Betty observó a su tío con mucha sorpresa, él y su Padre no tenían la mejor de las relaciones, eran un poco distantes, pero se amaban, justo en ese momento solo podía ver las similares que tenía con su hermano menos, ambos eran rubios, tenían los ojos azules, una dentadura prácticamente perfecta, el rostro cuadrado con una fuerte barbilla, en ese momento Cesar llevaba una barba de tres días, la cual ella encontró tierna, porque su Padre solía llevarla y hacerle cosquillas con esta, lo extrañaba tanto, tuvo el deseo de abrazarlo, así que se abalanzó a los brazos del hombre frente a ella.   —Lo extraño tanto. — dijo mientras lágrimas asaltaban sus ojos.   —Lo sé. — su tío sorbió su nariz. — yo también, todos los días, la peor parte es que lo observo cada mañana, cuando me veo al espejo, y no puedo evitar sentirme culpable, porque no hice nada para evitar su muerte.   —No podías hacerlo, no es tu culpa. —Soy un oficial de policía, se supone que protejo a las personas, y no pude proteger a mi propio hermano— él comenzó a llorar, con grandes sollozos, Bethany se sintió muy conmovida, porque nunca había visto a su tío llorar, lo abrazo y lo alentó con dulces palabras, él se alejó de ella, secándose las lágrimas de la cara. — tu Padre estaría muy orgulloso de ti, ver como arriesgaste tu libertad para poder hacer justicia por él, por ambos de tus progenitores. — él acarició el rostro de la chica.   —Necesito hacerlo, nadie más parece preocuparse por ello. — ella se encogió de hombros, para luego secarse el agua de sus mejillas.   El hombre tomó el femenino rostro entre sus manos, observando a la joven con una enorme determinación.   —Vamos a encerrarlo cariño, tú y yo, podemos hacerlo juntos, sabemos dónde está.   —Pero ¿cómo podemos hacerlo? — ella se sujetó a los brazos de él.   —Puedo entrenarte. — entre ambos corrían tantas emociones, tantos pensamientos, pero querían atrapar al bastardo, con un gran fervor. — enseñarte a utilizar un arma, defensa personal, todo lo que necesites saber y podemos aprensarlo, hacerlo que confiese, reclamar el derecho que tu familia se merece, el que nos fue negado. Bethany se quedó en silencio, lo dejaba más que a nada en el mundo, pero no tenían demasiado tiempo, faltaba tan poco para la graduación de la secundaria, había enviado varias cartas de admisión a las universidades fuera del estado, aún no llegaban las respuestas, pero estarían de camino, y aunque deseaba más que a nada en el mundo, hacer justicia, también tenía que continuar con su vida, seguir su propio camino, decidir qué sería de su vida.   —La graduación ya viene, luego tengo que irme, no puedo quedarme en una universidad loca, no después de Asher. — ella bajo el rostro, que permanecía en las manos de su familiar.   —No tienes que quedarte, puedo ayudarte con tus últimas tareas, y además podemos atrapar al desgraciado, antes de que te vayas del pueblo, lo cual pienso que es una gran idea, tienes mi apoyo total, y tienes mi apoyo para terminar lo que empezaste ese día en el ayuntamiento.   Ella lo observo de nuevo, algo quemaba en su interior, al igual que en el de ella, necesita hacer esto, necesitaba darle un cierre a esta horrible parte de su vida, y ese cierre lo traería al atrapar a ese hombre, luego pensaría en el mañana, luego descubriría cuál era la mejor universidad para ella, o cuál sería su próximo destino.   —De acuerdo. — respondió finalmente. — atrapemos a ese hijo de perra.
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