La vista desde su ventana era amplia, pensamientos indeseados alcanzando su mente uno tras otro. Trato de deshacerse de los recuerdos sin éxito. Alzó los ojos contemplando el inmenso paisaje de verdes colinas dignas de la tierra dedicada a la agricultura. El viento era cálido y el sol que lastimaba sus cansados ojos terminó escondiéndose detrás de las montañas.
Una chica delgada entró en su habitación. Dijo su nombre, con voz frágil. Sus ojos claramente sintieron pena de haberla visto en tales condiciones.
—¡Iremos al festival otoñal! ¿Vienes con nosotros? - Pregunto tratando de levantarle el ánimo.
Trato de responder a la proposición con una sonrisa, pero fue imposible. Un nudo en la garganta le impidió responder según quería. No sabía como hacer de cuenta que estaba bien. Pero al menos lo intentó. ¡Vayan ustedes!
Su triste y melancólico rostro causo un dolor en el corazón de camill. Salió de la habitación siendo esperada por su madre, quien pregunto por la condición de valían.
Durante más de un año, el Imperio Athes ha estado inmerso en una guerra por los territorios. Por un lado, está la frontera norte, que ha sido invadida por criaturas mágicas. Mientras que en el sur, el reino de Granster ha estado creciendo su fortaleza militar hasta el punto de nombrarse a sí mismo como un imperio. En una hazaña implacable, han estado invadiendo otros reinos e imperios vecinos con el fin de aumentar su territorio.
Ya paso un año desde que Kyo partió al norte, su padre, corcher era un caballero oficialmente reconocido por el marqués vicmore y fue al sur por órdenes de sus superiores.
Camill, miró a su madre con pesadez y respondió, «está tan bien cómo podría estar» —Respondió cabizbaja. Camill, tenía dieciséis años, cabello n***o y ojos verdes.
—No te preocupes, intentaré hablar con ella—Respondió, Chrisma, intentando reconfortar a su hija. Aun cuando su madre intentó convencerla de que todo estaría bien, las cosas parecían estar empeorando.
—¿Cuánto durará este proceso? ¿Cuánto tardará en cicatrizar por completo?
Chrisma, no supo qué decir a las palabras de su propia hija. Ella no era Kyo, quien podría sacarle una sonrisa a Valían, aun cuando parecía imposible. Tampoco era Rion, que podría por lo menos prestar su hombro para qué ella pudiera llorar. Solo podía tener fe en que todo mejoraría.
UN MES DESPUÉS …
—¡Su majestad, Ha llegó un informe desde clouner, al parecer han robado otro de los pergaminos de Lotus!
Los pergaminos de Lotus, son muy importantes en el imperio, hay seis en total y cada uno indica la ubicación exacta de una piedra elemental.
A pesar de que las piedras elementales son un tesoro nacional, se ha demostrado que no poseen mana. Se dice que las piedras elementales son un conjunto de piedras hechas por los dioses.
—¿Por qué esforzarse en robar esas piedras?— Preguntó Markus.
Markus Early Ameli. Era una persona reservada y ostentosa, actualmente es la mano del emperador y su mejor amigo. Su cabello rubio es reconocido como hilos dorados y sus ojos celestes parecían hechos de hielo.
Markus, tenía razón, las piedras estaban custodiadas por los líderes de cada clan, aun si llegarán a robar todas las piedras, ¿Acaso valía la pena el precio?
La tarde estaba soleada y el jardín representaba la calma absoluta. Teniendo trabajo pendiente, karyun, practicaba con el arco olvidando su deber como emperador.
—¿Su majestad piensa estar todo el día practicando con el arco? Ha olvidado todo el trabajo pendiente.— dijo, markus, molestó de esperar.
—¡No lo he olvidado! Pero de qué me sirve tener un secretario tan eficiente como tú.—Expreso con sarcasmo.
Markus, lo observó con un rostro frío y molesto, si no hubiera Sido por él ¿Quién sabe dónde estaría el imperio?
El padre de karyun, hizo todo lo que estuvo en sus manos, para resolver los problemas del imperio, pero su enfermedad termino por cobrarle factura. Dejando después de su muerte mucho trabajo por resolver. Para su suerte, el imperio athes tiene sus propios pilares llamados clanes.
Estos se encargan de gobernar los territorios al nombre del emperador, sin embargo, no pueden tomar decisiones, ni firmar tratados. Los líderes de los clanes resuelven el problema y adjuntan los archivos en espera de ser firmados o sellados por el emperador. Esto fue de gran ayuda para dar estabilidad al imperio. Después de asumir el trono se deshizo de la corrupción. Sentenciando a los culpables y recompensando a los leales.
Por su lado estaba cansado de esperarlo, bostezo con aburrimiento. Miro el estuche de flechas y se dispuso a tomar una de ellas. A punto y espero que su majestad lanzará su flecha. Calculo el tiempo preciso y lanzo la flecha colisionando con la otra. Los guardias entraron en pánico, pues la flecha paso al lado de la cabeza del emperador.
Por otro lado, los fantasmas negros salieron de las sombras rodeando al emperador. Si markus, fuera una persona ordinaria, actualmente estaría siendo custodiado al calabozo o en el peor de los casos siendo ejecutado.
Karyun, giro su cabeza hacia Markus y movió su mano para informar a los fantasmas negros que se retiraran. Camino y puso el arco en el estante de armas, suspiro con fatiga dejando salir un fuerte suspiro, palmeo los hombros de markus, dijo.
—¡Está bien tú ganas! Vamos a trabajar.
Durante la reunión del consejo, tanto los ministros, cómo los generales, discutían intentando resolver lo sucedido con las piedras elementales y sobre la guerra que se aproximaba desde las fronteras del sur y el norte. La voz de una mujer interrumpió en la sala.
—¡Saludo al sol del imperio!—dijo la mujer nerviosa, observando su falta de educación al irrumpir en la sala del consejo. En sus brazos cargaba a un niño de dos años. Su cabello platinado y sus ojos rojos, claramente idénticos a su padre.
—¿Pasa Adelay?—Exclamó al ver de quién se trataba. Sin más que decir. Todos los presentes se levantaron de sus puestos y se inclinaron ante el niño que la dama llevaba en sus brazos.
Una mirada sin miedo, ojos rojos; parecidos a un dragón, cabellos plateados igual a un elfo y piel blanca con mejillas y labios rosados. Así era la representación del príncipe de la corona Miles kyun athes.
Habiendo llegado el príncipe, el consejo se retiró, dejando solo a padre e hijo. Mientras pasaba tiempo con su hijo, siguió debatiendo los asuntos con markus.
La peregrinación estaba por comenzar y su deber, como emperador, era hacerse presente. Mientras markus estaba preocupado por dejar el palacio solo. Karyun estaba determinado a seguir su plan.
—Entiendo tu punto, sin embargo, ¿no crees que es riesgoso dejar el palacio?.
—¿Es una broma, verdad? Solo un demente qué no aprecia su vida intentaría robar en mi ausencia.—Expreso seguro de sus palabras.
En la ausencia del emperador, el palacio es reforzado el doble. Sin mencionar que los seis generales Tienen sus bases en el interior del palacio. Por esto y otras cosas, el palacio imperial es conocido como la fortaleza impenetrable.
En el imperio athes, hay tres códigos correspondientes que sobrepasan a toda ley impuesta. El código éxodo, el código beta y el código kan.
Cada uno de estos códigos son muy importantes, una vez lanzados, deben obedecerse sin objeciones, es una ley qué ni el emperador puede desobedecer.
El código éxodo; solo es activado en momentos de una gran amenaza de destrucción y muerte. El código beta es la ley que compone todos los rangos en el imperio. Mientras que el código kan es una ley que obliga a todas las fuerzas militares a reunirse en un solo punto.
Teniendo esto en cuenta, durante su ausencia el código kan obligaría a todas las fuerzas militares a establecerse en el palacio imperial hasta su regreso.
Habiendo aclarado todos los puntos ciegos, la peregrinación empezaría en solo dos días y duraría dos semanas.
Solo viajarían ellos dos y un par de guardias. markus advirtió le advirtió sobre la realidad a la cual estarían expuestos. Durante el viaje se concentrarían en atrapar al ladrón de las piedras elementales, además estando lejos de la capital, su red de información se reduciría hasta la mitad. Por lo tanto, si tenían algún inconveniente, tendrían que resolverlo por su cuenta.
¡CONTINUARÁ!…