Capítulo 20. Estoy de acuerdo, pero quiero que Ivanna sea tu prometida. Alexander e Ivanna no comprendían que ocurría, la abuela y la madre de él no paraban de reír, después de oír lo que Ivanna les estuvo contando las dos mujeres reían a carcajadas, era como si les hubieran contado un chiste o una broma muy graciosa. Y cómo no se iban a reír las señoras luego de oír a la menuda Ivanna narrando semejante hazaña, su propio nieto de 28 años ya había intentado convencerlas de lo mismo esta mañana, y obviamente no le creyeron, ahora que tenían al frente a semejante encanto de mujer, nunca la creerían capaz de poder doblegar a un hombre como Alexander, con su metro ochenta y su musculatura, dueño de la empresa de seguridad proveedora de los mejores productos en seguridad nacional, es realmen