No pude dormir después de eso, pese al sueño que tenía, daba vueltas en mi cama pensando en cómo habrá tomado aquello, en que anuncio fue el que vio primero, quería creer que ella no lo tomaba a mal. No pude más, después de unos minutos surcando la almohada entre las cobijas me levanté tenía una desesperación interna. «¿Debería marcarle? O ¿Debería darle su espacio?» no quería sonar desesperado, pero lo estaba. Caminé a la ducha y puse una canción de “Fobia” para dejar de pensar en ello, y relajarme un poco, pero mi sonrisa no dejaba de estar presente en mi rostro, sentía mis pómulos algo adoloridos, no recordaba la última vez que sonreí de está manera, como estúpido. Salí con mucha energía y empecé a ordenar mi casa, en menos de una hora había terminado mis deberes, abrí el balcón p