He estado revisando los mensajes que tenía pendientes para realizar retratos y entre ellos uno que llamo mi atención, aquella mujer de lentes que preguntaba de nuevo si podría hacer un trabajo para ella. Conteste algunos de ellos, pidiendo que rellenaran un pequeño formulario que había ideado para poder crear los mejores retratos en cada ocasión.
La mujer de lentes se llama Silvana, es una doctora joven, solo un año mayor que yo. Ella quiere un retrato de sí misma. Y aunque aquello se me hace algo egocentrista, las respuestas que dio a las preguntas llamaron mi atención.
Ella dice que el amor de su vida es ella misma, y que ante las adversidades que ha logrado sortear en este campo descubrió que debe amarse a si misma con mayor intensidad que a cualquier otra persona en la faz de la ti
