Ya tenía una semana que me había mudado a la casa de Agostino, la ama de llaves Cerina aún se estaba acoplándome a mí, lo cual no era fácil, desde que llegue mucho cambio en esta casa y ella como Fabrizia no estaban de acuerdo con mis cambios, sin embargo, Agostino le dio poca importancia y me dejo hacer lo que quisiera.
La comida de la casa siempre la preparaba yo, ya sea desayuno, comida y cena, cuidaba de la vestimenta de Agostino y el cuidado de la casa, la ama de llaves solo obedecía mis indicaciones y se encargaba del aseo de la casa con la nueva sirvienta Sira, que yo contrate y se encontraba en la casa a tiempo completo lo cual tampoco le pareció, al principio fue una leve discusión con Cerina que me hizo ponerme un poco molesta y me vi obligada a ponerla en su lugar, desde ese día el brillo del miedo se refleja en sus ojos cuando me ve y se comporta en completa sumisión lo cual me hizo sonreír con placer.
_ ¿Cerina?
Llame a la mujer que salió deprisa de la cocina.
_ Si, señora _ me respondió deprisa. Cerina no hablaba inglés, solamente italiano.
_ Necesito que vayas a la tintorería por el traje n***o Armani de Agostino
_ Si, señora
_ ¿Compraste lo que solicite? _ le pregunte mientras me sentaba en el sofá y prendía la televisión para perder el tiempo.
_Si, señora, saque la mercancía de las bolsas y las acomode en sus lugares
_Bien hecho. El traje lo necesito para hoy en la tarde, te puedes retirar
Se fue con una leve inclinación.
Getto entro minutos después y se sentó a mi lado. Miramos la televisión un rato en el sofá, cuando mire la hora me levante y fui a la cocina a preparar la comida. Agostino venía a la casa entre las dos y tres de la tarde, la comida ya tenía que estar preparada para cuando el llegara. Getto se asomó para ver lo que estaba cocinando y agarro un pedazo de carne recién cocida y le di un manotazo.
_ No, la comida que preparo no debes de comerla _ me miro
_ ¿La envenenaste? _ me pregunto
_ Si, todo lo que Agostino ha comido hasta ahora es con veneno
Le acerque una cazuela con el mismo guisado.
_ Come de esta, es el mismo guisado, pero comestible para ti y los demás guardias como Cerina y Sira.
Agarro un pedazo de carne y esta vez lo deje.
_ Delicioso _ dijo mientras mascaba
_ Sírvete y come bien, dile a Vincenzo que venga a comer _ Vincenzo era el guardaespaldas que Agostino me había dado para mi cuidado.
Getto asintió y salió por la puerta corrediza de la cocina que daba al jardín. Para cuando Agostino llego eran las dos y la comida estaba lista y la mesa preparada. Servi nuestra comida y la lleve a la mesa donde ya me estaba esperando.
_ ¿Y Cerina? _ me pregunto cuando vio que yo estaba sirviendo los platos.
_ La mandé a la tintorería por el traje Armani que vas a ponerte en la cena de esta noche _ le respondí tranquilamente mientras le servía un vaso de vino tinto.
_ Bien, prepárate, vas a ir conmigo _ Asentí y empezamos a comer.
Lo mire como disfrutaba de la comida sin quejarse. Si supiera que contenía la comida no estaría comiendo tan felizmente.
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Me puse un vestido rojo largo corte sirena, tenía un escote en v con la espalda descubierta, mi peinado era de lado cayendo como lluvia sobre mi hombro izquierdo. Ese tipo de vestidos no los podía usar con un corset, lleve mi abanico mediano en su lugar, un anillo que traía una cuerda guqin, el guqin es un instrumento musical chino de siete cuerdas de seda, de la misma familia de la citara. El veneficio de estas cuerdas era que eran muy gruesas y finas, pero sobre todo muy filosas, si las usas de la manera correcta puede contarle la cabeza a alguien por equivocación o ¿no? Por último, me puse una pulsera de plata que era una cadena que se alargaba con el movimiento y podía servir como un látigo filoso.
Me miré en el espejo y parecía una esposa dedicada a su marido y cumplía con su deber, me reí de mi chiste.
Llegamos a la fiesta pasadas las nueve de la noche, la mansión de Don Adriano ya estaba a rebosar de invitados, todos pertenecían al primer nivel de la Sacra Corona Unita, la Segreta Società.
La Sacra Corona Unita se divide en tres niveles comenzando por el nivel más bajo, la Società Minore que se compone de los miembros de más bajo nivel, son aquellos que hacen el trabajo de calle. Cada m*****o empieza como picciotti, gestionando el cobro del llamado pizzo (p**o mediante extorsión) y pasan por una prueba de cuarenta días para corroborar que, si tienen lo que se necesita para estar en la mafia, pero sobre todo que no tengan vínculos con la policía. Cada m*****o que ingresa tiene que hacer el juramento de devoción a la Sacra Corona Unita que es diferente al ritual de iniciación de la Camorra.
El segundo nivel es, la Società Maggiore que se compone de dos subniveles, Los Sgarro, son aquellos que se les concede el derecho porque han matado a más de tres personas por la Sacra Corona Unita. Dicha persona ahora puede formar su propio equipo de picciotti conocidos como filiale. Se tiene que realizar primero el adoctrinamiento y cuando se concluye exitosamente se les da un arma de fuego, una píldora de cianuro, algodón que representa el Monte Blanco, el cual lo consideran sagrado, un limón que simbólicamente trata las heridas de sus camaradas, una aguja para pincharse el dedo índice de la mano derecha, pañuelos que representan la pureza de espíritu y por último un spartenza que es un regalo de algún tipo que por lo regular son cigarrillos.
Y el ultimo nivel somos nosotros, la jerarquía más alta, la Segreta Società, el núcleo que, de toda la organización, son quienes toman las decisiones trascendentales y que deben seguir el resto de miembros.
En algunas reuniones se permite al segundo nivel asistir, pero la mayoría de las veces solamente son los del primer nivel y después lo comparten con los demás niveles.
Entramos por la puerta y me quite mi abrigo con ayuda de Agostino, cuando mi querida suegra me vio casi le da un derrame cerebral. Camino rápidamente en nuestra dirección y se paró delante de mí con una mirada de desaprobación.
_ ¿Por qué vienes vestida así? _ olvide mencionar que son muy religiosos, creo en Dios y asisto a la iglesia todos los domingos, pero la Sacra Corona Unita lo lleva a otro nivel y el tipo de vestimenta que llevo es un pecado a vista de Fabrizia. Incluso el nombre de la organización está vinculado a su religión.
Sacra por sagrada, porque cuando se afilia a un nuevo m*****o a la organización, es bautizado o consagrado como un sacramento religioso.
Corona, debido a que en las procesiones religiosas se utiliza el rosario (o corona)
Y por último Unita por unida, tal como son unidos o fuertes los eslabones de una cadena.
Cuando Getto me dio esta información no pude evitar romper las creencias de la organización, aunque en parte son mis creencias, pero no las tengo tan arraigas como ellos, todo tiene un límite y creer es más que suficiente.
_ ¿Qué pasa con mi vestido? _ le pregunte desconcertada
_ Es demasiado revelador _ dijo casi escupiendo en mi cara
_ Estoy con mi esposo y Agostino no dijo nada cuando me vio _ Mire Agostino pidiendo ayuda, pero el solo me observo.
_ Déjala en paz madre _ dijo tan de pronto que pegue un brinco del susto.
_ Pero, no está bien que vista así _ le dijo Fabrizia
_ Pero como ella dijo, viene conmigo, no hay problema _ y me jalo lejos del reclamo de su madre quien me miraba con total desprecio. Esta mujer está colmando mi paciencia y voy a terminar matándola.
La fiesta transcurrió sin ningún problema, regresamos a la casa pasadas las tres de la mañana, Agostino se me insinuó para tener sexo, pero solamente le seguí la corriente hasta que lo termine noqueando, lo quite de encima de mi cuerpo y me acomode en mi lado de la cama a dormir. Un sueño que no era realmente dormir.
Dos días después de la fiesta Agostino llego en mal estado a la casa, dijo que lo habían intentado asaltar en la calle, aunque no robaron nada de valor, solamente lo golpearon y para ser un hombre de la mafia lo dejaron hecho una pulpa, tenía hematomas por todo el rostro, un ojo prácticamente no se le veía de lo inflamado que estaba, tenía tres costillas rotas y manqueaba de un pie. Fabrizia estaba histérica de ver como termino su amado hijo y Adriano movió toda Apulia buscando los supuestos asaltantes, pero ¿Quién se atrevería asaltar al hijo del Don de la Sacra Corona Unita? Fue una pregunta que nunca obtuvo su respuesta.