Ya son dos semanas desde mi regreso a Las Vegas y lo único que he hecho es pasear de tienda en tienda viendo arreglos de flores, banquetes y vestidos de noche. La fiesta de compromiso, mi fiesta, seria en tres días y Denisse junto con mi madre me traían corriendo de un lado a otro probándome ropa, zapatos, maquillaje y peinado. Estaba harta, quería mandarlas a volar, sin embargo, sonreí como estúpida, me probaba todo lo que me daban y agregué de mi cosecha. Mi padre me quería perfecta y bien arreglada.
Soy una mujer sensual y en mis vestidos siempre enseño un poco de piel, normalmente es pierna, porque es más fácil moverme en una pelea. Vestidos de tubo los evitaba como una lapa, una vez me puse uno en una misión, pero salió mal y termine rodeada de enemigos, termine rompiendo el vestido de las piernas para poder pelear libremente, desde entonces los evitaba.
Denisse traía un vestido n***o en las manos _ Sorella, mira. Me ofreció el vestido y lo agarre por los hombros y la tela callo libre, casi me dio un tips en un ojo.
_ Es hermoso, piccola
_ Si, mídetelo _ lo dijo tan entusiasmada que le sonreí y corrí al vestidor. Recargue mi frente en la pared, estoy a punto de cometer homicidio, mire el vestido y era en tubo, aunque pensándolo bien, no tengo porque pelear, porque yo no sé pelear, es normal que use este tipo de vestidos. Solté un suspiro de fastidio. Siguen sin gustarme. Me puse el maldito vestido y admito que me armo como un guante, abrí mis piernas y no podía estirarla más que unos centímetros y eso forzando la tela.
Mi celular sonó y lo saque de mi bolsa. Yo nunca usaba bolsas, ahora sí. Era Getto _ ¿Qué? _ le conteste
_ ¿No desayunaste hoy? _ me pregunto. Siempre me ponía de mal humor cuando no desayunaba. Solté un gruñido poco femenino y Getto soltó una risilla ahogada _ ¿Quieres que te salve? _ pregunto con burla
_ Eres un maldito, Getto ¿Qué quieres?
_ Sabias que llevas dentro más de diez minutos, tu madre y tu hermana miran el probador con preocupación y no tardan en ir a buscarte.
_ Mierda _ dije sin pensar
_ Eso fue muy poco femenino de tu parte _ dijo Getto aun burlándose de mí. Le colgué.
Abrí la puerta del probador y Denisse estaba afuera con la mano suspendida en el aire, apunto de tocar _ ¿Pasa algo, piccola? _ le pregunte con preocupación
_ No, todo está bien, es que tardaste mucho
_ ¡Ho!, mis disculpas, tuve un pequeño problema con la tela, creo que este vestido no es lo mío _ dije arrugando la frente y mirando el vestido, Denisse me miro y asintió.
_ Efectivamente no es lo tuyo, buscare otro modelo _ asentí. Me metí dentro del vestidor nuevamente y me cambié a mi vestido de verano rojo con flores negras de tirantes, tenía un escote en v, pero cerré el escote con los cordones y quedo en forma de u, no tan pronunciado, pero seguía siendo sexy y se veía un poco de piel entre mis pechos por el huequito que quedo al cerrar los cordones, llegaba hasta los talones y tenía una apertura en la pierna derecha, me puse mi corset n***o que solo abarcaba debajo de mis pechos y combinaba con el vestido y mis tacones negros, salí con el otro vestido en la mano y se lo tendí a la encargada.
Me puse a ver más vestido, ninguno era de mis gustos, me cambié a otro aparador, seguí moviendo los vestidos mientras buscaba, me detuve y me regresé al vestido que acaba de pasar. Lo descolgué del aparador y lo miré mejor, era… perfecto, los colores quedaban exactamente con mi piel blanca.
_ ¿Denisse? _ llame a mi hermana, estoy acostumbrada a realizar sola mis compras, bueno, Getto siempre me acompañaba, pero no era lo mismo que tener a mi hermana decidiendo conmigo, una parte de mi disfrutaba ver la felicidad en su rostro _ Mira _ le enseñe el vestido cuando llego a mi lado y le brillaron los ojos.
_ Esta hermoso y es perfecto para ti, mídetelo, voy por mama _ Asentí y entre nuevamente a los probadores. Cuando salí mi madre ya estaba al lado de Denisse esperando, cuando me miro asintió rápidamente.
_ Es perfecto, mia ragazza, te amolda muy bien y el color va contigo, ahora que encontramos el tuyo, busquemos el de tu hermana y el mío _ Denisse y yo asentimos y seguimos buscando los vestidos que faltaban.
Hicimos una parada en la tintorería para recoger el traje de mi papa y el de Danilo antes de ir al restaurante donde nos quedamos de ver con varias esposas de las familias.
Entramos al “Maggiano’s Little Italy”, un restaurante que pertenecía a la Camorra y uno de los que era legal, fue uno de los primeros negocios que se legalizo hace unos cinco años, idea de Danilo, mi padre seguía a las antiguas usanzas, pero Danilo tenía razón en que es necesario entrar en la época moderna. La familia Moretti fue la asignada en encargarse en el manejo del restaurante y mantener los trapos sucios fuera de la casa.
Entramos y nos recibió una mujer de unos treinta años, de estatura pequeña y piel dorada por el sol, su cabello n***o estaba apretado en una coleta y vestía un uniforme n***o impecable. Hizo una inclinación de bienvenida.
_ Benvenuti al Maggiano’s Little Italy _ Hablo con un acento italiano pronunciado y cortes.
En todos nuestros negocios se habla el inglés y el italiano por obligación, si sabían otros idiomas era un extra.
Mi madre le ofreció una sonrisa de los más encantadora.
_ Tenemos una reservación a nombre de la señora Parisi _ dijo mi mama en un perfecto italiano.
_ La estábamos esperando, por aquí, por favor _ le respondió la encargada
La seguimos a la segunda planta. La mesa era circular y estaba cerca de las escaleras, se podía ver la puerta fácilmente, conté los lugares y eran nueve personas en total cinco lugares más aparte de nosotras tres, empecé hacer cálculos de las familias de la camorra con que mi madre tenía amistad. Mi madre agradeció a la mesera y se sentó del lado izquierdo, yo me senté de tal manera que las escaleras y la puerta me quedaran a la vista, Denisse se sentó a mi lado, quedé en medio de las dos. A los quince minutos aproximadamente llegaron las seis mujeres que faltaban, Giulia y Alina Salvatore esposa e hija del Consigliere, Aria e Isabella Moretti esposa e hija del primer Caporégime y por último Anna y Allegra Berlusconi esposa e hija del segundo Caporégime.
Todas saludaron a mi madre y a Denisse afectuosamente, cuando me vieron, palabras de bienvenida sonaron por toda la mesa. La conversación empezó siendo yo el centro de atención, preguntas de cómo era la vida en un país extranjero. Conteste todas y cada una de las preguntas con afecto y gracia provocando risas en las mujeres que me miraban con interés. Cuando estuvieron satisfechas pasamos al tema de las próximas bodas, al parecer habían prometido a Isabella Moretti con Anton Bianchi, casi me da un ataque de risa, pobre mujer que destino tan espantoso le toco, sin embargo, la felicite efusivamente dándole mis mejores bendiciendo y ofreciendo mi simpatía al ser la primera en casarme.
La mesera vino y tomo nuestras órdenes.
A Denisse como ya sabía estaba prometida a Enzo Salvatore hijo del Consigliere y mejor amigo de mi hermano o bueno el más cercano. Denisse se sonrojo cuando el nombre de Enzo entro en la conversación. Todas diciendo como Enzo la había llevado a cenar y de compras, cortejándole adecuadamente. Eso me sorprendió, siendo Enzo un hombre frio y calculador trataba a mi hermana con todo el respeto y a la vez me tranquilizo, el sería un buen esposo para mi pequeña hermana.
_ ¿Nicoletta? _ llamo Giulia Salvatore
_ Dime, querida _ respondió mi madre.
_ Y ¿cómo van los preparativos para la boda de Danilo? _ pregunto con interés Giulia
_ Tengo entendido que su prometida es Graziella Pellegrino _ dijo Aria Moretti
La familia Pellegrino eran los gobernantes de la N´drangheta y su Don era Maurizio Pellegrino un hombre de cuidado, Danilo la va a tener complicada si ella es su prometida.
Mi madre asintió _ Si, se decidió que su esposa seria Graziella, aún no hemos visto lo de los preparativos, como estamos preparando la boda de Deianira y después la de Denisse, decidimos que esperaríamos un año y aparte la niña apenas va a cumplí los dieciocho años.
_ Efectivamente, hay que esperar que la niña cumpla los dieciocho años para formalizar su compromiso con Danilo _ menciono Anna Berlusconi.
Todas asintieron de acuerdo.
La mesera llego con nuestros pedidos y la conversación se detuvo por unos minutos, cuando todas teníamos nuestros platos empezamos a comer y la conversación cambio a recetas de cocina. Yo solo escuchaba y observaba, asentía cuando era necesario. Me metí en una conversación entretenida con Anna sobre las diferentes recetas italianas que podía cocinar cuando me casara, escuche atentamente y asentí agradecida por sus consejos que tomaría en cuenta, me reí por dentro.
La comida fue de los amena que podía ser, puros chismes de lo que pasaba entre las familias y una fuente de información para mí. En todo el tiempo que estuvimos platicando me fui ganando la gracia de las mujeres a excepción de Allegra Berlusconi, desde que llego solo me ha mirado con el ceño fruncido, ella era una de las personas que nos hacía burla a Denisse y a mi cuando éramos niñas.
También observe que Denisse no le dirigía la palabra a Allegra en ningún momento, a veces mi pequeña hermana me sorprende, muestra una inteligencia que asustaría a quien la viera, ella puede ser letal si así lo quiere. Mire de reojo a Allegra que comía tranquilamente, recuerdo perfectamente a todos aquellos que me miraron con repugnancia cuando era una niña, y todas las mujeres que están en esta mesa a excepción de mi madre y de mi hermana me miraron así.
Pero las palabras que más daño me causaron, los que provocaron mi exilio a Hong Kong, fueron, el Consigliere Cecilio Salvatore, el primer Caporégime Igor Moretti y el segundo Caporégime Boris Berlusconi.
La mesera regreso y se llevó los platos sucios, pregunto si gustábamos de algún postre y todas hicimos nuestro pedido.
Voltee a ver la puerta cuando escuche el sonido que hizo al abrirse. Danilo entro seguido por mi pequeño hermano Enrico, después entro Enzo y por último Galileo Moretti. Al parecer las reuniones las llevaban a cabo aquí, pero Enrico todavía no tenía la edad para participar, tenía doce años y en unas semanas cumplía los trece, una edad muy joven para que ya vaya a ser inducido a realizar el juramento de la Omerta y convertirse en un Soldato, aun siendo le hijo del Don tenía que empezar desde abajo como todos ellos.
_ ¿Sorella? _ me llamo Denisse
_ Dime, piccola _ le conteste con cariño.
_ No te dije que hoy empiezan a llegar los invitados de la fiesta de compromiso _ la miré con curiosidad
_ ¿Invitados? _ le pregunte
_ Si, papa invito a Don Felippo Giordano y su familia, también están invitados la familia Pellegrino por su compromiso con Danilo.
La puerta se abrió de nuevo y la mire de reojo, mi estomago dio una voltereta y sentí ansiedad, la ráfaga de viento que entro con el trajo a mí su delicioso olor, cerré los ojos porque no sabía que mostraría mi mirada, ese hombre me hacía perder los estribos, para mí el control lo es todo, pero él, con él era diferente y eso lo hacía una persona muy peligrosa. Abrí los ojos cuando sentí una mirada fija y penetrante mirándome, mis ojos color violeta se toparon con unos ojos azul oscuro tan fuertes, que me hice chiquita para que no sintiera mi aura asesina.
_ ¿Sorella? _ escuche en el fondo a Denisse. La mire
_ Mis disculpas, piccola me distraje. Entiendo, entonces ¿mama también preparo la estadía de los invitados? _ Denisse asintió
_ Se van a hospedar en nuestro mejor hotel el “Bellagio”.
_ Ya veo, bueno, va a ser una gran fiesta _ le dije _ mucha gente asistirá al compromiso, a ver si no me da algo de los nervios _ Denisse soltó una risa de complicidad
_ No te preocupes, te estaré vigilando, sorella _ Asentí
La mesera llego con nuestros postres y seguimos la plática tranquilamente hasta que me excuse para ir al tocador, Denisse quiso venir conmigo aprovechando. Me agarro del brazo y bajamos juntas las escaleras, el tocador se encontraba en el lado izquierdo del restaurante y para mi mala suerte la mesa de Danilo y compañía estaba pegada a la ventana del mismo lado, casi cerca de los baños.
No pasamos desapercibidas y menos cuando Denisse vio a Enrico.
_ ¿Enrico? _ llamo con voz cortes y tranquila.
Mi pequeño hermano se levantó rápidamente y se excusó de la mesa.
_ Sorelle_ saludo educadamente Enrico. Le sonreí con cariño y me regreso la misma sonrisa con el mismo cariño, aunque lo disimulo de inmediato.
_ Pronto será tu cumpleaños ¿Has pensado que regalo quieres? _ le pregunte
Enrico negó.
_ No necesito un regalo sorella, pero si quieres darme algo quiero que cantes y toques el piano _ me dijo sin expresión alguna.
_ ¿En la fiesta? _ le pregunte y asintió.
_ Entiendo _ respondí.
Denisse se nos quedó mirando y sonrió.
_ Ve a tu reunión, fratello, ya hablaremos en casa_ Enrico asintió y se retiró.
Mire a Denisse que miraba con tristeza a Enrico.
_ ¿Te preocupa Enrico? _ le pregunte
_ Con tan solo doce años y ya mato sin piedad cuando los rusos nos atacaron, en ese momento nos defendió a mama y a mí en lo que papa y Danilo mataban a los restantes. Mi madre lo miro con pesar cuando vio su ropa manchada y su cara con salpicaduras de sangre, pero ella asintió en conocimiento a lo que su hijo más pequeño había hecho. Por lo que escuche se adelantó su iniciación por la valentía y la frialdad con la que los mato, mi padre orgulloso y Danilo también.
_ Danilo era un año más joven que Enrico _ Dije. Danilo tomo su primera vida con sus manos a la edad de 11 años en una pelea.
Denisse volteo a ver a Danilo que al sentir su mirada se giró y nos vio, se levantó de su asiento caminando hacia nosotras con paso seguro y con cara de aburrimiento.
_ Si, él era un año más joven, pero Danilo ya era un niño cruel, somos trillizos, aunque lo oculte de mí no siempre lo conseguía cuando era un niño pequeño, la ira era un sentimiento que muchas veces nublaba sus ojos, pero lo ocultaba del resto del mundo, pero no de mí. Él se perdió cuando papa te mando lejos y su manera de manejarlo fue entrenando hasta el desgaste, mi papa siempre estuvo orgulloso de él, pero sin saber que fue su manera de escapar de la ira que sentía hacia nuestro padre. Incluso cuando le dispararon no dejo de pelear y de matar gente, parecía como si no sintiera dolor ni asimilara que estaba herido y sangrando. Somos su debilidad _ Fue lo último que susurro cuando sentí que mi pequeña hermana se estaba quebrando.
La tomé en mis brazos y enterré mi cara en su cuello oliendo su delicioso olor a lilas. Denisse es la pequeña de los tres, pero parece que es quien carga con el sufrimiento de Danilo y el mío, es la más tranquila, cariñosa y amorosa, siempre con una sonrisa en el rostro cuando nos mira y siempre abrazándonos cuando nos tiene cerca. Todavía me busca para dormir y duerme abrazada a mi cuerpo, la he visto que busca la compañía de Danilo cuando esta solo y donde Danilo no tiene que fingir que no adora a su hermana pequeña.
Danilo nos miró y sin decir nada acaricio la mejilla de Denisse, el único gesto que se podía permitir en público. Denisse recargo su mejilla en su mano y sonrió.
Nuestro mundo siempre será un hijo de puta que toma sin considerar, nos afecta a todos aquellos que nacemos en el mundo de la mafia, pero quienes llevan el peso sobre sus hombros, que solo podemos observar sin hacer nada somos las mujeres, es un sentimiento que nunca he llevado de la mano, siempre he sido independiente y he tomado mis propias decisiones, pero Denisse es diferente, ella es quien carga con el peso del sufrimiento de los dos, y pronto será con el de Enzo.
Nos despedimos de Danilo y entramos al tocador, me vi en el espejo en lo que esperaba a mi hermana, mi maquillaje estaba perfecto como siempre y las lentillas estaban en su lugar, pero me mire más fijante y un brillo rojo estaba en mis ojos normalmente violetas, mierda, debo de tener la vista cansada y pase mucho tiempo bajo el sol y eso que traía los lentes, aunque mis lentillas me protegen del sol y mejoran mi vista no significa que no me afecte pasar tanto tiempo bajo el sol y llevo desde la mañana. Getto debe de traer mis gotas, normalmente no las cargo porque no las ocupo seguido, pero Getto las trae con él desde que llegamos a las Vegas. Saque mi celular y le mande un mensaje rápidamente, Denisse salió del baño y se acercó al lavabo, se lavó las manos, retoco su labial y estábamos listas para salir.
Antes de salir, disimuladamente toque mi oreja y mi arete, cayó al piso.
Salimos e ignoramos a los hombres, cuando estábamos listas para subir las escaleras, Getto venia caminando hacia nosotras desde una mesa del fondo.
Hizo una leve inclinación de respeto hacia las dos _ Signorina _ susurro en dirección de Denisse quien solo lo miro.
_ Mis disculpas, signorina, pero tiene una llamada de suma urgencia _ Me tendió el celular. Lo agarré y vi el nombre. Solté un suspiro.
_ ¿Ocurre algo sorella? _ pregunto con preocupación Denisse
Le sonreí tranquilizadoramente _ No te preocupes, piccola, solo es una llamada del trabajo y al parecer es urgente.
_ ¿Trabajo? _ me pregunto exaltada
_ Si, después te explico ¿Podrías regresar sin mí? Te alcanzare un momento.
_ Pero… _ dijo Denisse desconfiada
_ Estaré bien, Getto estará conmigo y será rápido. Además, ellos me estarán viendo _ dije en dirección de Danilo que ya estaba mirándonos con interés y no era el único.
Denisse asintió más tranquila
_ Está bien, sorella, me adelantare _ asentí y la mire mientras subía las escaleras.
Me aleje con Getto, pero sin que me perdiera de vista Danilo o vendría a buscarme. Mi padre me permitió tener a Getto a mi lado, ya era alguien familiar que siempre estaba a mi lado, así que no vieron problema con que siguiera conmigo cuando se decidió que era momento de regresar a casa aparte de que el maestro hablo con mi padre, Agostino me iba a dar un guardaespaldas como obligación al ser su prometida, pero Getto permanecería a mi lado, aun así.
_ Tus ojos se están tornando rojos _ dijo Getto en chino un paso detrás de mí, mientras yo estaba al teléfono.
_Lo sé y si no hubiera traído los lentes de sol ya estarían completamente rojos_ como estábamos hablando en chino no me preocupe que alguien nos escuchara.
_Tenemos que echarte las gotas, pero con tantos ojos viendo será difícil_ termine la llamada, lo mire y le sonreí.
_ Listo, muchas gracias Getto _ le dije cambiando de idioma a inglés, Getto se acercó un poco a mí, sin parecer íntimos y me susurro.
_ Señorita, le falta un arete _ automáticamente lleve mi mano a mi oreja y lo mire con preocupación.
_ Debió caerse en el baño _ dije.
Camine rápidamente, pero sin perder mi compostura de niña rica y educada. Sentí la mirada de Danilo en mi espalda, pero seguí adelante sin prestarle atención. Cuando llegue al baño Getto se atravesó para que no me vieran y solo vieran su espalda, tome rápidamente las gotas de la pequeña bolsa del saco y entre al baño.
Cheque todas las puertas por si había alguien y cerré la puerta del baño, si alguien se acercaba Getto me avisaría.
Rápidamente me quite el corset y abrí el compartimiento que tiene en la parte superior de la tela, saque mi estuche de las lentillas y me los quite poniéndolos en el líquido. Me eché dos gotas en cada ojo y los cerré durante dos minutos, conté el tiempo en mi mente. Cuando el tiempo termino, me puse las lentillas ya limpias y guarde el estuche en el corset, selle la segunda tela y lo coloque en su lugar. Levanté el arete que se había caído al piso y cuando salí poniéndome el arete, Danilo ya estaba afuera.
_ Fratello ¿Pasa algo? _ Getto estaba parado en silencio.
_ Eso te iba a preguntar yo ¿Pasa algo? _ le sonreí cariñosamente
_ No, se me callo mi arete _ lo señalé con el dedo ya puesto en mi oreja _ No podía dejarlo, así que vine a buscarlo _ Volteé a mirar a Getto
_ ¿Getto? _ le tendí el celular y las gotas estaban entre el celular y mi mano, Getto tomo ambos en un movimiento rápido y se lo guardo en la bolsa interna del saco _ Si te vuelve a marcar dile que me encuentro ocupada y me comunicare con ella cuando tenga tiempo, por favor.
_ Si, signorina
_ Te puedes ir _ Getto hizo una leve inclinación en ambas direcciones y se fue.
Mire a Danilo que seguía con la mirada a Getto, él no será alguien fácil de engañar, sospecho que algo pasaba de inmediato, aunque Getto y yo nos comportamos de la manera adecuada mi pequeño hermano vio más de lo que era, pero desafortunadamente para él, no hay puntos ciegos en mi actuación ni en la de Getto.
_ ¿Fratello? _ Danilo me miro _ Sera mejor que vuelva a mi mesa, creo que he tardado lo suficientemente.
Danilo asintió y me ofreció su brazo que tome en agradecimiento, pero en vez de ir hacia mi mesa fuimos a la de él. Cuando nos paramos enfrente de su mesa los hombres voltearon a vernos.
_ Caballeros _ dije en un saludo general, pero formal. Los hombres se pararon de la mesa y asintieron en mi dirección, al ser una mujer ya prometida a otro hombre solamente aquellos de mi familia se les permitía tocarme.
_ Enrico acompaña a nuestra hermana a su mesa _ dijo Danilo con su voz fría y llena de aburrimiento.
Enrico obedeció de inmediato y me ofreció su brazo. Era idéntico a papa, los entrenamientos intensivos que tenía con nuestro hermano ya le habían pasado factura, su cuerpo no era de un niño, tenía músculos y era más grande para su edad, su estatura ya rebasaba el metro setenta y cinco. Tome su brazo.
_ Caballeros un placer saludarlos _ dije a modo de despido y asintieron.
Me di la vuelta, mi brazo enredado con el de Enrico. Dimos dos pasos y choque con alguien o más bien me empujo y me solté del brazo de mi hermano, el empujón fue tan fuerte que tropecé con la silla en la que Enrico había estado sentando hace un momento golpeando mi cadera, intente detener mi caída, pero recordé que se supone no se artes marciales y me prepare para el golpe. Antes de caer miré al hombre con quien había chocado, movió su mano hacia su saco y vi un arma.
Antes de caer al piso un brazo de acero me atrapo y me movió con rapidez detrás de su espalda, su mano agarrando mi cintura y la soltó cuando me estabilice en mis pies, no tenía tiempo de ver quien era, aunque por el olor de su colonia lo sospechaba. Me asome detrás de su hombro parándome de puntillas, este hombre era enorme y, aunque trajera tacones de quince centímetros me sacaba por una cabeza, todos tenían las armas apuntadas al hombre que me empujo. El restaurante cayo en un silencio sepulcral y lleno de tensión. Mire bien al tipo que me miro y sonrió maliciosamente.
_ Él dijo que eras tan hermosa como la caída de la nieve en invierno _ lo dijo en ruso. Lo mire sin comprender. Danilo lo observo con odio puro.
_ ¿Quieres eres y quien te mando? _ dijo con voz glacial en ruso mi hermano.
_ Su belleza brilla más en la oscuridad de la noche que en la luz del día _ Mikael, acaso quieres meterme en problemas.
_ Al parecer quieres morir _ dijo el hombre que me protegía con su cuerpo en ruso, un escalofrió paso por mi cuerpo, pero no era de miedo, esa voz llena de frialdad y de amenaza provocaba estragos en mi cuerpo.
_ No importa que me maten, entregue mi mensaje _ dijo el tipo ruso mirando a Danilo, pero el mensaje no era para mi hermano, era para mí. Si, entregaste tu mensaje, Mikael ¿Qué tramas?
_ ¿Y cuál es el mensaje? _ pregunto Danilo. Él tipo se encogió de hombros.
Movió su mano, como intentando sacar su arma y de pronto cayó al piso, ¿muerto? Los hombres se quedaron incrédulos porque ninguno había disparado.
_ ¿Qué mierda? _ dijo Enzo
Ya habían pasado mínimo un mes de la muerte de RuSlan, Mikael hasta el momento no había mandado señal de que sospechara que fui yo quien lo mato, pero solo era cuestión de tiempo. Solté un suspiro interno, tendré que entablar una conversación con mi viejo amigo, conozco sus métodos y él piensa que conoce los míos, pero que equivocado va a estar.
_ Sorella ¿Estas bien? _ me pregunto Danilo y asentí.
_ Estoy bien, solo un poco impresionada _ Danilo me agarro sacándome detrás de la espalda de Luigi Giordano y asintió en dirección de Luigi que regreso el gesto, su mirada se posó en mis ojos.
_ Gracias _ murmure y Luigi me regalo una sonrisa, aunque fue más una mueca en un rostro que no mostraba emociones, una sonrisa que parecía más un secreto entre los dos porque fui la única que la vio.
_ Signorina _ Getto llego a mi lado
_ ¿Dónde estabas Getto? _ Exigió Danilo
_ Afuera, agarre a tres rusos que intentaban entrar por la puerta trasera y los detuve _ expreso Getto con calma.
_ Dime que dejaste uno vivo _ dijo Danilo y Getto asintió
_ Pensé que quería interrogar a mínimo uno y lo dejé incapacitado, pero es capaz de hablar
_ Sorella _ escuche a Denisse hablarme con preocupación. Voltee a verla y venia caminando con mi madre y Enrico, preocupación en los ojos de las dos y me separe de Danilo para acercarme a ellas, Denisse me abrazo en cuanto llego a mi lado.
_ ¿Estás bien? _ le susurre
_ Si, Enrico vino a cuidarnos
_ Sera mejor que vayan a casa _ dijo Danilo y me separe de Denisse _ Mama
_ Entiendo y tienes razón hijo, es hora de ir a casa.
_ Getto y Enrico llévenlas con seguridad a casa _ dijo de manera amenazante
_ Señor _ dijo Getto con una leve inclinación y nos miró _ Por favor _ nos dijo y mi madre empezó a caminar en dirección de la puerta, Denisse y yo detrás de ella.
Salimos fuera del restaurante y hacia un calor infernal, me puse los lentes de sol, caminé detrás de mi familia que ya iban muy adelante, el auto se encontraba a unos pasos. Getto se colocó a mi lado y Enrico iba adelante con mama.
_ Crispino se llevó a uno de los rusos _ susurro Getto
_ Mikael me mandó un mensaje _ susurre
_ Entonces averigüemos de que trata _ volvió a susurrar.
Me subí al auto y esperé.