ESA VOZ

1465 Words
NARRA CECILIA Han pasado dos días desde mi pequeño accidente. La sonrisa maquiavélica de esa mujer me ha estado perturbando mi paz. No me gusta que le estoy dando mucha importancia, pero no puedo evitarlo. —Amor, se me había olvidado comentarte que ayer recibí un correo del nuevo dueño del hospital la próxima semana, el jueves para ser exacto, habrá una reunión para el personal médico donde se anunciará a los nuevos directores de las áreas que estaban en elección. — me dice Iván y no puedo evitar sonreír. Es algo que el tanto a esperado, anhelado y deseado. —Estoy segura que te elegirán mi amor. Me dijiste a tiempo así aprovecho de Chloe para que me ayude a elegir un vestido. — le digo yo súper emocionada y el suspira pesadamente. —Ese es el problema cariño, que la invitación dice que es de índole personal. Déjame te la enseño para que la veas. — no se porque me sentí como un globo quedándose sin aire cuando me dijo que tenía que ir solo. El me pasa su teléfono, me enseña el correo y la invitación. Suspire pues se que es verdad lo que me dice. —Está bien mi amor, me hubiera mucho estar allí para apoyarte, ya sea si te lo dan o no el puesto cariño. Desde la casa te mandaremos toda la mejor energía posible. — le digo un poco desanimada. El se acerca a mi y me da un beso en la frente y me abraza. —Lo se mi amor, esto también me causo extrañeza. Nunca habían negado a los médicos el ir a una reunión con un acompañante. Te agradezco porque siempre me apoyas en todo lo que emprendo princesa. Soy el hombre que soy hoy en día, gracias a ti también. — y eso me desmorono, no estaba preparada para esas palabras de su parte. Es por eso que lo único que hice fue ponerme a llorar. —No, nena. No te lo dije para que lloraras. — dice él abrazándome. —Lo se mi amor, son las hormonas que me están volviendo loca. Te amo demasiado. — le digo abrazándolo fuertemente. —Me romperás pequeña, recuerda que soy muy delicado. — se queja fingiendo inocencia. Lo hace imitándome a mi ya que ayer mi amado se emocionó mucho mientras nos pasábamos de traviesos. Le doy golpe en el pecho. —Como te encanta arruinar los momentos así. — le digo el encoge sus hombros. —Así me amas preciosa. — me responde dándome un delicado beso en los labios. El teléfono de ambos suena al mismo tiempo. —Tú mamá, mi mamá —dijimos al mismo tiempo. Al ver que es un mensaje de mi amada suegra apurándonos. —Niños, vámonos. — grita Iván y mis chicos bajan muy elegantes. Llegamos a la casa y mi suegra les explica a mis niños lo que harán, la idea está muy bonita y eso me hace recordar que Ivan y yo no tuvimos muchas cosas como una pareja normal. Nos caso mi padre en su oficina y aunque mi suegra me dio una ceremonia. Sentí que algo me hizo falta ese día. La propuesta estuvo de lo más emotiva. Me emocione mucho por mi pequeña. Ella ha sufrido mucho a su corta edad y sigue siendo esa joven llena de alegría y vida. Como que los problemas la atravesarán no se quedarán con ella. Cuando ellos hicieron público que tendrían trillizos empecé a gritar como loca. Nos abrazamos por un buen rato. —Ya lo sabía. — dice Iván ganándose un codazo durísimo de mi parte. —Estos son los tipos de chismes que no puedes ocultarle a tu esposa cariño. — le digo disimulando las horribles ganas que tenia de matarlo por no haberme dicho. Íbamos camino a tomar asiento cuando vimos una escena un poco peculiar. Gabriel el novio de Fernando había venido a la fiesta donde Nando por primera vez había traído una chica y no cualquier chica Lorena Kawas. El momento se tornó muy incómodo para ella y huir fue su mejor opción. Chloe y mi suegra van detrás de ella. —Ve amor, Lorena se veía muy alterada. — el asiente y entra casi detrás de su hermano Gerardo. —No entiendo nada de lo que está pasando. — dice Patricia a mi lado. —Imagínate yo. Me da pesar por Lorena, se miraba muy interesada en Fernando y Fernando en ella. — le digo y ella asiente. Hablamos un poco hasta que decido entrar a ver que pasa y me encuentro con Iván ofreciéndose a llevarla después del bruto de Fer diciendole que el la iba a llevar. Intervine yo y le pedí a Iván llevarla. Después de unos 45 minutos de haberse ido Iván regreso a la casa y la fiesta siguió su curso. Cuando estábamos ya por salir de la recámara donde dormían nuestros hijos. Disparos se escuchan desde afuera. —¡¡IVÁN! ¡Iván! ¿¡Que sucede!? — le grito el me abraza y entramos de nuevo a la habitación. —Acuéstate con los niños amor. Yo bajaré para saber que es lo que pasa. — me dice el casi corriendo afuera. —No, por favor quédate con nosotros. — le pido y así fue. El se quedó conmigo desde la puerta de la habitación. Escuchamos el intercambio entre los maleantes y los demás miembros de la familia. Los gritos desesperados de Chloe que me parten el corazón. Estoy llorando abrazando a Sol quien duerme pacíficamente ajena a lo que está pasando. Se escuchan los chirridos de los autos. Iván viene a mi lado y me pide levantarme. —Vamos a la otra habitación así no se perturba el sueño de los niños. — me dice y ese fue el comienzo de una noche que a pesar de haber tenido una final feliz para nosotros, para otros no lo fue. El jueves de la reunión tan esperada por Iván y por todos en la familia por fin llegó. Se puso uno de sus trajes formales que lo hacía ver mucho más guapo de lo que ya es. Solo tenía una preocupación para este día y tenía nombre, Lila. Solo así la llamaba porque no le conozco el apellido. Jamás se lo he preguntado a Iván y no deseo hacerlo tampoco. —Te vez realmente guapo mi amor. — le digo ayudándole con su corbata. —Gracias corazón. Me hubiera encantado que me acompañarás. Cuando estén por hacer el anuncio te llamaré así aunque sea por teléfono lo escucharemos juntos. — me dice y yo asentí emocionada. —Está bien mi amor. Te deseo mucha suerte, si un no te toca no te desanimes tienes toda una vida para seguir persiguiendo tu sueño y yo estaré aquí para apoyarte. — le digo dándole un beso en sus labios. —Te amo mi amor. Juro que nada de lo que pase esta noche cambiará nuestra vida. — me dice y se que lo dice porque al ser director tendrá que estar más tiempo en el hospital. Yo asentí y me apoye en su pecho. —Lo se mi amor. Confío en ti. Ahora vaya doctor Galeano. Que hoy es su noche, aquí estaré esperándote. — le digo y lo acompaño hasta la puerta. Después de un par de besos más el se va, no sin antes despedirse de los niños. Lo veo subirse a su auto y alejarse cada vez más de la casa. Una extraña sensación se instala en mi pecho, tan extraña que hubiera deseado que no fuera, pero no podía oponerme contra algo como eso. Solo me quedaba esperar el mejor resultado y confiar. Después de dos horas dando vueltas por la sala mi teléfono sonó. —Amor ya están por empezar. — me dice y me dedico a escuchar. —Sin rodeos, dejaremos esto a que lo anuncie nuestro nuevo jefe el Doctor Sucolu. — se escuchan aplausos. —Ya, ya muchos formalidades. No los retendré tanto pues todos tenemos asuntos y hospitales que atender. Es mi honor presentarles a el nuevo director de pediatría del hospital del este. Aaaa el Doctor Iván Galeano. Un doctor joven que ama lo que hace y se dedica enteramente a sus pacientes. Doctor póngase de pie por favor. — yo estoy gritando del otro lado del teléfono. Se que el no me puede hablar pues están felicitándolo escucho varias felicitaciones. —Doctor, Que orgullo trabajar con usted. Estaremos trabajando súper juntos. — esa voz. Me hizo perder toda la felicidad que sentí hace un momento. La simple imagen de ella abrazando, dándole la mano a mi marido. Me lleno de la mayor frustración e indignación por no estar ahí y cuidar lo que es mío.
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