ANNE La luz del sol se coló por una pequeña rendija, lo que provoco que abriera mis ojos, pero los cerrara inmediatamente, debido a que me cegaba la luz. Sentí mi estómago revolverse y me levante rápidamente al baño; me dirigí directo al retrete y eche todo lo que tenía dentro, que no era nada más que alcohol. Escuche unos pasos y ¡santo dios!, me di cuenta que me encontraba en el departamento de Liam. Él se encontraba recargado en la puerta, mirándome con una cara de pocos amigos. Me levante un poco mareada, trato de ayudarme, pero lo aleje antes de que si quiera me tocara. Me enjuague la boca con el cepillo de dientes que aún se encontraba ahí y salí dispuesta a buscar mi ropa y marcharme cuanto antes de este maldito lugar. —Anne, necesitamos hablar —se quedó parado en medio de la ha