EMILY
Estaba viviendo un sueño, mi sueño en realidad, luego de tres hermosos años de noviazgo finalmente Tom me pidió matrimonio en una hermosa cena en nuestro restaurante favorito, velas y música. Realmente todo fue mucho más romántico de lo que alguna vez imagine, estaba perdidamente enamorada de ese hombre.
Nos conocimos cuando cambiaron nuestro pedido en la cafetería a la que regularmente voy y desde ese día no nos separamos más. Quiero creer en el amor a primera vista, pero él se fue ganando mi corazón día a día.
Y aquí estaba yo mirándolo embobada mientras realizamos nuestra cena previa a la boda que se celebrara en dos días.
-Cariño estas hermosa! Tus padres estarían orgullosos de verte así- Mi tía me abraza y es que ella se convirtió un poco en mi madre cuando mis padres murieron en un accidente de tránsito. Ella quien es hermana de mi madre junto con su marido Edward y mi prima Becca son mi única familia.
-Gracias tía Susan, sabes que te adoro y estoy muy feliz de que estén aquí conmigo- Le devuelvo el abrazo y es que está muy emocionada.
-Lo se cariño, Tom es un buen hombre y tiene mucha suerte de haberte encontrado- Sus palabras me emocionan, pero no quiero llorar, quiero que hoy todo sea felicidad.
-Yo también soy muy afortunada, él es todo lo que siempre soñé- Me sonríe- Por cierto, tía has visto a Becca no la veo hace un buen rato.
-No, pero si la veo le digo que la has estado buscando.
Dejo a mi tía buscando también a Tom ya que es hora de hacer el brindis, pero no lo visualizo por lo que le informo a la coordinadora de la boda que demore unos minutos el momento.
Luego de unos minutos lo veo entrar por lo que me acerco hasta el, noto su corbata desarreglada y me imagino que él se la desajusto ya que no le gusta mucho usar trajes a pesar de que es casi su vestimenta habitual.
-Amor dónde estabas? Tenemos que hacer el brindis- Le digo mientras arreglo su corbata.
-He salido a fumar un momento cariño- Me da un beso- Vayamos a hacer el brindis.
Visualizo a Becca que acaba de entrar también y le doy una sonrisa que me devuelve, no sé qué haría sin ella. Más que mi prima es mi hermana y es con quien vivo ya que al cumplir la mayoría de edad decidimos irnos a vivir juntas para independizarnos. La voy a extrañar horrores cuando me mude con Tom luego de la boda.
El brindis fue perfecto al igual que la cena y la noche en general, nos despedimos de los invitados y Tom me llevo hasta mi apartamento para descansar. Mañana debo ir temprano a la última prueba de mi vestido para así ya finalmente llevármelo por lo que le digo a Becca que no se trasnoche ya que se ira a bailar con amigos y mañana debe acompañarme ya que es mi dama de honor.
La mañana me encontró totalmente amanecida y lista para ir por mi vestido de novia, en un día me casaba y no me cabía mas felicidad en el pecho.
Llegue a la tienda y me encuentro con mi tía y Becca que no volvió a dormir anoche, entramos y paso directo a probarme el vestido. Cuando lo tengo listo salgo del vestidor para que me vean.
-Dios estas hermosa Emily- Mi tía llora- Estas radiante, vas a ser una hermosa y pura novia.
Si, pura pues yo nunca estuve con ningún hombre. Es decir, tuve algunos novios antes de Tom, pero no pasaban de besos y caricias ya que ninguno me generaba la confianza de ir mas allá, pero con mi futuro marido fue distinto porque quiero que él sea mi primer hombre y el único y cuando le sugerí que quería llegar virgen al matrimonio él me dijo que me iba a esperar.
-Ella es toda una virgen, nunca mejor aplicado- Sonrió Becca ante su propio comentario, así era ella bastante cruda en sus comentarios. Tan diferente a mí, ella es inmanejable y no mide las consecuencias nunca. Toma lo que quiere y cuando lo quiere, a veces la envidio porque me gustaría ser un poquito como ella.
-Por dios Hija no seas desagradable- La reprende mi tía y yo me rio.
-Ay por dios si no he dicho nada que no sea cierto o sí? - Me mira y me guiña el ojo- Ya te queda solo una noche y podrás disfrutar de tu hombre primita, y asegúrate que ese vestido sea fácil de quitar.
-Basta Becca, tu sí que no cambias más.
-Ay mamá ya deja el escándalo que no es para tanto- Suspira.
Al terminar en la tienda dejamos a mi tía en su casa y nos fuimos con Becca hasta nuestro apartamento donde pasamos el día haciéndonos distintos tipos de tratamientos de belleza y descansando ya que mañana seria el gran día.
Habíamos pasado un día increíbles juntas, pero ahora yo me encontraba en mi cama nerviosa y sin poder dormir. Estaba asustada y ansiosa en partes iguales. Amo mucho a Tom, pero me daba miedo no ser la esposa que el espera.
Y si se decepciona cuando estemos juntos por primera vez, es decir yo sé que él ha estado con otras mujeres y por el contrario yo nunca estuve con nadie. Dios necesito dormir y dejar de pensar estupideces.
Me doy vuelta en la cama tratando de conciliar el sueño y descansar, mañana me espera un día muy ajetreado. Mañana es el gran día.
Mi boda con el amor de mi vida...