—¿Pero? Cómo se atreve a decir eso — su rostro casi se deforma de la rabia.
—Cómo te atreves tú a hablarme así — menciona con seriedad —creo que olvidas que yo soy la hija de un duque y una futura duquesa y no una plebeya si no me hablas con el respeto que yo me merezco. Es mejor que te vayas y le digas a tu amo que quiero hablar personalmente con él no, en realidad dile a tu amo que quiero hablar personalmente con él no estoy dispuesta a soportar esta falta de respeto— me levanto dispuesta a irme.
Después de esas palabras corta palabra abandonó el lugar.
— Joven dama — llama Ethan.
— Dime— responde con suspiro cansado.
— ¿ De verdad se quiere casar con el?— pregunta con seriedad.
— Si, la verdad no hay mejor partido que el joven duque Dankworth, si mi padre no me hubiera impuesto casarme con su alteza el príncipe heredero había seguido con mi decisión de casarme con el joven duque, fue muy gratificante cuando el príncipe heredero me forzó a tomar la culpa por el rompimiento del compromiso, en parte lo acepté por qué podría escoger mi próximo candidato.
— Oh, está bien si la joven dama le gusta nosotros estaremos contentos si — responde con seriedad— pero...
— No tienes que preocuparte, el joven duque no me haría daño si me caso con él, además que sea serio no quiere decir que no tenga buenos sentimientos; sería un buen esposo y padre— responde con una sonrisa — ninguno tiene que temer— responde mirando a sir Maxell y a los gemelos que, aunque no decía nada también está muy pendiente de la conversación ella sabía sus temores y le gustaba mucho y se sentía muy bien. Porque vivía junto a personas que se preocupaban por ella de verdad, esas personas que sí eran importante y estaba segura de que la quería ella haría todo lo posible para casarse con el duque podría ser totalmente fuerte para vengarse de Elena y sus otros enemigos.
El viaje continuó sin ningún contratiempo compró unos postres para su madre y otro para sus doncellas y se dirigió a ver a su madre está segura con su madre iba a recuperarse por completo era lentamente pero sabía que faltaba poco el único bueno de todo eso es que ella siempre le sacar a todos lo que eran un peligro para su madre, la segunda dama no tenía por qué meter sus narices y las personas que están con su madre eran de confianza recordaba muy bien en su antigua vida, quienes eran mejores y leales a su madre y esta vez eran esas personas lo que estaban a su lado.
Se odiaba mucho ya que tenía la culpa de lo que pasó, por que estaba tan metida en su mundo de querer superar a Elena que no se fijó que todo lo que casi todos los hombres y mujeres que estuvieron al lado de su madre eran hombres de Eleonor y Elena esas personas trataron y acabaron con la vida de su madre, pero esta vez ella no los perdonó no le importaba haber matado a esas personas; que lastimaron a su madre y a sus hermanos era muy poco de lo que se merecían.
No importa solo está empezando para darles los que se merecen las personas de la que se va a vengar en un futuro.
— Segunda dama que hace usted aquí —pregunta con frialdad.
— Querida hija — saluda de una forma amorosa.
— Segunda dama, le recuerdo que yo no soy su hija y que mi mamá es la Duquesa Rexha Edwin Laurence — responde con voz dura — vuelvo a preguntar ¿ Que hace la segunda dama en la habitación de la Duquesa?
— Yo solo quería saber cómo se encuentra la Duquesa Rexha — menciona arrugando su un poco su abanico.
— Cómo debió de darse cuenta mi madre está demasiado delicada y no pude recibir visitas de personas ajenas, por favor salga y no vuelva a entrar de esa manera, si está interesada en el progreso de mi madre puede preguntar al duque que el le dará noticias. Ahora por favor váyase — responde.
— Que mala agradecida eres solo quería dar mis saludos a la Duquesa como la segunda dama del ducado Edwin
— Cómo la amante del duque, Eleonor te lo dije no quiero verte aquí — menciona pero empieza a tocar de forma brusca y el pañuelo que tiene se mancha de sangre.
— Madre, respira profundo, la medicina traigan la medicina rápido — grita acercándose rápidamente a su madre.
— Bueno, me voy ya que no soy bienvenida que se mejore pronto duquesa Rexha — da una reverencia superficial y sale con una gran sonrisa si estaba preocupando porque había sacado todos sus hombres infiltrados pero ahora a ver la situación de la Duquesa está más segura que no le queda muchos tiempo tal vez unos meses y tal vez esos bastardos hijos del duque terminen muriendo con ella. Y después de eso solamente le faltaría asegurarse de deshacerse de la Duquesa, luego de Penélope, después del duque y Dave y así el ducado simplemente quedaría siendo suyo y Elena.
—Madre te encuentras bien — pregunta asegurándome de que Eleonor y sus subordinados se mancharon.
— Si estoy bien, no pude aguantarme más creo que estoy hizo que hiciera más violento — responde estirando sus piernas un poco.
— Cómo te dije madre no aguantaría venir y asegurarse ella misma de todo — respondo sirviendo le té.
— Si estuvo aquí por un largo rato gritando a gran voz que no me estaban cuidando que encargaría unas personas para que lo hiciera — menciona con fastidio — tan hipócrita, tus hermanas nacerán en unos meses después de que eso pase pondré orden en el ducado.
— Madre no te gustaría divorciarte del duque— pregunta con esperanza.
— No, no quiero el divorcio se que pensarás que estoy haciendo mal pero si lo hago tu padre viviría en paz y sin castigo además de que no me he’s tan fácil tus hermanos serían un punto de debilidad debilidad en la corte la iglesia no lo permitirían.
Mi madre tiene razón, ella está esperando a los hijos de duque además ya tiene una hija con él y adoptó obviamente la iglesia no va a permitir que se separe este acuerdo matrimonial primero harán un consenso para que tengan un tiempo de arreglar las cosas. Pero eventualmente de arreglase o no la que más saldría perdiendo en este caso sería mi madre, a pesar de que mi abuelo y mi tío le den su apoyo aún no sería suficiente aún así tendría que abandonar el continente para poder estar bien y no podría volver si eso sucede entonces también sería un problema para ella y su matrimonio con el duque Dankworth.
— Te has quedado callada Penélope no te gustó la respuesta— menciona con preocupación.
— No es eso, madre tiene razón lo he pensado bien no es conveniente que te divorcies pero si tienes que ponerle límites a él duque Edwin.
— Claro que lo haré tu padre lamentará el día que se metió con esa víbora — menciona con seriedad.
— Bueno mamá come te traje tarta de fresas — menciona con una sonrisa feliz.
Después de unas horas estábamos en la cena nadie decía absolutamente nada, aunque se nota en la cara de Leonor que quería hablar. Pretendía irme a mi habitación pero el duque dijo que me quedara a tomar el té con ellos, así que después de un rato en qué el té fue servido la que habló fue Elena.
—Padre estoy muy preocupada por mi hermana mayor, ya que por su imprudencia ha metido en problemas al joven duque Dankworth estoy preocupada padre de que tengas problemas después de todo hay muchos rumores recorriendo el ducado y la capital.
— ¿ De que hablas Elena?— pregunta dejando su té a un lado.
— De que después del incidente que hubo en la fiesta de té, hay rumores sobre mi hermana que dice que
— Llegó una carta del ducado Dankworth — menciona entregándola al duque.
— Tal vez el duque se ha molestado por los rumores y quiere una disculpa de mi hermana— menciona con voz temerosa mirando a su hermana. Mientras por dentro se regocija de la emoción al imaginarse de que Harold está molesto con su hermana. Piensa en como desearía tanto verla humillada así como estuvo ella cuando él la ignoró.
— Esposo¿ Que dice la carta?— pregunta confundida cuando mira como el duque relee la carta, como buscando alguna falsedad en ella. Así que lo ve fijarse muchas veces y preguntar que si de verdad viene de él ducado Dankworth, le preguntó a su mano derecha que sí la habían entregado proveniente del ducado Dankworth y al recibir respuesta miro a Penélope.
— Padre es tan malo lo que lo que dice mi hermana será castigada — pregunta con voz casi llorosa.
— No, es eso — se aclara la garganta después de tomar un poco de té de tomar tres tazas de té después de eso mira su hija Penélope fijamente antes de soltar la increíble noticia—no es una carta de demanda para un castigo a Penélope en realidad lo que dice la carta la solicitud de la carta es la mano de Penélope de matrimonio
— ¿Qué por qué ella?— gritaron Elena y Eleonor.