Está Vez Yo Seré La Protagonista

Capitulo 15

—Madre es imposible que mi hermano se case con Penélope si ya el duque Dankworth pidió su mano. Deberías de crear una estrategia para que mi hermano pueda usarla para lograr casarse después de toda la humillación, que le hizo pasar a Penélope dudo mucho que lo acepte después de haberla dejado plantada eligiendo a su media hermana — menciona sentándose con elegancia en el mueble — cambiarla por la hija del amante de su padre dudo que ella quiera volver a ver a mi hermano sea el futuro emperador o no— menciona después de tomar una fresa y darle un delicioso mordisco.

—Ves madre— menciona con una sonrisa grande —es imposible que me case con ella además nunca me gustó simplemente fue tan antipática que me calló tan mal era muy interesada y se veía que solo quería el prestigio del puesto de la emperatriz por favor madre debes de conocer más a Elena es perfecta para este cargo— menciona con seriedad —es dulce amable y además muy bonita parece ella que es más la hija del duque Edwin que Penélope mira no hay forma de que me casé con ella ya Harold la tiene déjame casarme con Elena.

—Cállate, no sé cómo ha criado a un tan inútil no ves bien porque también no te das cuenta de que ella es la mejor opción en matrimonio. Es que tú sabes que Edwin es la fortuna que ella tendrá y además de que viene detrás de ella la familia de la duquesa no sabes todo el poder que estamos perdiendo y dejando a manos de Harold — menciona tirando una traza al suelo con mucha.

—Madre cálmate, por favor — menciona tomado su mano y haciendo una seña para que limpien el desorden— toma un poco de té —le da una nueva taza de té caliente.

— Tu siempre haces lo que quieras porque no piensas con claridad — menciona sentándose y tomando la taza—ew bueno tener a tu hermana que es sensata— toma un sorbo mientras lo mira seriamente—pero está bien está bien. Te casarás con la niña es, pero será bajo mis condiciones preparas una cita con esa niña y hablaré con tu padre para que envíe la carta de compromiso.

—

Gracias madre, de verdad gracias — se a rodilla y abraca las piernas de su madre con la felicidad extrema por fin aceptado casarse con Elena de ahora en adelante todo dependerá del comportamiento de Elena duda que su madre no vea lo bueno en ella pero si eso pasa y sigue sin quererla no importa porque después de mandar a la carta ya nada la puede romper.

— Me sorprende mucho que te vayas a casar con el ducado Dankworth — menciona.

— Bueno a mí también pero es bueno que le guste a él duque Harold.

— Si, si tienes un apoyo tan poderoso como de esa familia es bueno, también lo es para mí porque si estás en el ducado Dankworth será mucho más fácil para mí, encargarme de las ratas que están habitando en nuestra casa— sonríe de una forma bastante fría — ya quiero empezar a casarla.

— Me gustaría estar aquí para ese momento pero veo que no es necesario quedarme — respondo con una sonrisa.

— No importa cariño de verdad será desagradable de ver así que es mejor que te concentres en ser duquesa y nada más.

— Está bien madre, espero que todo marche bien ese día — responde.

— No tengas dudas de ello— responde animada.

|| Ducado Dankworth ||

— Hermano — grita entrando a la habitación viendo cómo su hermano tenía papeles en su mano y no volteo a mirarla.

—

Aldair ¿Cuándo aprenderás modales? — pregunta con molestia.

— Yo tengo modales hermano mayor, yo solo quiero saber es ¿ Por qué quieres casarte una persona como ella? Tu no lo sabes es una mala persona él lastima a su hermana.

— Tu estás segura de ello— pregunta bajando

— Si lo estoy Elena no se atrevería a mentirme con algo como eso— menciona con el rostro rojo de la ira—y algo más yo en muchas ocasiones, ella la ha golpeado y insultado soy testigo.

— No sabes — responde.

— ¿Y tú si? — pregunta con odio.

— Nunca me crees en nada y siempre defiendes a otro y a mi me humillas ¿Tanto me odias?

— Aldair, no me molestes estoy ocupado ve a ocuparte de tus clases y deja de meterte en mis cosas — menciona casando de estás estúpidas disputas y rabietas de Aldair.

— ¡Dime ¿Tanto me odias?! — le grita.

— ¡Aldair…!— se levanta ya bastante molesto por la interrupción de su trabajo.

— ¡¿Que, no vas a hablar?! ¿ Porque me tratas así?— pregunta con la voz entrecortada.

— ¿Porque? Aún tienes el descaro de preguntar? Enserio no ves lo obvio— la mira con frialdad —mi madre estaría bien si no hubiera sido por tu madre y tú!— responde dejando un silencio en la habitación.

— Yo no tengo la culpa — le grita.

— ¿ Enserio?— pregunta con burla.

— Yo no la tengo y tampoco quiero esto— le grita empezando a respirar con fuerza —yo tampoco quiero pertenecer aquí acaso crees que quiero estar aquí — menciona que me gusta hacer eso simplemente para obtener el poder pero sí me gusta ser así

— ¿Aldair? ¿ Que te pasa?— pregunta acercándose a ella.

— No me gusta ver que me odias, no me gusta ser despreciada por ser una bastarda yo no quiero ser tu hermana — murmura con mucha dificultad en la voz. Además de que está temblando su cuerpo empieza a temblar y a sudar mientras agarra su pecho con la mano fuertemente, su rostro se pone demasiado pálido pero no puede decirte nada más porque su pecho duele demasiado mientras siente como algo aprieta su vía respiratoria impidiéndole respirar empieza a ver todo borroso. No puede por más que intenta hacerlo, alcanza a ver a Harold acercarse a ella pero no puede ver nada más después de eso.

— Aldair, Aldair — grita preocupado— llamen a un médico rápido — grita nuevamente para ver lo malo de su estado hacen que la toma rápidamente los brazos y sale corriendo por la puerta, todos los empleados lo ven corriendo con su hermana en brazos por el pasillo.