Capitulo 06

1484 Words
Penélope —Siéntense — menciona con voz suave mientras toma un poco de té. —Señorita Penélope eso no es correcto— menciona Daniel serio. —Lo es, si yo los invito así que siéntense — menciona y ve como los hermanos se sientan rápidamente ganándose así una mirada de reproche de su padre— sir Maxell no tiene de que preocuparse son unos buenos guerreros y ahora son mis amigos y yo los invito a comer no hay problema con eso ¿Cierto? Su mirada atraviesa su corazón es como ver a un alma solitaria que busca protección, aunque no lo diga con palabras es claro lo que muestra. —Está bien, como usted lo diga — se sienta un poco incómodo con la situación ya que era la primera vez que compartía la misma mesa que su amo. Cuando el sirviente llegó con los postres, arrugó la frente al ver que una joven noble comía junto a sus sirvientes, eso no era normal porque un aristócrata nunca comería en la misma mesa que sus sirvientes, salvo que... supuso que la familia no era alguien importante y al contrario a lo que pienso al principio ella no era una niña rica. Por un momento temió duque tuviera dinero para pagarle, pero se retiró, pero sin apartar la mirada de la mesa. En cambio, en la mesa todos los pedazos de torta que había ellos, fueron para cada uno en la mesa, así los caballeros y la sirvienta podían comer cuánto quisiera como Penélope. —Coman lo que quieran no hay problema — menciona con voz suave y dulce — oh por favor quiero tres trozos dos de chocolate y uno de vainilla y otra ración de estos postres por favor. ¿Por qué era tan bella? Sus ojos no paraban de verla acaso ¿Una diosa bajo de los cielos? Tras un rato divertido, todos volvieron a la mansión el camino se basó en risas por los dos jóvenes caballeros, que contaban anécdotas de su joven niñez, también hablaban de su disfrute como guerreros en el ducado y como desearían seguir sirviendo en él. Después todos decidieron volver, ya que era tarde y hacía frío y la joven señorita se puede enfermar por eso prometieron volver otra vez cuando no tuviera tanto frío. Mientras viajaban Penélope recordó que pronto Dave se iría a la academia real, y de hecho seria informado en esa noche recordó que ella no fue a verlo lo que causo más problemas para ella. Cuando llego efectivamente su pequeña hermana montaba su espectáculo, lloraba y protestaba por su partida y su padre le daba instrucciones para dejar en alto el ducado Edwin. Toda su basura de honor y gloria familiar daban tanto asco que pensó que podría envenenarlos, pero sería muy buena con ellos ha, su venganza será lenta pero certera. Mientras montaban su espectáculo, ella ya lo había planeado muy bien, era obvio que tendría que tener a Dave en sus manos, tenía que arrebatarle un pilar importante a Elena y quién más importante sería el cómplice más leal Dave Edwin, obediente a ella y luego lo haría pagar su sufrimiento. Así que compro una espada que sabía que le gustaba a ese hombre, ella sabía que la busco por mucho tiempo ya que perteneció a su verdadera familia era la espada de su padre y era lo único que quedaba de él y fue vendida en subastas varias veces hasta que fue perdida en una apuesta por su último dueño y dejada en una tienda de empeño Elena se la dio como regalo número 20 cuando se la dio eso hizo que el corazón de Dave definitivamente solo viera por los ojos de Elena. Pero está vez yo sería la dueña de entregárselo y yo ganaría puntos con él. Estuve sentada en silencio solo esperando mi momento para destacar cuando vi que todos me observaron esperando mis acciones llegó el momento de actuar, me puse nerviosa y sonroje mis rostros para dar más credibilidad a mi actuación y mire a mis doncellas que traían la caja de espada y los dulces. —Hermano, yo…estoy feliz por ti…y bueno te busque un regalo, quería que fuera para tu cumpleaños, pero bueno, hoy también es un buen momento, y yo siento lo de la última vez— mi cara se puso mucho más roja mientras trataba de sostener la caja con mis manos, pero tuve la ayuda de mi buen hermano. —Ten más cuidado Penélope tu cuerpo es frágil— menciono con tranquilidad, pero había frialdad en sus ojos mientras la miraba. —Gracias, hermano la tendré más cuidado, yo espero que te guste —Dave sostuvo la caja y había resistencia para abrirla, pero sabía que era observado y si cometía una imprudencia perdería confianza con el duque y su gente, él sabe que sea como sea la heredera es Penélope y si no se comporta podría ser perjudicial para el. —Gracias…— sus manos tocaron el grosor de la tapa y preguntado de por qué tanto cuidado para envolver este regalo de parte de Penélope, era muy extraño esta niña era envidiosa, odiosa y con un gran complejo de diosa dueña de todo que le fastidiaba, si fuera más tranquila como Elena las cosas…las…cuando la tapa de la caja fue levantada sus ojos casi se salieron de sus órbitas cuando vio lo que había dentro una espada, pero no cualquiera era la espada de diamante su dureza y flexibilidad eran extraordinarias y el poder que daba era casi invencible, esta era la espada de su padre lo único que quedaba de la memoria de él gran guerrero Henry Morín que dio todo por el ducado Edwin y murió como si no valiera nada. Pensó que nunca la volvería a ver, pero aquí estaba en sus manos y todo gracias a Penélope. Levanto la cabeza y miro a su hermana que lo miraba con ojos ansiosos y también con un poco de temor como si temiera que él no le gustara o como si tuviera miedo de no ser agradecida por eso. Fue un impulso de gratitud que lo impulso a abrazarla sintió su cuerpo tenso y como contenía el aliento. —Joven amo, las heridas de la joven dama aún no están sanadas— interrumpe la voz fría de Ethan lo que lo hace reaccionar. —Mm, es cierto lo siento Penélope — menciona apartándose — te he lastimado — pregunta con una genuina preocupación por primera vez. —No…hermano mayor estoy bien — menciona una voz baja y su rostro totalmente rojo— me alegra mucho que te guste. —Me gusta mucho, me has hecho muy feliz — menciona mirando la espada y en eso siente una opresión grandísima a su lado voltea y mira a Elena que no tiene una buena expresión en su rostro. —Me alegra mucho saber eso hermano mayor…yo también les traje postre de que son los favoritos de hermano y padre — menciona para que se lo entreguen — también traje para hermana menor y segunda dama y también para los sirvientes pastel— sonríe al ver sus rostros conmocionados. —Gracias hace mucho tiempo no comía de esto— menciona viendo el postre en las manos de su sirviente. —De nada padre, bueno iré a ver a mi mami— menciona con voz suave mientras le da una reverencia. —Ve, pero no demores mucho tu madre debe descansar — menciona con una sonrisa satisfecha al ver cómo su revoltosa hija había dado un buen cambio. —Si padre—sonrió aún más por dentro mis pasos de detuvieron a escuchar susurros y una voz más elevada que otros. —Que regalo más ordinario, fue mejor el que le dio la señorita Elena — menciono de forma despectiva. —No sabía que eras tan cercana a Dave, ya que antes dijiste que lo odiabas y que para ti era un niño sin hogar y adoptado por ti que tendría que besar tus pies para saber qué era la piel de una heredera— menciona con voz dura sin ocultar su desprecio por ella. —Lo siento mucho hermana, pero creo que tienes una mala información de los hechos. Yo nunca dije eso hermana y yo quiero al hermano mayor es mi familia. Hermano yo te quiero mucho somos…hermanos, recuerda cuando nos conocimos yo te quise desde entonces yo…— menciona con voz quebrada —creo que hay personas difundiendo falsos rumores sobre mí, hermano yo… creo que después de todo ¿No merezco darle un regalo a mi hermano? — su cuerpo se encogió en su lugar y para completar su actuación lágrimas gruesas cayeron de sus ojos. —Penélope — por instinto Dave se acercó a ella, pero está se disculpó y salió corriendo de la habitación dejando a todos con un silencio sepulcral.
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