Primero empezamos con varias vueltas al campo, esto era para tener mayor resistencia en mi débil cuerpo mis músculos dolían bastante pero no importaba no importaba no dormir en las noches lo importante era volverme fuerte.
Sir Maxell me enseñaba movimiento básicos de autodefensas y mientras también me ocupada de estudiar etiqueta y cultura para mí fortuna me tocó el mismo tutor de Elena él estaba muy reacción a enseñarme pero tuvo que tragarse sus palabras al ver mi gran desempeño, me puso preguntas bastante duras para ver si flaqueaba pero gracias a la experiencias antiguas supe todas las respuestas también las de etiqueta ya que estudie para ser la futura emperatriz reina pero eso ya era una historia de otros tiempos, ahora rompí el compromiso bueno Cedric lo hizo y aunque no eh firmado todavía el contrato pero ya rompimos abiertamente no tenemos nada que ver el uno con el otro. Y pensándolo bien tengo que ir rápido para firmar no quiero que ese Cedric se arrepienta por insinuación de Elena y me frustre el camino a Harold.
Pero volviendo al tema central mostrar ser tan inteligente me hizo ganar confianza y eso es perfecto es darle un pequeño manjar para compartir con la sociedad.
Hubo momentos de cansancio, pero nada que me llevará a la derrota, aunque no estaba durmiendo bien había mejorado mucho todos murmuraban que era una joven prodigio y entonces los comentarios de comparaciones fueron menguado con el pasar de los días.
Cada vez que me encontraba con algún empleado me saludaban de forma educada y alegremente el cocinero me daba postres casi todo el tiempo, pero siempre estaba Susan o Maryn hasta Ethan para probarlo no se si pensaba que podría estar envenenado o algo por el estilo, pero era muy estrictos con ellos nada que pasara por llegar a nacional de ser jurado y segura me quisiera envenenar o algo por el estilo pero no recuerdo que me que antes de mandarme a la cárcel gracias a Elena pero como una cosa no han cambiado es obvio que son diferentes seguro ahora comprendo que también porque siempre hay que tener en cuenta de que Elena y su madre siempre tendrán trucos para tratar de sacarme del camino.
Aunque no todos estaban de mi parte no me importaba eso, la mayoría ya confirmaron en mí no era tan preciado que tuviera a todos de mi lado los que no se dejaron tentar caería con su amada Elena.
Mi padre cuando volvió estaba demasiado orgulloso de mis logros, llegó junto a tiempo para que Dave se fuera, después de enfermarme Dave estuvo pendiente de mí y hasta mi padre me daba un poco de atención igualmente no me interesa lo único que quiero es ver es la cara de Elena.
Y tuve la oportunidad ya que Dave se estaba preparando para irse a la academia y mi padre llegó a tiempo me felicitó por mi alto progreso en mis clases y también por mi método de entrenamiento pensé que le molestaría, pero no.
— Es escuchado que eres muy buena con tus clases y el entrenamiento de la etiqueta— menciona con voz suave mientras la mira.
— Gracias, padre, seguiré esforzándome más— sonríe levemente.
— Padre mi hermana está practicando con la espada eso no es propio de una dama temo que se burlen de ella por eso— menciona con voz preocupada por el bienestar de su hermana mayor.
— Ah ¿También estás entrenando con la espada? — pregunta serio.
— Si estoy entrenando y me volveré fuerte en el futuro padre, sir Maxell dice que aprendo muy rápido que pronto seré tan fuerte como lo fue mi madre antes de enfermar — menciona con mucho orgullo.
— Estoy seguro de que pronto serás tan fuerte como ella — sonríe mientras con cierta duda acaricia su cabello y la sonrisa que le regala le recuerda a su duquesa a su amada duquesa.
— Es bueno que estés entrenando madre también lo hacía — menciona con una pequeña sonrisa.
— Dudo que tú hermana sea menospreciada por entrenar ya que muchas de las damas del ducado y del reino han estudiado el arte de la espada— menciona con seriedad —en realidad tu Elena deberías de hacer lo mismo, estás débil y deberías de ser un poco más fuerte, no quiero que se diga que solo dos de lo joven del ducado han sido entrenados para defenderse, deberías aprender un poco más de tu hermana y entrenar— menciona con seriedad.
— Bueno ya es hora de que vaya — llama la atención.
— Oh es cierto ya es hora — aplaude el duque.
— Te escribiré cada vez que pueda— menciona abrazándolo, dándole una mirada llena de burlas a Penélope, aunque en realidad se esté muriendo por dentro de la rabia.
— Está bien pequeña esperaré tus cartas — acaricia su cabello y se dirige a su carruaje al darse la vuelta Penélope solo lo mira y sonríe leve y lo despide con su mano, desde que la cuido se mantuvo alejado de ella era confuso cada cosa que ha pasado le daba una sensación que no esperaba se cuestionaba cosas todo el tiempo estaba realmente confundido.
— Tú también puedes escribirme Penélope — menciona serio — cuando vuelva espero que puedas sostenerme en un duelo. Vio como su sonrisa fue enorme mientras asentía. Se monto y cogió su camino bueno sería bueno aclarar su mente en la academia lejos de todos.
— Tú que tramas Penélope — pregunta con odio.
— De que hablas — pregunta viendo cómo agarra su brazo con fuerza.
— No te hagas sé que algo planeas, pero no te vas a salir con la tuya — aprieta su brazo más fuerte
— Suéltame me estás lastimando hermana menor yo solo quería despedirme de mi hermano ¿Acaso no puedo despedir a mi propio hermano? — responde con voz llorosa ya que por el rabillo vio a Leonard el hombre de confianza de su padre que se acercaba.
— Deja de fingir, solo estabas molestando aquí deberías de ser consciente de que nadie te quiere, no ves que eres despreciable mi hermano solo te dijo que quería tus cartas por lastima y para que no fuera demasiado obvio que te detesta. Escucha bien así que no creas que puedes enviarlas, me escuchaste, no te atrevas —dijo sacudiendo la y pudo ver a Leonard que venía las hacía y tuvo un plan fugado, pero antes de que lo llevara a cabo Penélope cayó tras sacudirse un poco—.
A vista de todos parecía que Elena empujó a Penélope con mucha intención de lastimarla.
— Señorita Penélope— corre rápidamente hacía ella.
— Hermana lo siento mucho no quise hacerlo déjame ayudarte — trata de agarrar su brazo.
— Alejarse no la toque — aparto a ambas niñas.
— Estoy bien — responde levantándose con la ayuda de Leonard.
— El duque sabrá de esto— menciona viendo las marcas de la mano de Elena en su brazo.
— No sé preocupe no fue culpa de Elena — menciona con voz suave— yo tropecé.
— Es cierto fue Penélope que se lanzó no fue mi culpa — trata de explicarse, pero solo recibe una mirada seria de parte de Leonard y algunos sirvientes que allí se habían reunidos.
— Por favor no le diga a mi padre estoy bien Elena no quiso empujarme yo tropecé— menciona con sus ojos grandes y llorosos que cautivaron al hombre de inmediato.
— Está bien no se lo diré al duque usted vaya a descansar señorita— la ínsita a irse mientras él se queda con Penélope.
— Gracias — responde aliviada como si se hubiera salvado ella de un castigo y no Elena y por un momento Leonard tuvo una idea de lo que pensaba Penélope de hablar con su padre.
— Ethan — llamo Penélope después de entrar a su habitación.
— Mi lady —entra y se inclina.
— Podrías decirle a sir Maxell, a profesor Oberón que estoy hoy indispuesta y no podré asistir a ambas clases por favor
— Llamo al médico mi lady— pregunta con preocupación.
— No es necesario yo…mm sabes que si llámalo por favor — cambia de idea rápidamente.
— Cómo usted desee — da una reverencia y sale rápidamente de la habitación.
Muy bien esto que pasó será bastante beneficioso para mí así que tengo que sacar un buen provecho mi madre se está recuperando lento, pero lo hace y haber tapado sutilmente todos los medios que se podían usar para seguir envenenado a mi madre ahora la Duquesa Eleonor es la que está disfrutando unos condimentos extras en su comida y bebida. Aunque no piensa matarla hará que de verdad se arrepienta de las cosas que le hizo en una vida pasada. Ella está vez luchará y se encargará que todo quede en su verdadero lugar.