Capitulo 07

1458 Words
—Padre…yo no quise…. —Es suficiente Elena— su voz fue fría y demandante. Su aparente sonrisa fue rota en solo minutos y esta vez no fue por los berrinches de Penélope o sus palabras soeces, si no por las indiscreciones de Elena ya tenía dolores de cabeza ¿Porque de un momento a otro su hija más calma está siendo un problema? —Esposo no te molestes con Elena, aun es una niña pequeña y habla sin pensar. —Eres su madre, deberías estar más pendiente de su educación, no debe repetir palabras ajenas a la realidad, no quiero escuchar eso de nuevo y debe pedirles disculpas a Penélope, no olvides que ella sigue siendo tu hermana mayor y le debes respecto a no permitiré que nuestro nombre ande en boca de todos nuevamente. —Padre yo... —Ella se disculpará con su hermana — menciona la dama con voz calma. —Padre volveré a mi habitación — interrumpe las próximas palabras de Elena y decide que es mejor ir a descansar ya que esta vez Penélope lo ha dejado pensando mucho. Y no sabía cómo reaccionar ante Penélope y Elena no sabía si estaba fingiendo, pero tenía la corazonada de que no porque su mirada fue la misma que vio cuando se conocieron. Dios estaba tan confundido nunca pensó que ella de ninguna manera y más cuando Elena llego ¿Cuándo fue la última vez que le dio un regalo? ¿O hablo con ella como el primer año que estuvieron juntos? ¿O pasaron tiempo juntos? Porque había dado este regalo tan importante cuando el solo le había dado desprecios e indiferencias. Cuando Penélope corrió no esperaba que se viera tan dramática y llamara tanto la atención —Mi señorita — llamo con preocupación. —Estoy bien no se preocupen no es la primera vez que las habladurías deja mi reputación por el piso, no se preocupen —su voz es llorosa y sus mejillas están rojas. —Mi señorita ya no llore más que nos duele mucho el corazón. —Lo siento, no quiero que les duela más, ya no voy a llorar. —Joven maestro ¿Que hace aquí? — preguntaron de forma fría pero respetuosa. —Solo quería hablar con mi hermana. —Su hermana no está en esta habitación — Ethan no se demoró en mencionar todo lo que los presentes querían refutar. —Es mi hermana te guste o no —responde de forma brusca y molesta. Él pensaba ir a su habitación, pero no supo cuando sus pies lo llevaron a la habitación de Penélope tenía la esperanza de verla tranquila como si nada demostrando que fingía, pero al entrar solo vio a un pequeño cuerpo acostado durmiendo con un aura deprimido y sus mejillas rojas y su rostro lloroso. —La señorita se durmió triste —menciona Susan seria. —No debería de estar aquí perturbando el sueño de mi señorita. —Ethan no te lo voy a repetir, tú no eres nadie para decirme que hacer solo eres un simple un guardián y nada más. —Estamos aquí para proteger a mi señorita, ella debe descansar así que le agradecería mucho que saliera — menciona sería Maryn acomodando más la sabana de su señorita. Hace un gesto despectivo y luego se marcha no antes de regalarle una última mirada a Penélope quien sigue durmiendo y su rostro totalmente lindo impacta en su corazón, pero se borra de un momento a otro. —No debí de haber venido — murmura con molestia caminando a su habitación. En la mañana Penélope se despertó con un poco de fiebre que poco a poco se fue poniendo mucho peor así que permaneció en cama. —Dónde está Penélope — pregunta con seriedad no es que sintiera que la necesitaba, pero a no verla le sorprendió ya que pensó que saldría a despedirlo, pero no apareció. —Mi señorita se despertó con fiebre alta y no ha despertado duque — responde con preocupación. —¿Ya la reviso el médico? — pregunta deteniéndose con seriedad. —No, el médico dijo que vendría más tarde, ya que tenía que atender a la joven Elena, pero luego de eso dijo que estaba muy ocupado además que una fiebre en mi señorita no era algo importante para él atender— responde con seriedad. —Cómo que se fue — gruñe muy molesto. —Padre no te enojes además tienes— Elena —Maryn, Maryn la señorita se puso peor— grita Susan corriendo rápidamente haciendo ella. —¿Qué? — grito e ignorando al duque salió corriendo a la habitación de su señorita. —Esposo yo me encargo de esto tú tiene que… —Leonard — grita con seriedad. —Mi señor — aparece. —Busca a un doctor para Penélope y dile a Fedric que vaya por el doctor Keller— menciona siguiendo el mismo camino que las empleadas de Penélope. —Madre— llama con fría. —No te preocupes cariño ese doctor no se atreverá a decir nada — menciona con voz suave. —Está bien, espero que se muera— menciona y ambas caminan a la habitación. Al llegar el duque se llevó una gran sorpresa de que su hijo también estuviera tratando de calmar los temblores del cuerpo de Penélope mientras Maryn colocaba paños en cabeza. Parecía que nadie le prestó atención cuando entró. —Duele, duele mucho— solloza. —Porque la fiebre sube más y más — se preocupa. —Padre… padre por qué ya no me quieres — solloza—¿Por qué? —¿Padre que haces aquí? — se sorprende de verlo allí. Este lo ignora y se acerca y toca su frente demasiado caliente. —Cómo fue que permitieron que se pusiera así — grita con furia hacia las empleadas que ya han bajado la cabeza y tiembla no por miedo si no por culpa. —La señorita Penélope quiso comprar el regalo para joven Dave, pero tuvo que esperar mucho tiempo y el clima estaba muy frío. Tratamos de persuadirla para que regresará, pero ella estaba decida a quedarse ya que no quería que la destruyeran para venderla por piezas. Fue mucho tiempo además de que sufrió una lección antes y…— se vaya por se ha dado cuenta de que eso no se lo habían dicho antes a Ethan. —¿Lección? ¿Cuál lección? Ya habla —grita furioso ante la inutilidad de esos empleados. —Cuando la señorita salió a comprar su vestido para el té del próximo mes, se encontró con la señorita Aldair Dankworth quien la acuso de tratar de quemar con té caliente a la joven Elena y nuestra señorita Penélope trato de explicarle y pidió ayuda de la señorita Elena pero está no aclaró el malentendido entonces la señorita Aldair agredió a mi señorita lastimo sus heridas y tuvo que ser revisada por un médico que le dio reposo pero la señorita quería comprar la espada y no dejo que regresáramos. —Yo… yo padre esto es un error — trata de aclarar, pero es interrumpida por el doctor que llegó. —Buenos días duque — saluda y se acerca a Penélope — está es la señorita de ayer, acaso no siguió las indicaciones que le deje. —Dígame usted la atendió antes. —Claro que si duque Edwin, yo atendí sus quemaduras que fueron lastimadas además de que no fueron atendidas correctamente por el médico que la reviso. —Eso es imposible el médico Killer es uno de los mejores no creo que no hiciera bien su trabajo. —Segunda dama Edwin, atendí las heridas de la joven señorita, los métodos del doctor que la atendió no fueron efectivo además de que no dejo medicamento para tratar la quemadura y no dejara cicatriz por lo que revise la medicina que dejó en realidad empeorarían las quemaduras al tal grado que las partes afectadas no hubieran tenido reparos fue un descuido muy fuerte de él médico Keller. —Imposible el medico Keller es muy bueno, tal vez mi hermana se ha confabulado con este médico para calumniar a el doctor Killer —menciona Elena. —Señorita soy un médico con principios no me prestaría para ningún tipo de montaje por favor no vuelva a decir algo como eso. —Acaso está amenazando a mi hija como se atreve. —Basta ya, tía, elena abandone la habitación ahora mismo. —Pero como nos pides eso, no vez como está tratando a tu hermana —grita y por alguna extraña razón las palabras de la segunda dama tomaron un sentido contrario a lo esperado. —Eleonor sal de aquí, con elena después hablare con ustedes —pide.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD