CAÍDA DOCE Héctor se haló el cabello. Todo era tan estresante. El partido continuó y apenas podía seguirlo. Espadas, bastones, bolas y cadenas volaban y golpeaban a todas la que estaban jugando. No tenía idea de qué estaba pasando, volvía a ver las repeticiones y observaba a Patty Roo. Parecía buena en lo que hacía pero le faltaba algo. Blandía su espada larga con precisión, evitaba los golpes esquivándolos por apenas una pulgada, pero el equipo contrario como un todo parecía mejor. Mucho mejor. Lo único que las chicas Posters tenían eran sus tetas. Héctor revisó sus estadísticas. Sensualidad 3, Sensualidad 2, Sensualidad 3. Las estadísticas útiles eran sólo Sensualidad. Seguro, era un paquete de propaganda dulce pero eso no les iba a hacer ganar juegos. Con culo o sin él, todavía era