Las cosas con Warren iban cada vez mejor, hablaba más y estaba más colaborativo con la comida y sus medicamentos, después de dejar a Michelle con la profesora iba a su dormitorio y me recostaba a su lado hasta que llegaba la hora de regresar por la pequeña, salimos algunos días al jardín aunque Brad aclaró que no se podía ir todos los días porque debía guardar reposo, me propuse cenar en el dormitorio con él y Michelle, era una forma que pasaran tiempo juntos sin forzar la situación, Warren parecía más tranquilo y hasta hubiera creído que era un hombre diferente, el hombre amargado ya se había ido y ahora estaba sonriente, tenía miedo que de pronto su comportamiento cambiará de nuevo, algo que había aprendido es que Warren era impredecible. –Papi, ayuda –pidió Michelle acercándose a la c