–¡Por Prahla! –gritó Jerry al levantar las copas para brindar.
El día había ido mejor de lo que esperaba, después de que Hilary saliera de la habitación, la pequeña Michelle pasó casi una hora con la botella de colores, cuando comencé a verla inquieta, le propuse pintar, ella no emitió una sola palabra en todo el tiempo que estuve con ella, pero pintamos sobre una pizarra que tenía en su habitación, no había necesidad de salir de ahí, era enorme y tenía toda clase de juguetes desde animales, carros, pelotas y princesas, me senté a su lado para poder pintar lo que ella me indicaba, luego me pidió encender el televisor y continuamos jugando, ella me enseñó a través de señas como jugar algunos de esos objetos, no sabía mucho del desarrollo de los niños, pero se veía muy inteligente aunque no
