Por la mañana apareció el abogado con unos documentos para darme la autorización sobre Michelle que Warren me cedía, me sentí asfixiada por un momento, era demasiada responsabilidad para mí, Michelle solo era una niña que necesitaba muchos cuidados y ahora prácticamente me hacían responsable de lo que sucediera con ella, ya estaba autorizado y notariado así que no tuve opción más que recibirlo y aceptarlo.
Le hice una mochila a Michelle y una mía para ir a la casita, Peter nos llevó por la mañana tendría el fin de semana libre así que tendría que volver a casa en taxi, no era demasiado difícil, la casita tenía una buena ubicación y podía llamar para pedir uno, algo que Peter tuvo que mostrarme porque yo no tenía la menor idea de donde estaba.
–¿Vas a ir a verla? –le pregunté al referir
