Había terminado el libro a los dos días que me lo dió el señor Freeman, era una novela romántica de mucha risa sobre un escritor, tenía un final feliz como lo había dicho y era ligera, tan entretenida que no pude parar de leer la mayor parte de las últimas dos noches, casi me iba a la cama por obligación, me emocionaba saber que pasaría con los protagonistas y cuando la finalicé tuve la sensación de querer contárselo a alguien, el problema era que estaba esquivando a la única persona con quien podía hablar de eso, desde la noche rara que había sido hace tres días, no volví a su oficina, creo que él me estaba esquivando también porque no volvió a la casa temprano, me di cuenta desde la primera noche, deje de nuevo el recipiente con la cena junto a las bebidas con licor, cuando me levanté se