–¿Quieres llevar al unicornio o la sirenita? Michelle vio a los dos peluches frente a ella, se lo pensó bastante como si fuera una decisión importantísima, la vi entrecerrar los ojos y morderse el labio, se veía tan bella, pero no podía sacarle una foto porque estaba sosteniendo los juguetes, al final tomó al unicornio. Había leído el libro que Warren me había dado, era muy bonito, una novela preciosa que aunque tenía un final abierto, se desarrollaba bastante bien. Warren me había hablado sobre la presentación del libro de la mujer, lo había buscado en internet, era el día de hoy en una pequeña cafetería, lo consideré bastante, especialmente por Michelle, no me parecía un evento para niños, ni siquiera para mí, pero me intrigaba conocer a la mujer y hacerle unas preguntas sobre la h