Dieciocho meses desde la partida de Evelyn. ― Mamá, cepilla mi cabello ― Gaia pide mientras se coloca los zapatos. ― Creo que se te ve bien así ― Sam la observa sin comprender porque esa fascinación del género femenino por arreglar el cabello a cada segundo. ― Gracias tío Sam pero igual quiero que lo cepille ― ríe. Vlad observa al muchacho quien se ha lanzado sobre el sofá de la habitación como si fuera el más divino lecho –ya que no aceptar compartir cama con Evelyn y tampoco hacer traer una para él-, el niño se acerca con cuidado hasta quedar frente a él ― ¿Qué sucede Vlad? ― pregunta sabiendo que algo está por cambiar en su tranquila mañana. ― ¿Por qué estás aquí Samuel? ― suelta de pronto. ― Porque tengo sueño, estoy cansado pues pasé la noche haciendo mis