Jin no había perdido el tiempo desde que notó indispuestos a sus familiares. Se había enojado por una fracción de segundo; luego despabiló y comprendió que tenían razón de haber actuado así. Fue impertinente, maleducado y además su madre acaparaba toda la atención de ellos, incluso de él mismo, y estaba más que seguro que la recaída de su madre An, tenía que ver con el estado del pueblo, aunque la idea sonara disparatada en su mente y más si lo decía a viva voz. Se convenció que, en él recaería tal altercado de las personas y su bienestar. Algo había que hacer por el pueblo, ya después preguntaría qué pasó para saber el trasfondo de todo. Sin importarle nada más en el momento se dirigió hacia el líder de las tropas de su padre. También convocó al líder de la enfermería que tenía el palaci