_ ¡¡¡Wao!!! Es lo único que Katherine puedo decir al entrar en aquel lugar y Daniel dijo. _ Bienvenida a nuestra aldea, disfruta de tu estancia en este lugar. _ ¿Está es tu aldea? _ Si... Daniel decía que ese sitio era su aldea pero Katherine pensó que eso era todo menos una aldea. Ese lugar estaba rodeado de un gran muro de tierra y piedra, sus paredes eran tan altas que desde afuera parecía una simple montaña, pero en su interior había un gran castillo con torres impresionantes que superaban cualquier palacio, las casas que habían alrededor eran bonitas con hermosos jardines adornados por hermosas flores rojas como la sangre, Katherine nunca había visto una flor como aquella, sin embargo ahí estaban esparcidas por todo el lugar. Mientras caminaban por las calles empedradas se en