Capítulo 2: El medallón de esmeraldas

1549 Words
En otros diarios es Gabriel quien hace un nuevo descubrimiento - Escucha esto Isabella, la mansión había sido testigo de un romance prohibido entre Alexandra, una joven de clase alta, y Anthony Sanders, un apasionado poeta de origen humilde. Su amor había desafiado las convenciones sociales y habían luchado contra la adversidad para estar juntos – dice Gabriel leyendo el otro diario -Sin embargo, el destino les jugó una mala pasada cuando una tragedia separó sus caminos, dice esto y ya no dice más nada, las siguientes paginas fueron arrancadas del diario – dice Gabriel - ¿Quién le arrancaría las paginas faltantes? ¿Por qué no querían que se supiera la verdad? – pregunta Isabella - Cuando las verdades son crueles o inculpan a alguien, siempre hay alguien interesado en ocultar la verdad, debió ser algo comprometedor, para que le arrancaran las paginas al diario – responde Gabriel La mañana siguiente, mientras exploraba los pasillos polvorientos de la mansión, Isabella se detuvo frente a una puerta antigua en el ala este. La puerta de madera maciza parecía haber permanecido cerrada durante décadas, y una sensación de intriga la envolvió de inmediato. Un cartel desgastado en la puerta decía "Habitación Sanders". Isabella se preguntaba qué secretos ocultaba esa habitación detrás de sus puertas cerradas. ¿Por qué estaba sellada y abandonada? Sin poder resistirse a la curiosidad, decidió investigar más a fondo, pero ¿Cómo entrar a la habitación? Recordó que había visto una llave, en un viejo cobre de alguna de las habitaciones de la planta baja Después de buscar en varias habitaciones cercanas, finalmente encontró una vieja llave oxidada en el cofre cubierto de polvo. Con cuidado, hizo girar la llave en la cerradura de la Habitación Sanders. El sonido de los engranajes oxidados resonó en el pasillo mientras la puerta se abría lentamente, revelando una habitación en penumbra. Isabella empujó la puerta por completo y entró con cautela. La habitación estaba llena de muebles cubiertos por sábanas polvorientas. Los rayos de luz filtrados por las cortinas enmohecidas iluminaban débilmente la estancia. Sintiendo que había algo más en esa habitación, Isabella se acercó a una antigua cómoda de roble y retiró la sábana que la cubría. Bajo la sábana, Isabella descubrió una serie de cajones tallados con intrincados diseños. Cada uno de ellos parecía contener un misterio por desvelar. Con manos temblorosas de emoción, Isabella abrió el primer cajón y encontró una colección de cartas amarillentas atadas con una cinta de seda. Las cartas estaban cuidadosamente escritas a mano y parecían ser correspondencia entre Alexandra y Anthony. En ellas, expresaban su amor apasionado y prometían estar juntos a pesar de todas las adversidades. Sin embargo, también revelaban la existencia de una conspiración en su contra. Parecía que alguien estaba determinado a mantenerlos separados y ocultar la verdad sobre sus destinos entrelazados. Mientras Isabella leía las cartas, su corazón latía con fuerza. Cada palabra escrita por aquellos amantes desafortunados alimentaba su determinación por descubrir la verdad y romper la maldición que había perdurado durante generaciones en la mansión de la Villa Esmeralda. Decidida a explorar más, Isabella abrió el segundo cajón y encontró un medallón antiguo. El medallón estaba adornado con esmeraldas y tenía un grabado en su reverso. Reconociendo el símbolo tallado, Isabella recordó haberlo visto en una de las fotografías antiguas que había encontrado en la mansión. Parecía ser el emblema de una sociedad secreta que había existido en aquellos tiempos o simplemente el escudo familiar de los Leroy Meyer. Al juntar las piezas del rompecabezas, Isabella comenzó a sospechar que la sociedad secreta estaba relacionada con la maldición que había afectado a la familia de Anthony y Alexandra. ¿Habrían sido ellos víctimas de una conspiración de la sociedad secreta? ¿Qué secretos y poderes ocultos habrían estado en juego? La emoción y la intriga se apoderaron de Isabella. Sabía que estaba más cerca que nunca de desentrañar los secretos de la mansión y desvelar la verdad detrás de la maldición. Cada hallazgo, cada pista, la acercaba a la revelación final. Decidió compartir sus descubrimientos con Gabriel, y juntos, continuaron investigando y desentrañando los misterios que se escondían en la mansión de la Villa Esmeralda. Estaban decididos a encontrar respuestas, romper la maldición y permitir que la historia de amor de Alexandra y Anthony finalmente alcanzara su desenlace. Mientras trabajaban juntos, Isabella y Gabriel se dieron cuenta de que no solo había una historia de amor trágica y una maldición en juego, sino también una red de intrigas y secretos que habían permanecido ocultos durante décadas. Los días pasaban, pero su determinación no disminuía. Continuaron explorando los rincones oscuros de la mansión de la Villa Esmeralda en busca de más pistas que los ayudaran a desentrañar la verdad detrás de la maldición. Mientras recorrían un pasillo desgastado por el tiempo, un destello de luz llamó la atención de Isabella. Señaló hacia una puerta entreabierta al final del pasillo y ambos se dirigieron hacia ella con cautela. - ¿Ya habíamos pasado por este pasillo? – pregunta Gabriel -No me acuerdo, son tantos los pasillos y las habitaciones, que a veces me confundo, pero asomémonos a esa habitación del fondo – responde Isabella Empujaron la puerta suavemente y entraron en una habitación pequeña y empolvada que parecía haber sido olvidada durante décadas. En el centro de la habitación, sobre una mesa vieja de madera, había un antiguo libro encuadernado en cuero oscuro. -Observas que el libro emana una extraña energía, como si contuviera secretos ancestrales esperando ser descubiertos – comenta Isabella -Sí, es muy extraño y muy antiguo, mira su cubierta, es de cuero original – responde Gabriel Isabella se acercó con cautela y abrió el libro con manos temblorosas. Sus páginas crujieron al ser desplegadas -Mira esta serie de dibujos y símbolos enigmáticos – llama la atención de Isabella Gabriel examinó las ilustraciones con atención, intentando descifrar su significado. Se detuvo en una de las páginas -En esta página hay un mapa detallado de los terrenos de la mansión. Están marcados con notas y rutas, indicando lugares específicos que iban a explorar – comenta Gabriel -Al parecer, aquellos que dejaron el libro, habían estado investigando los secretos de la mansión durante generaciones – dice Isabella Mientras estudiaban el mapa, Isabella notó una anotación en el margen que llamó su atención. -Mira esto tan interesante, Dice: "El árbol ancestral guarda el último secreto"— Intrigados por esta nueva pista, Isabella y Gabriel sabían que debían encontrar el árbol mencionado en el mapa y descubrir qué secreto ocultaba. -¿Sabes en qué lugar se encuentra este árbol ancestral? - Pregunta Isabella -No lo sé, pero lo buscaremos – responde él Decididos a seguir adelante, salieron de la habitación y se dirigieron hacia los jardines de la mansión. Siguiendo las indicaciones del mapa, se adentraron en un bosque frondoso que rodeaba la propiedad. Después de una larga caminata, finalmente se encontraron frente a un majestuoso árbol centenario con ramas retorcidas y raíces que se entrelazaban en el suelo. -Este es el árbol que indica el libro – dice Gabriel - ¡Que majestuoso e impresionante es este árbol, debe tener milenios de edad- comenta asombrada Isabella Se acercaron al árbol con reverencia, sintiendo una extraña energía en el aire. Con cuidado y sigilo, comenzaron a examinar las raíces del árbol, buscando alguna pista o entrada secreta. Fue entonces cuando Gabriel notó una pequeña llave encajada entre las raíces. Con emoción, Gabriel tomó la llave y la mostró a Isabella. Sabían que esta llave debía abrir alguna puerta o caja que contendría el último secreto de la mansión. Ahora, con la llave en su posesión, estaban más cerca que nunca de descubrir la verdad que tanto ansiaban desvelar. Llenos de expectativas, Isabella y Gabriel regresaron a la mansión y buscaron frenéticamente una cerradura que coincidiera con la llave. Después de un tiempo, encontraron una antigua puerta de madera en la sala principal que parecía ser el destino final de la llave Con manos temblorosas de emoción, Gabriel insertó la llave en la cerradura y la giró lentamente. La puerta se abrió con un crujido, revelando una habitación oculta llena de pergaminos antiguos, libros y artefactos misteriosos. En el centro de la habitación, sobre un pedestal, había una estatua de piedra que representaba a una figura enigmática. Isabella y Gabriel intercambiaron miradas, sabiendo que habían llegado al corazón de la verdad. Pero también entendieron que, al desvelar ese último secreto, podrían desencadenar una serie de eventos que cambiarían sus vidas para siempre. Con coraje y determinación, se acercaron a la estatua y examinaron cada detalle tallado en piedra. Con cada pista descubierta, su pasión por la verdad se intensificaba. Estaban decididos a desentrañar el último secreto, sin importar las consecuencias. La escena se llenó de tensión mientras Isabella y Gabriel se preparaban para desvelar el misterio final. Con manos temblorosas, tocaron la estatua, pero antes de que pudieran hacerlo, un estruendo resonó en la habitación. Las paredes comenzaron a temblar y el suelo bajo sus pies se agrietó. Ellos se miraron, sorprendidos y atemorizados. Parecía que su búsqueda había desencadenado algún tipo de reacción en la mansión. Sin embargo, el deseo de descubrir la verdad era más fuerte que nunca, y decidieron seguir adelante a pesar del peligro inminente.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD