Después de horas de caminar en medio de la selva, finalmente llegan a un claro y majestuoso espacio rodeado de árboles imponentes. El templo antiguo se alza en el centro, como un testigo silencioso de los siglos pasados.
-Ahí está, el templo antiguo – dice Leonardo
Todos voltean para contemplarlo, pero Gabriel los previene
-Alguien nos está siguiendo, no estamos solo, nos rodean – Dice Gabriel haciendo uso de sus instintos de lobo, y sus agudos sentidos
Colocan a Isabella al centro y forman un circulo defensivo, sacan sus armas y apuntan en todas las direcciones, son hombres entrenados en el combate, de pronto entre la maleza asoman varios hombres que los rodean como advirtió Gabriel
- ¿Qué desean? – pregunta Gabriel con firmeza
Uno de los hombres con una máscara puesta responde
-Queremos que nos entregues la esmeralda que trae la mujer blanca-
Todos se miran extrañados, preguntándose ¿Cómo saben que Isabella trae una esmeralda? ¿Para que la quieren? ¿Quiénes son esos hombres? Pero mientras ellos piensan Isabella reconoce la voz del líder, aunque trató de cambiarla, reacciona diciendo
-Quien se esconde detrás de una máscara es un cobarde, descúbrase Chaman, que yo sé que es ud, el interesado en la esmeralda, que no le voy a entregar –
Gabriel reacciona con furia
- ¿Qué? Otra vez el chamán ¿Cuántas veces tengo que echarlo de esta propiedad? Me obliga a ser más drástico con ud –
Pero los hombres que acompañan al chaman, desafían a Gabriel y comienzan a tornarse con los ojos amarillos, Gabriel también cambia sus ojos, los enviste en defensa de Isabella. Pero para la sorpresa del chaman los hombres guarda espaldas que vienen con Gabriel también comienzan a transformarse
El chamán reacciona y trata de evitar la confrontación – Les advertí que dejaran los muertos en paz, que hay cosas que no deben ser descubiertas, les ordené que se marcharan de estas tierras-
-Jajaja, ¿Quién es ud para darnos ordenes? Estas tierras tienen dueño y se lo repito retírese de ellas por las buenas – replica Gabriel con fuerza
-No permitiremos que despierten a los muertos, con esa esmeralda que pretenden traer al templo – dice el Chaman
En eso Isabella observó con el lente de su cámara, un ave Fénix en la cornisa del templo, esta tenía sus ojos normales, pero portaba una armadura y al centro de su pecho, se encontraba la cavidad donde iba incrustada la esmeralda que traía
Los alegatos de aquellos hombres continuaron, mientras la transformación en hombre lobos se iba dando. Isabella noto, que Leonardo se había quedado a su lado, con sus sables desenfundados para defenderla, pero no presentaba ningún vestigio de hombre lobo, entonces le confió lo que descubrió
-Ves la cornisa del templo, en el pecho del ave Fénix, en esa hendidura va la esmeralda que traemos, tú crees que puedes llegar hasta esa altura y colocarla – pregunta Isabella
-Yo no puedo llegar allá, pero Gabriel si – responde Leonardo gritando luego –Protégete princesa, esto ya comenzó, quédate detrás mío –
En ese momento el enfrentamiento de los lobos ya convertidos de ambos bandos se inició. Gabriel transformado en un lobo blanco con destellos color plata enfrentó al chaman quien se había convertido en un lobo gris con negro
Mientras que Leonardo con su sable decapitaba aquellos licántropos que se acercaban a Isabella, quien era el objetivo principal, pero se lanzaron varios lobos a la vez sobre Leonardo, esto lo obligó a retroceder y se tropezó con una piedra, perdiendo su sable y cayendo de espalda
Uno de los licántropos trató de morderle el cuello, cuando Isabella se interpuso entre ambos, con la esmeralda en sus manos, que brillaba fuertemente, gritó muy alto
- ¡Nooo! – al ver la luz de la esmeralda, los licántropos corrieron huyéndole al poder de aquella piedra. El grito fue escuchado por Gabriel, quien, temiendo por la vida de su amada, derrotó al chaman en ese instante, dejándolo tendido en el suelo muy mal herido.
Se dirigió hacia Isabella y la subió en su lomo, corrió con ella a cuestas lo más rápido que pudo, tomó impulso para elevarse hasta la esfinge del ave fénix en la cornisa del templo
Al llegar a ella por fracciones de segundo, Isabella logró colocar la esmeralda en su lugar. Pero al caer al suelo de nuevo, ella se bajó del lobo y este se le volteo de frente
Leonardo pensó por un momento que aquel lobo blanco atacaría a Isabella y preparó sus armas para defenderla, pero cuando vio que el lobo se echaba a sus pies, humildemente como cualquier perrito, se dio cuenta que no la atacaría
Isabella se quedó viendo al lobo con ternura, se inclinó y lo abrazó, mientras él lamía sus manos
-Lo logramos Gabriel, colocamos la esmeralda en su lugar, todo está bien ahora, tranquilo mi lobito – decía esto mientras sacaba una botella de agua, humedeciendo su pañuelo, para limpiar sus heridas
Leonardo estaba tan asombrado que no pronunciaba palabra, solo sus pensamientos -Quien lo diría, Isabella también ama al lobito de Gabriel, siempre tuvo miedo de perderla, pero ella también lo ama, ¡Que bello! –
Al pasar unos treinta minutos, Gabriel volvía a su forma de hombre normal, pero desnudo, así que Leonardo le alcanzó una toalla para que se cubriera, mientras Isabella se dio vuelta para no verlo desnudo, los dejó solos por unos momentos
Gabriel se vistió y fue en busca de Isabella, para pedirle perdón muy arrepentido
-Perdón, por favor mil veces perdón Isabella, no tuve el coraje para contarte mi secreto, soy un hombre lobo, yo sé que puedes despreciarme y no ser más mi amiga, por esta maldición que llevo conmigo desde que nací, esa es la respuesta que busco, mi origen, por qué soy un lobo, mi familia, no sé en donde se encuentra, solo sé que pertenezco a la mansión –
-Tranquilo Gabriel, ya lo sabía y nunca te despreciaría por eso, eres una hermosa criatura cuando te transformas – responde Isabella
- ¿Es en serio? ¿Cómo lo podría saber? Me he cuidado mucho de eso – replica Gabriel
- Vi tu reflejo de hombre lobo en el espejo de agua de aquel estanque cuando te asomaste, en la ciudad en ruinas, aquel día que por primera vez vi a Alexandra – cuenta Isabella
-Pero como puede suceder algo así, me reflejo como un lobo entonces en los espejos – pregunta desconcertado
-No es así, los elementos se comunican conmigo y me dicen la verdad de las cosas, eso fue lo que me dijo el espejo del agua, pero te reflejas normal como cualquier ser humano, la maldad no está en ti, a pesar de que te transformes, hoy lo demostraste, no dejas de ser un humano, está consciente de lo que haces en tu estado de lobo – dice Isabella
-Ella tiene razón Gabriel, yo te vi actuar hoy, y es así, no eres una bestia irracional como crees, sabes lo que hace – agrega Leonardo
-Gracias amigo mío por esas palabras y a ti Isabella solo me resta decirte: Que te amo con todo mi corazón y que no quiero nunca más separarme de tu lado, daría mi vida por ti – dice Gabriel mientras toma su mano y la besa
Isabella no se esperaba esa confesión de amor, su corazón palpita tan fuerte que pareciera que se le saldría del pecho, porque ella también lo ama, no puede pronunciar palabra ante esta revelación.
Pero Leonardo rompe el encanto de los enamorados que se veían fijamente a los ojos
-No quiero romper este momento tan hermoso, pero les recuerdo que nos encontramos en plena selva, los licántropos podrían volver en manada, debemos apurarnos y entrar al templo – ellos le dieron la razón y accedieron a continuar con su misión
Al adentrarse en el interior del antiguo templo de piedra y abrir la imponente puerta de roble de doble hoja, Gabriel, Isabella y Leonardo quedan asombrados por la magnificencia de la escena que se despliega ante sus ojos.
En el centro de la sala se encuentra un altar majestuoso, rodeado por una serie de esfinges de sacerdotes esculpidas en piedra, cada una de ellas en una posición sentada y mirando hacia el altar. En el medio de todas las esfinges, destaca un trono adornado con intrincados grabados y gemas brillantes.
El ambiente del templo se llena de una energía antigua y misteriosa. El eco de sus pasos resonando en la sala silenciosa es casi ensordecedor. Con cautela, se acercan al altar y examinan las esfinges, impresionados por la calidad y el detalle de las esculturas.
-Es increíble cómo han sido talladas estas estatuas. Parecen tan realistas, como si fueran a cobrar vida en cualquier momento - comenta Isabella, admirando el trabajo artístico.
Gabriel se acerca al trono y examina los grabados tallados en él. Estudia los símbolos y jeroglíficos con atención, tratando de descifrar su significado.
-Estos grabados podrían contener pistas importantes sobre la historia de la mansión. Debemos prestarles atención y tratar de entender su mensaje - sugiere Gabriel, concentrado en su tarea.