Mientras tanto, la sensación de urgencia y la necesidad de regresar a la mansión siguen latentes en su mente, planteando preguntas sobre su propio destino y el papel que desempeña en esta historia llena de misterios y fuerzas sobrenaturales. Isabella está decidida a descubrir la verdad y afrontar las consecuencias, pero sabe que el camino hacia la respuesta no será fácil.
Isabella, decidida a buscar apoyo y compartir sus experiencias con Gabriel, sostiene una conversación vía video llamada con él. Con el corazón latiendo con fuerza, comienza a contarle todo lo que ha experimentado desde que comenzaron las visiones con Alexandra en el espejo de agua de la ciudad en ruinas.
Le relata cómo ha sido testigo de mensajes en los espejos empañados y las visiones que ha tenido en ella. Describe en detalle los sueños recurrentes que la han perseguido y la sensación de urgencia que siente en relación con la mansión y su propio origen.
A medida que Isabella comparte su verdad, también se sincera sobre el descubrimiento reciente de su origen. Le cuenta a Gabriel que ha descubierto que proviene de la mansión, al igual que él, y que hay una fuerza oscura que los ha unido en esta historia llena de enigmas.
Con cautela, Isabella observa la reacción de Gabriel, consciente de que esta información puede resultar abrumadora. Sin embargo, confía en que compartir su historia completa es esencial para fortalecer su relación y enfrentar juntos los desafíos que se avecinan.
Gabriel, sorprendido por las revelaciones de Isabella, escucha atentamente sus palabras. Aunque puede sentirse abrumado por la magnitud de lo que acaba de descubrir, también reconoce la valentía y la confianza que Isabella ha depositado en él al compartir su verdad más profunda.
Después de un momento de reflexión, Gabriel le asegura que está a su lado.
-Admiro tu lealtad y tu valentía, que has tenido conmigo, por eso también te quiero confesar que parte de lo que me has expuesto, ya lo sabía, porque te investigué, no entendía las razones que tenías para ocultarme ciertas cosas, eso me llevó a investigarte, te pido disculpas por eso –
-No te conté lo que me pasaba con Alexandra, porque temía que me tildaras de loca, y no me creyeras, tuve que empezar por convencerme yo misma de que estaba viviendo un evento paranormal, de hecho, consulte con una profesional al respecto –
-Caramba, es peor de lo que imagine, como descubriste lo de tu verdadero origen –
-Fue por el mensaje que descifro el experto el que decía: “Colócate el medallón, eres la elegida” no lo podía creer, pero averiguando me convencí que no puedo dejar esta historia así, ahora sé, que debo descubrirla, por un lado, por el otro siento que Alexandra me necesita –
- ¿Qué cosa tienes que ver con Alexandra? –
-No tengo idea, pero siento que algo muy familiar me une a ella, debo ayudarla –
-Perdóname Isabella, pensé mal de ti, me confundí por un momento porque no entendía porque me ocultabas cosas, discúlpame mil veces más- dice Gabriel muy arrepentido
-Tranquilo Gabriel, todos ocultamos cosas por motivos válidos. Tú también me ocultas cosas y no por eso pienso mal de ti –
Por un momento Gabriel no supo que responder, ¿Acaso Isabella conocía su secreto mejor guardado? ¿Pero cómo Gabriel se siente sorprendido y desconcertado por las palabras de Isabella? Se pregunta ¿Cómo es posible que ella se refiera a que él también le oculta cosas y si acaso conoce su secreto mejor guardado? Trata de mantener la calma y pensar con claridad antes de responder.
Después de un breve momento de silencio, Gabriel mira a Isabella a los ojos y con voz temblorosa le responde
-Isabella, no sé a qué te refieres con que también te oculto cosas. ¿Qué sabes sobre mí? ¿De qué estás hablando? -
Isabella observa la reacción de Gabriel, consciente de que ha tocado un tema delicado. Ella sabe que no es el momento de confesar lo que ha descubierto de él, referido a la imagen del lobo que vio en el espejo de agua, tampoco ha querido pensar en eso, porque el tema la asusta
-La respuesta a tu pregunta solo tú la sabrás, cuando sientas que yo deba conocer ese secreto que guardas con recelo, tú mismo tomaras la decisión si me lo cuentas o no. Por los momentos, solo quería compartirte esta verdad, para pedirte que me acompañes de regreso a la mansión -
Gabriel, aunque aún se siente intrigado por las palabras de Isabella, comprende que ella no está lista para conocer su secreto más profundo en este momento. Aprecia su sinceridad y su respeto al no presionarlo para revelar lo que él guarda con recelo.
Después de un breve momento de reflexión, Gabriel exhaló lentamente y respondió:
-Entiendo, Isabella. Respeto tu decisión y agradezco tu comprensión. Estoy dispuesto a acompañarte de regreso a la mansión y enfrentar juntos lo que nos espera allí. Estamos en esto juntos y confío en que podremos descubrir la verdad y enfrentar cualquier desafío que se presente en el camino -
Gabriel la ve a los ojos fijamente y le dice:
-No importa qué secretos guardemos, lo importante es que estamos dispuestos a confiar el uno en el otro y a enfrentar esta situación juntos. Estoy a tu lado, Isabella, y te apoyaré en todo lo que necesites, mi vida daría por ti-
Isabella asiente con gratitud, sintiendo un alivio al saber que Gabriel está dispuesto a acompañarla en esta peligrosa travesía hacia la mansión. Ambos se miran con determinación y se preparan para el camino que tienen por delante.
En la noche siguiente, estando en su habitación en su casa en la ciudad de Caracas, Isabella vuelve con sus sueños recurrentes, esta vez ve a la primera de las Loana Leroy Meyer, con su traje de reina, sentada en el despacho de la mansión, tal como la había visto antes en la fotografía del Internet. Escribía con una pluma que hundía en el tintero, sobre un papel de pergamino, luego lo dobla y lo introduce en un sobre, que cierra luego
Vacía e*****a de una vela roja sobre el sobre y utiliza el medallón como sello, en ese instante Isabella se fija detenidamente en el sello impreso y se percata que es igual al que consiguió en la nota de arte antiguo
La observa con detenimiento, lleva puesto el camafeo, el anillo y unas pulseras de esmeraldas, al igual que una peineta que sostiene el cabello recogido con la tiara, con incrustaciones también de esperadas, oro y plata
De pronto levanta la mirada, e Isabella siente que la está viendo a ella, toma el sobre y se lo entrega a Hedler Ross, supuesto sirviente de la familia Leroy Meyer de 81 años de edad, quien se encuentra parado al lado de ella, en una actitud de obediencia absoluta
Luego se levanta de su sillón y se dirige a la biblioteca que se encuentra detrás de ella, allí toma con las dos manos la cabeza de un antílope que se encuentra fijado en la pared y le da vuelta. Al hacer esto, una porción de la estantería de los libros antiguos, gira sobre un eje, dejando paso a una entrada de una habitación secreta. Loana se vuelve hacia Isabella y con la mano la invita a entrar
Cuando se da cuenta que no solo es una espectadora, sino que Loana estaba hablando con ella, se asusta y se despierta abruptamente con la respiración acelerada y su corazón palpitando rápidamente
Isabella se despierta bruscamente, con el cuerpo empapado en sudor y el corazón latiendo desbocado. La intensidad de su sueño y la sensación de estar conectada con Loana Leroy Meyer la deja sobresaltada y confundida. Se sienta en la cama, tratando de recuperar el aliento y calmarse.
El sueño ha despertado en ella una mezcla de intriga y temor. La imagen de Loana, vestida con sus joyas y utilizando el medallón como sello en el sobre, se graba en su mente. Isabella se pregunta qué significado tiene todo esto y por qué está soñando con la antigua reina de la familia Leroy Meyer.
Aunque asustada, Isabella también siente una fuerte curiosidad por descubrir más sobre la mansión y su historia. El sueño parecía mostrarle una entrada secreta en la biblioteca, y la invitación de Loana a entrar en esa habitación oculta. Está decidida a investigar y seguir los pasos de su sueño, aunque sea un camino lleno de peligros y sorpresas.
Isabella se levanta de la cama y se dirige al baño para refrescarse. Se lava la cara con agua fría, tratando de calmar sus pensamientos tumultuosos. Sabe que no puede quedarse inmóvil, esperando que las respuestas lleguen a ella. Necesita tomar acción y enfrentar los desafíos que se le están presentando.
Decidida, Isabella se viste rápidamente y se prepara para regresar a la mansión. A pesar del miedo y la incertidumbre que la rodean, sabe que no puede ignorar los mensajes que le están llegando en sus sueños. Su conexión con Alexandra y la necesidad de descubrir la verdad la impulsan a seguir adelante.