Detengo la puerta del consultorio antes de que sea cerrada y veo en el rostro de Alessandra la sorpresa, pues había estado en shock todo el tiempo y no pude seguir tras sus paso. Pero finalmente entendí que ella tenía razón, aquello del bebé pasaría de una u otra forma, era una realidad y yo iba a ser padre, de forma natural o no y ella sería la madre de mi hijo. De una pequeña criatura idéntica a mi o tal vez a su madre. En definitiva sería un bebé hermoso. —Sigan y… —¿Ya están los resultados? —pregunté muy rápido y es que la ansiedad me estaba partiendo el c**o en ese momento. —Si, voy a abrirlos y sabremos que es lo que tiene, señorita Alessandra. —Si no es un bebé ¿Cuales son las posibilidades? —la vi preguntar asustada y me di cuenta que no me había detenido a pensar en su