NICOLE (CUATRO AÑOS Y MEDIO ATRÁS) — Hola —. Santiago me dio la mano para que la estrechara. — ¿Hola? —Le pregunté un tanto extrañada alzando una ceja porque no sabía por dónde quería ir. Me dedicó una mirada cargada de coquetería. — Vamos a suponer que no escuché nada de la conversación de tus amigas. Hagamos de cuenta de que me encontré con la mujer más guapa del mundo sola en un bar y digo “oh, dios, estoy de una jodi**da suerte que me la he encontrado sola”, así que vine aquí y lo primero que digo por educación es un “hola.” — ¿Y por educación tendría que aceptar tu compañía el día de hoy? ¿O es por mera cortesía? —Le alcé una ceja respondiendo con la misma coquetería. La música detrás de nosotros sonaba, pero no hacíamos caso ni de la pista de baile, porque en ese momento nues