Capitulo 21

2286 Words
La camioneta blanca se estacionó en el patio de su casa como ya era costumbre desde hace casi un mes. De ella bajó una mujer de piel clara con un uniforme militar, su chaqueta tenía los primeros dos botones sueltos dejando a la vista su pecho con un par de cadenas plateadas y gruesas, su cabello yace recogido en una cola de caballo y sus ojos cubiertos por unas gafas de sol marrones. Minying la veía todos los días, era hermosa e imponente, muy segura de si misma y, por suerte, ella no lo había notado espiando. Héctor no tardó en salir al igual que ella no escondió la sonrisa cálida que curvo sus labios. Héctor le sonrió de vuelta. Hace mucho que Minying no lo ve sonreír a menos que sea con otras personas pero para consigo esas muestras de amabilidad ya no existían. Estaba bien. Se dijeron un par de cosas que debido a la distancia no pudo escuchar; Roxana le arrojó las llaves de la camioneta y ambos intercambiaron lugares entre asentimientos y risas. Al menos uno de los dos ha decidido seguir con su vida y no atascarse. Y eso… estaba bien. Ellos se marcharon y Minying volvió a la cama buscando conciliar el sueño de nuevo ya que sólo se levantaba temprano para ver a Héctor así fuera por ese corto lapso de tiempo. Quiere seguir pero no sabe cómo, entiende que viviendo en la misma casa que Héctor no está ni cerca de ser una solución pero quiere estar seguro de que puede salir por esa puerta sin llorar ni devolverse como un niño pequeño a esa casa donde cada pared guardaba recuerdos de ambos. De todas formas, no es como si tuviera algo allá afuera. Su padre prácticamente había gritado de alegría cuando le dijo que él y Héctor se divorciarían pero la alegría le duró tan poco como cuando quiso explicarle un poco de la situación diciendo que no le importaba en lo absoluto, su madre no fue muy diferente. “aún eres joven, esto pasará”, había dicho minimizando su dolor como si el hecho de que su rostro no fuera amenazado por arrugas de vejez era la excusa perfecta para pasar la página y hacer de cuenta que su amor, ya no es más su amor. Jisung estuvo al pendiente de su herida y venía a cuidarlo haciendo de cuenta que Héctor no existía. Fue su único apoyo pero su hermano debe vivir su propia vida en lugar de estar al lado de su hermano menor. Jisung le había comentado que estaba saliendo con el ex soldado Lee Daniel pero que la relación era un tanto complicada. Minying no quiso presionar a Jisung y aún si quería saber los agobios que abarcaban la tranquilidad de su hermano sabía perfectamente que este no le dirá nada hasta que se decida. En otro lugar... --Jefe ha pasado tiempo ¿Qué haremos?-- --Tranquilo, Damián… hay que darle tiempo al tiempo y ahora que hemos logrado estabilizarnos un poco podremos actuar.--…--Da una larga calada a su tabaco mientras pasa su mano por encima de unos papeles.-- Todo se volvió un completo caos y toda su mercancía había sido descubierta, los puertos aliados al negocio fueron cerrados por motivos de seguridad hasta que la tormenta pasara. Ahora, luego de tres meses la Policía no dejaba de buscarlo hasta por debajo de las piedras pero descuidaron las embarcaciones que han vuelto a llevar su antiguo ritmo, el negocio cobraba vida de nuevo y la economía mejoraba. Pero ya no era libre para hacer lo que quiera ante los medios, su nombre estaba por los suelos al igual que su reputación que se encargó de construir por tantos años. La empresa quedó al mando de los accionistas. Lo único que aún tenía era su negocio ilegal y una sed de venganza que no cesaba ni un poco y sólo podría estar tranquilo cuando viera a Lee Minying muerto; el asesino de su hijo y quien jodio su vida. --Esperaremos su orden.-- --Todo va de nuevo a su lugar como siempre pero hay ciertas cosas que no han vuelto a ser como antes.--…--Alza la cabeza y apoya su espalda del respaldar de su gran silla de cuero negro.--…--¿Cómo va la relación de los Kim?-- --Hace un mes se divorciaron, señor.--…--Dice bajo.-- --Joder, eso ya lo sé.--…--Alza las manos con cansancio.--…--Salió en las noticias, no me jodas, Damián. Lo que quiero saber es, ¿Cómo están? Informaron que Lee ya no forma parte de las fuerzas Armadas pero Sunno dijo que seguían viviendo juntos.--…--Le resultaba muy extraño aquello. Necesitaba tener la certeza de que Minying estaría solo para darle caza pues, había dejado en claro lo que era capaz de hacer y no se arriesgaría a perder más hombres.-- --Ellos no se ven muy unidos, señor. Kim Héctor ha seguido la rutina de siempre, Lee Minying no ha salido de su casa desde hace muchos días.-- --Averigua el horario de Kim Héctor, no podemos toparnos con él en el camino ni en su casa.-- --Sunno dijo que de lunes a viernes llega a la base antes de las siete de la mañana y regresa casi a las nueve de la noche, los fines de semana llega a las nueve de la mañana a la base y regresa antes de media noche.-- Las cejas de Hesung se arquean. --Eso es, me gusta que mis hombres tengan la información que siempre necesito.--…--Sonríe con malicia.--…--Hoy es sábado, lo que significa que Kim llegará tarde hoy.-- --Correcto, señor.-- --Prefecto.--…--La sonrisa no se borra de su boca en ningún momento.-- Ya podía saborear el dulce sabor de la venganza. . . x --¿Duele verdad?-- --¿Mhmm?-- --Sufrir solo.-- El silencio habla por si solo en la habitación. Minying suspira con satisfacción al sentir unos dedos pasearse por la coronilla de su frente con paciencia ¿Desde cuándo no se sentía así de cálido? Tenía la cabeza encima de un pecho amplio. No habían latidos ni ningún movimiento por parte de su cuerpo, tan sólo las caricias robóticas de sus dedos en su rostro. --No me gusta verte sufrir.--…--La voz ronca hizo eco en sus oídos, casi cruda.-- --Fui malo.--…--Es lo único que dice antes de que perdiera por un momento la noción del espacio donde se encontraba acostado y, ahora, ya no estaba acostado sino que estaba sentado en medio de su cama mientras su visitante yace sentado en forma de indio frente a el.-- --No eres malo, cometer errores no te hace alguien malo. ¿Por qué crees que fuiste malo? No eres el único que ha hecho mal aquí ¿Por qué debes suponer que tus pecados son mayores que los de los demás?--…--Si preguntaban donde estaba ahora mismo ya no podría decir con exactitud si era su habitación o algún tipo de cubículo grisáceo, tan sólo se concentraba en la voz grave del hombre. Su cabello era realmente fascinante, demasiado abundante y brilloso.--…--No vuelvas a decir que eres malo porque no lo eres.-- --H-héctor… él, yo no le creí y le fui infiel y…--…--Se sentía sofocado.--…--Tal vez no le amaba lo suficiente y por ello yo…-- Jason acunó el rostro de Minying con sus grandes manos tratando de que respirara con normalidad. --Si tu no lo amabas lo suficiente entonces él tampoco lo hace como para dejarte herido y solo luchado contra veintitrés hombres.--…--Hacen contacto visual Minying hipa de llanto.--…--Ambos han cometido errores pero estaré de tu lado siempre, hagas lo que hagas.-- --Yo realmente creí que Héctor y yo éramos la pareja ideal, como algún tipo de alma gemela o algo de esas estupideces.--…--Suelta una risita que a Jason lo llena de satisfacción.-- --Tu alma gemela era yo. Tu hilo rojo, media naranja, pareja ideal… lo que sea. Pero ya no estoy, lo que no sabía qué teníamos lo rompí antes de empezar.-- --Jason… --Perdóname por haber sido cobarde pero me sentía insuficiente e inservible.--…--Minying no puede apartar sus ojos de los ajenos, eran preciosos y aún si no siente aquellas cosquillas que siente al ver los orbes de Héctor estos igual parecen llegar hasta lo más profundo de su ser.--…--Te conozco y sé lo que has hecho por amor; eres Lee Minying, alguien que sufre de Ligitofobia, odia recibir golpes. Enfrentó su fobia, todos los días cargaba la cara amoratada debido a los golpes, que antes de un enfrentamiento rezaba para regresar a salvo con su esposo. El mismo Minying que enfrentó la furia de su padre cuando se interpuso en su relación con Héctor. Te quedaste en un ambiente lleno de sangre y dolor para estar a la altura de tu esposo y llenarlo de orgullo, ponías la felicidad de tu esposo como prioridad porque significaba la tuya también.-- Minying formó un puchero inconscientemente apretando sus manos con desesperación y negando. Jason agarró sus manos y dio un beso en cada una. --No pude enamorarme de una mejor persona. Antes de dejar de respirar sólo pude recordar tu rostro una y otra vez. Te amo Minying, siempre te amé desde el primer día y toda la eternidad la pasaré amándote. Sé quién eres, y quien quiera juzgarte sin conocerte es de la peor escoria. Preferiría que fueras alguien malo de verdad para no tener que verte llorar todos los días y que te culpes de todo, no todo lo arruinaste tu.-- --¿P-porqué dices todo esto?-- --Porque es lo que alguien enamorado haría. Jamás podría excusar tus errores, ni puedo borrarlos pero estoy aquí siendo el único que ve las dos caras de la moneda; siempre nos juzgan por nuestros errores pero son incapaces de ver los sacrificios que hemos tenido que hacer.-- --Héctor también cambio por mi y... --Minying, mírame.--...--Minying Lo mira con los ojos llenos de lágrimas.--...--Ambos cambiaron por el otro, él no fue el único. Odias matar personas, odias gritar que todo lo que has tenido que hacer es para defender a tu país cuando en realidad lo haces para estar al lado de Héctor, odias las fuerzas armadas.-- Minying abrió la boca para hablar pero Min se adelanta. --Y antes que digas que todo lo hiciste bajo tu propia voluntad déjame recordarte que nunca le pediste a Héctor cambiar contigo. Él lo hizo porque entendió que su comportamiento hacia ti no era sano, tu aspiraste a grandes cosas para estar a la altura de tu esposo y no simplemente ser el pequeño agente que declaró en su contra en una corte. Te dejaste moldear como el mejor militar para demostrarle que no eras débil, ambos cambiaron por el otro, no sólo el coronel Héctor lo hizo.--...--Alargó su mano para dejar su palma encima del pecho del menor.--...--Haces de cuenta que todo está bien pero aquí, muy dentro, te duele el hecho de haber matado por Héctor y que él no lo haya hecho por ti. Te molesta saber que lo amas tanto que darías tu vida por él. ¿Valió la pena que Héctor cambiara por ti si en un ataque de indignación y dolor le serías infiel? ¿Valió la pena convertirte en algo que no querías por Héctor y que él, en un ataque de rabia te abandonara a tu suerte? Ya es suficiente, Minying. Deja de castigarte, deja de sufrir.-- --Ya no soporto esto más, no quiero seguir viendo como mi vida se cae en pedazos.--…--Min deja más besos en las manos regordetas del pelinegro con mucho cuidado, como si estuviera tocando un material valioso y frágil.-- El corto momento ahora presentaba una escena con un Minying acostado y Jason encima, con sus manos a cada lado de la cabeza ajena, el único contacto entre ambos se limitaba al de sus miradas. Después de un silencio pesado Min dijo: --Tu podrías.-- --¿Yo podría?--…--No sabía a que se refería Jason pero sólo fue al principio porque por más ido que parece estar no lo está, parpadea rápidamente.--…--Y-yo podría.--...--Dice seguro.-- --Si, tu podrías.--…--Deja un casto beso en su frente sin querer separarse.-- De repente el menor puede escuchar un sollozo por parte del hombre con cabello y rostro hermoso. --¿Jason?-- --Sal de aquí por favor, debes salir de aquí.--…--Lo abrazó con mucha fuerza. Minying estaba llorando también y ni sabe porqué pero se sentía realmente triste.--…--Ya estoy cansado de verte pasar dolor mi pequeño ángel. Corre, porque al final del día desearas estar muerto.-- Minying despertó con todo el rostro mojado y la cama desordenada en su totalidad. Había tenido un sueño con Jason y por más que trataba de buscar en su memoria algo no hallaba nada ¿Por qué despertó llorando? No cree haber tenido un tipo de pesadilla. Secó sus lágrimas con las sábanas de su cama y reguló su respiración. Los sueños con Mi Jason podrían contarse con los dedos de sus manos pero de todos los que había tenido recordaba un poco, algunos los recordaba en totalidad pero de este no recuerda casi nada… --¿Podría?--…--Se pregunta parpadeando fijando su atención en la puerta que da hacia el baño de su habitación.-- “-si, tu podrías-”. Es lo único que recuerda del sueño y a pesar de haber sido un "simple" sueño, la primera carta de su nefasta entrega fue echada ese medio día.

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