Herido por mi Compañero

Dejando casa

Punto de vista de Tucker

 Como era de esperar, la noticia no fue bien recibida por mi papá. Estaba literalmente temblando de rabia. Era un buen hombre al que le había tocado una mala pareja. Se tomaba muy en serio cuidar de su pareja y su familia. Nos proveía de todo lo que pudiéramos querer o necesitar. No éramos ricos, éramos una manada pequeña, pero él hacía lo posible. Cuando tenía que viajar lejos de la manada por el Alfa, era cuando mi mamá estaba en su peor momento. Era cuando ella bebía y se frustraba por ser solo una hembra Beta, en lugar de ser una Luna.

No podía culparla por querer ser Luna. Su pareja original era un Alfa. Maggie empujó su silla hacia atrás desde la mesa. Podía ver que estaba lista para correr. La miré y le dije:

—Puedes ir a tu habitación y preparar un bolso. Vas a empezar a quedarte en la casa de la manada. No puedo dejarte aquí para que mamá desahogue su ira contigo más tarde.

Maggie se levantó de su silla y se fue corriendo por el pasillo antes de que terminara de hablar. Sabía que nuestra madre no iba a estar de acuerdo, pero tampoco quería quedarse para presenciar la discusión.

—Estoy de acuerdo, Tucker —dijo mi padre, mientras fulminaba con la mirada a mamá —. Así que has estado dañando a nuestros hijos. A nuestros inocentes niños, todos estos años, porque estabas enfadada. Estoy asqueado de lo que has hecho, Cybil. Me he esforzado al máximo por ser el hombre que querías. Somos parejas por el bien de la Diosa. ¿Por qué aún quieres a alguien que nunca te quiso? ¿Por qué mi ser un Beta no es aceptable? ¿Esto realmente tiene que ver con tu pérdida de pareja? ¿O porque perdiste la oportunidad de ser una Luna?

—Nunca entenderás, Keith. Te amo, pero también lo amo a él. No puedo evitarlo. Aún siento algo por él. Cada vez que lo veo en el boletín de los lobos de rango, me duele el corazón. Vine contigo a Silver Stream porque te amo, eres mi pareja. Pero él también lo fue. No puedo apagar lo que siento. No puedo hacerlo parar. Me estás culpando por cosas que están completamente fuera de mi control —le dijo mi madre mientras agarraba su mano, tratando de evitar que se fuera.

—Estás obsesionada, Cybil, eso es lo que estás. Lo que les hiciste fue incorrecto. Condenar a nuestros hijos por existir. Es una locura que incluso lo pienses. Dijiste que él te rechazó, y me dijiste que lo aceptaste. No debería tener ningún poder sobre ti. Podrías haber pedido ayuda para superar esto, pero no lo hiciste. Te negaste a renunciar a él en tu corazón. ¿Cómo crees que me siento por eso? ¿Que lo quieres más a él que a mí? Ni siquiera puedo mirarte. Si quieres irte con él, puedes hacerlo. Solo te pido que me rechaces antes de dejar la manada —le dijo papá.

Puedo decir que aún estaba impactado por nuestro abuso y estaba tratando de corregirlo de la mejor manera posible. No sabía acerca de eso, pero sí sabía acerca del abuso emocional. Ella también lo hacía con él. Era igual de grosera y odiosa con él que con nosotros. Veo nuestra disfunción por todas partes, pero eso no cambiará mis planes.

—Lo siento, dejaré de pensar en él. Quiero quedarme aquí contigo, Keith. Puedo hacerlo mejor —mi madre exclamó e intentó una vez más agarrar la mano de papá.

—Durante los últimos veinticuatro años, me he esforzado al máximo por ser tu pareja perfecta. Tú nunca hiciste algo así por mí. Te quejabas de 'esto de Tanner' o 'aquello de Tanner', siempre dejando tu atención en él. ¿Por qué no puedes amarme y preocuparte por mí, o por nuestros hijos, de la misma manera? No entiendo por qué él aún es tan importante para ti. No tiene sentido. La mayoría de las mujeres que son rechazadas odian al hombre que las rechazó, pero tú no. En tu corazón, él sigue siendo el hombre perfecto. Nunca entenderé por qué eres así. Te di todo, pero así es como me tratas a mí y a nuestros hijos. Algo anda mal en toda esta situación. Las madres no dañan a sus cachorros de esta manera. Voy a ir a pasar la noche en la casa de la manada también. Por favor, prepara tus cosas, sal de nuestra casa y de nuestra manada. Vuelve con tu preciado Tanner, solo recuerda rechazarme antes —le dijo papá mientras se levantaba para preparar su propia bolsa.

Mamá aún estaba impactada por lo que había sucedido aquí esta noche.

—¿Por qué destrozarías nuestra familia de esta manera, Tucker? ¿Por qué le dirías mentiras así a tu padre? Él está dispuesto a dejarme de lado, por tu palabra. Juro que no recuerdo haber hecho nada de eso. Si lo hice, claramente no era yo misma. Lo siento, puedo ser una mejor madre y pareja. Puedo arreglar esto. Por favor, déjame arreglar esto —suplicó mamá mientras se hundía de rodillas en el suelo.

Recuerdo todo el dolor que me causó, todas las palabras duras que me dijo. Lo peor fue cuando me comparaba con personas que ni siquiera conocía. Ahora sé quiénes son. Son los hijos de Tanner. Mamá siempre pensó que eran los hijos perfectos, siempre destacando sus logros. Últimamente, resaltando cómo ahora son Alfas perfectos. Tengo noticias para ella. Nadie es perfecto, todos tenemos defectos. No puedo esperar para contarle a mamá la mejor parte. Espero que papá esté de acuerdo. No quiero haber hecho todo esto en vano.

Pero podría ir en cualquier dirección, ya que mi padre seguía las reglas. No querría que lastimara a una persona inocente. Estoy tratando de no ver los paralelismos entre las acciones de mi madre y las mías. Austin tenía razón. Lo arruiné completamente. Tenía un plan con dos objetivos. Lidiar primero con mi madre y luego castigar a alguien de la familia Wright por todos los abusos que sufrimos. Ahora no puedo solucionar lo que hice. Tomé a Elena, no puedo devolverla a su manada. Me matarían y tengo muchas cosas por las cuales vivir. Simplemente cambiaré mis planes. Mi madre ya está lidiada. Me aseguraré de que se vaya de la manada mañana.

La culpa que sentía disminuyó al saber que no iba a matar a Elena. Llevar a Elena fue un gran error para mí.

 Debería haber pensado esto mejor. Pero arreglaré mis errores y mañana iré a las celdas y la rechazaré. De esa manera, ella ya no sentirá dolor, pero lamento decir que lo sentirá esta noche. No puedo evitar sentirme feliz de que al menos parte de la venganza que siempre quise entregar finalmente esté por llevarse a cabo. Obtuvimos la venganza que necesitaba por nuestro sufrimiento. Siempre me sentí tan débil porque no pude proteger adecuadamente a Maggie cuando éramos pequeños. Sí, sé que era un niño, pero amaba a mi hermana. Hice esto para que ella pudiera seguir con su vida. Para saber que hice lo mejor que pude para reparar lo que mamá nos hizo.

Mi madre me miraba desde el suelo como si quisiera hacerme más daño. Ella sabe que no debe hacer eso porque tendrá guerreros aquí en un instante para lidiar con ella esta noche. Ella puede tener la celda al lado de Elena si quiere. Mi padre volvió a entrar a la habitación con el brazo alrededor de Maggie. Tiene una bolsa de viaje colgada de uno de sus hombros y la mochila de Maggie en el otro hombro. Ella empuja un equipaje con ruedas detrás de ella, pero ya sé que serán sus libros dentro del equipaje con ruedas. Su ropa está en la mochila.

Mi madre grita amenazas mientras abrimos la puerta y salimos de la casa. Para mí, será la última vez que estoy aquí. Hay demasiados malos recuerdos aquí para que vuelva. Creo que papá y Maggie volverán a buscar el resto de su ropa, pero no los veo volviendo a vivir aquí nunca más. Caminamos en silencio mientras nos dirigíamos a la casa de la manada. Cuando nos acercamos a la casa de la manada, mi padre preguntó:

—Tucker, dijiste que tenías buenas noticias. Algo sobre finalmente obtener tu venganza. ¿Qué quisiste decir con eso?

—Toda mi vida he lidiado con no ser lo suficientemente bueno para mamá. Nunca destacé en las cosas que ella pensaba que debería hacerlo. Los hijos de Tanner siempre fueron mejores que yo, en todos los aspectos. No pude atrapar a ninguno de ellos, ni a Gabi y Tanner, pero logré tener en mis manos a su hija. Elena pagará por los pecados de sus padres. Tuve que sufrir siendo un niño inocente. ¿Por qué deberían salir impunes cuando Tanner y Gabi causaron todo esto? Antes de que lo digas, sé que Elena era inocente en esto, al igual que Maggie y yo, pero no puedo permitir que todo lo que pasamos quede impune —le dije a papá.

—Hijo, ella es inocente. Tienes que dejarla ir. No pensaste esto correctamente. Deberías haberte acercado a mí y lo habríamos resuelto con tu madre juntos. La familia de Elena nos castigará a todos cuando la encuentren —me dijo papá.

—Cambié de opinión, papá. No puedo lastimarla físicamente, o yo también lo sentiría. Descubrí que ella es mi pareja cuando la conocí ayer —le dije.

Podía escuchar a papá y a Maggie celebrando que encontrara a mi pareja. Mi padre me abrazaba de felicidad antes de que pudiera detenerlo. Mi hermana estaba sonriendo más grande de lo que la había visto sonreír en años. Sabía que necesitaba corregir lo que ellos pensaban erróneamente.

—Papá, ella es mi verdadera pareja, pero no la aceptaré. No puedo, solo ver a su familia me dolería después de todo por lo que pasé en manos de mamá. Le construiré una pequeña casa a Elena. Incluso puede ayudar a diseñarla. Vivirá su vida aquí pacíficamente, pero nunca se le permitirá partir. Haré de Genesis mi pareja elegida. Seré el Alfa aquí y en la manada Stone Mist. No intentes discutir conmigo. Elena conoce mi nombre, nunca podrá irse —les dije. El resto de nuestra caminata fue en silencio hacia la casa de la manada.

Hice que Austin los llevara a sus habitaciones y luego fui a ducharme. Esta cena duró demasiado esta noche y Genesis está a punto de llegar. Necesitaba prepararme para mi postre.