Herido por mi Compañero

El estrés aumenta

Punto de vista de Gabi

No podía dormir en absoluto, mi mente estaba en todas partes. La preocupación que siento por lo desconocido no me deja descansar. ¿Elena está herida? ¿La están alimentando? Michelle todavía está inconsciente por lo que le inyectaron, y temo lo que Elena podría estar pasando. Me levanté y la mano de Tanner en mi cintura me hizo saber que él también estaba despierto, mientras me apretaba un poco. Volví a la cama, acurrucándome junto a él, mientras él me rodeaba con sus brazos. Necesitaba esto. Necesitaba el consuelo y el amor que solo podía obtener de mi compañero. Su aroma me envuelve y me elevo para darle un beso. Él me conoce tan bien y me está mostrando que está aquí conmigo. Afrontaremos esta situación juntos, pero sabía lo que tenía que hacer.

—Voy a ir al hospital de la manada a quedarme con Michelle. Sé que sus padres no durmieron nada anoche cuidándola. Hay algo en los hospitales que agota tanto. Si no quieren ir a descansar, al menos puedo cuidar de ella para que puedan ir a tomar café o desayunar —le dije a Tanner.

—Eso es una buena idea. Sé que lo apreciarán. Iré a preparar un tablero en la oficina. Estoy seguro de que ninguno de nosotros durmió anoche. Dawson ya se está dirigiendo a su oficina. Tenemos mucho que resolver y poco tiempo para hacerlo. Recuperaremos a nuestra niña, Gabi, te lo prometo —me dijo Tanner mientras me besaba en la frente y ambos nos levantamos para vestirnos. Eran las 5 de la mañana e intentamos quedarnos en la cama para descansar un poco, pero el sueño no llegó. Estaba demasiado preocupada por lo que estaba pasando, por lo que ella estaba enfrentando.

Rezaba para que Michelle hubiera visto algo que pudiera ayudarnos cuando se despertara.

Nos vestimos con la luz del armario y besé a Tanner cuando se bajó del ascensor para ir a la oficina del Alfa. Comencé a correr tan pronto como salí de la casa de la manada y fui corriendo hacia el hospital. Originalmente tenía prisa por llegar, pero luego me detuve frente a su habitación. Ver el dolor en el rostro de sus padres me detuvo en seco. Sé que mi propio dolor se reflejaba en mi rostro, mientras su padre se acercaba a la puerta para abrírmela. Mi corazón sufre por extrañar a Elena y ver a Michelle en este estado hace que mi miedo se intensifique. Nada reparará lo que siento hasta que pueda abrazarla de nuevo y saber que está a salvo.

—Disculpen la interrupción, pero como no pude dormir, me detuve para ver si quieren tomar un breve descanso. Estaría encantada de quedarme con Michelle si quieren ir a casa a descansar, ya que es difícil dormir aquí en el hospital. Han estado aquí toda la noche, así que estoy segura de que están exhaustos. Si quieren tomar una ducha, tomar café o desayunar —les dije.

—Estamos bien con un pequeño descanso, no me importaría estirar las piernas. Hemos estado sentados aquí toda la noche. El médico dijo que le inyectaron algo, pero dijeron que pronto debería pasar. Los análisis no revelaron qué era, ya que la mayor parte ya se había eliminado cuando lo analizaron alrededor de la medianoche. Gabi, lamento mucho lo de Elena. La recuperaremos. Sé que Michelle querrá ayudar en cuanto se despierte. Ella piensa en Elena como su propia hermana. Esto la va a afectar mucho cuando se entere de lo que sucedió —me dijo Crystal.

Luché por evitar que las lágrimas cayeran por mi rostro. Sí, sabía que se amaban como verdaderas hermanas. No quería estar en la habitación cuando Michelle descubriera lo que le pasó a Elena. Ver su dolor, sabía que también aumentaría el mío. No quería añadir más dolor al suyo, pero esperaba que Michelle hubiera visto algo que nos encaminara en la dirección correcta para encontrar a Elena.

Crystal y Julian se fueron a tomar un café y me senté en la silla en la que Crystal había estado cerca de Michelle. Les dije que se tomaran su tiempo y tal vez salieran a dar un paseo afuera para estirar las piernas. Ninguno de nosotros sabía cuánto tiempo estaría inconsciente. Creían que le habían inyectado acónito, pero no estaban cien por ciento seguros. El médico entró para revisarla y mencionó que creía, pero no podía probarlo, que lo que le habían inyectado era una nueva mezcla.

Vi las heridas en sus manos y los moratones en su cuerpo donde la habían golpeado. Michelle había luchado contra sus agresores. Tiene un ojo morado y una mejilla hinchada por recibir golpes muy fuertes. A quien hizo esto no le importó que estuviera peleando contra mujeres jóvenes. Estoy segura de que fue porque las chicas lograron golpearlos algunas veces y el ego de los hombres quedó herido al ser lastimados. Estoy orgullosa de que las dos chicas hayan luchado. A ambas se les enseñó a pelear desde muy pequeñas. Cuando es uno contra uno, tienen mucho éxito en una pelea justa, por lo que sé que un grupo debió haberlas abordado para que terminara así. Siendo chicas, las subestiman todo el tiempo. Eso les ayuda a aprovechar la oportunidad que se les presenta, les permite sorprender a su oponente. Les ayuda, y usualmente ganan la pelea como consecuencia.

Michelle se movió algunas veces como si estuviera teniendo una pesadilla, y ocasionalmente gimió, pero no se despertó. Sus padres me creyeron y salieron a dar un paseo y a comer algo. Los dos volvieron con un café en la mano para quedarse con su hija. Los abracé a ambos antes de dirigirme hacia la puerta.

—Por favor, avísenme cuando ella despierte. Necesito saber si sabe algo sobre quién pudo haberse llevado a Elena —dije, con la voz quebrándose al pronunciar el nombre de mi hija.

No tenía intención de que eso sucediera, pero no pude contener las lágrimas que vinieron con ello. Tuve que excusarme y salir a calmarme. Todo esto me tiene muy alterada e incapaz de concentrarme.

He estado en peleas serias antes. Me han herido al menos cien veces. Puedo decirte ahora mismo que el dolor que sentí por esas heridas no dolía tanto como no saber dónde está mi niña. Ambos asintieron y se comprometieron a comunicarse mentalmente conmigo cuando Michelle despertara. Ellos saben que Tanner y yo amábamos a Michelle como una hija extra. Ella y Elena se parecen mucho. Ambas son chicas bruscas. Les gusta estar cómodas, normalmente vistiendo ropa deportiva en lugar de ropa de diseñadores. Les gusta un evento formal ocasional, ya que ambas estaban emocionadas por ir a buscar vestidos de noche para el baile de primavera.

Ahora deseo haber ido con ellos al centro comercial, pero sabía que Elena planeaba recoger mi regalo de cumpleaños mientras estaba fuera. No hubiera querido que arruinara la sorpresa, así que no me invitó. No hemos tenido problemas o conflictos con ningún otro grupo durante años. No teníamos ni idea de que estaría en peligro cuando abandonó la manada. Regresé a la casa de la manada, caminando lentamente e intentando pensar con claridad. Mi mente es un lío confuso. Necesito detenerme y pensar. Necesito dejar de centrarme en el hecho de que mi hija está desaparecida y tratarlo como una misión. Necesito sacar mis emociones de la ecuación para poder concentrarme, pero no sé si puedo.

Recibí una comunicación mental de Tanner para ir a la oficina. Aumenté mi ritmo y fui a reunirme con él. Puedo ver que la pizarra está en uso y se ha establecido parte de una línea de tiempo. Sabremos más cuando lleguen los discos y podamos ver lo que sucedió en el centro comercial. Dawson y Tanner ya estaban allí temprano, pero todavía no eran las seis de la mañana y el resto del grupo de anoche ya estaba allí. Me acerqué a tomar un café de la barra de café que agregamos hace dos años. Pasamos tanto tiempo aquí en la oficina que tenía sentido. Agradezco cuando el primer sorbo de cafeína me impacta. Lo necesitaba y, ya sea que todo esté en mi cabeza o no, creo que pienso mejor con ese impulso de cafeína.

—Wells y Vera Black estarán aquí en menos de diez minutos. Se detuvieron a recoger los discos de vigilancia del Gerente de Seguridad en el centro comercial de camino aquí. Jason y Liz están con ellos. Dejaron a Carson a cargo de la manada. Él vendrá más tarde después de que prepare a su Beta y Gamma para que se encarguen durante una o dos semanas, ya que no sabemos cuánto tiempo tomará esto. Carson traerá con él a ciento ciencuenta guerreros cuando venga —me dijo Tanner cuando me senté a su lado.

La habitación está extrañamente silenciosa en comparación con lo que suele ser. El silencio solo demuestra lo serio que es esto para todos nosotros.