CAPÍTULO 27

1124 Words
SOPHIE Israel despertó y sigue siendo el mismo, mal humorado y nada educado con todos, bueno con todos menos conmigo y eso me gusta, dijo que intentaría seas agradable, pero solo conmigo y eso me emociona. Él no quiso quedarse en el hospital, por lo que yo tuve que cambiar sus vendas en la casa y pues él había sangrado mucho, pero afortunadamente cuando cambie sus vendas note que se detuvo el sangrado, debió sangrar por el esfuerzo de caminar hasta el auto y luego de subir las escaleras hasta la habitación. Yo no quería dormir con el para no lastimarlo, pero el tenía otros planes y al final después de un delicioso beso me dormí en su pecho. Cuando estaba despertando, estire mi mano como de costumbre y luego la baje, no recordaba que estaba durmiendo con Israel hasta que sentí algo duro y grande en el lugar donde descansa mi mano y luego lo escuche hablar. —¿Te quieres aprovechar de un hombre herido? —me pregunto Israel con una sonrisa risa en el rostro y yo quité mi mano rápidamente y salí de la cama corriendo y casi me caigo. —Ja, ja, ja ten cuidado y ayúdame a llegar al baño, tengo ganas de ir hace mucho y tú no ayudas —Israel —Yo, yo, está bien —nerviosa, me acerque a él y lo ayude a salir de la cama, yo trataba de no ver la gran carpa que se formaba en su bóxer, pero era algo imposible de no ver. Dios sí, ese hombre me llega a hacer el amor de seguro, no camino en una semana o más tiempo, lo dejé en la puerta del baño para qué entrará solo. —¿No quieras ayudarme? —me pregunta el energúmeno con una hermosa sonrisa que derrite a cualquiera, pero no soy tan fácil y él está herido —No, tú puedes solo —respondí molesta —Pero estoy herido y el médico me dijo que no levantara cosas pesadas —juro que en ese momento quería golpearlo —No me importa, yo iré al baño de abajo a bañarme, tú no bajes, te traeré el desayuno —busque mis cosas mientras él reía y luego baje y fui directamente al baño de visitas, tome un baño rápido me cambie, lave mis dientes y fui a la cocina a preparar el desayuno. A Israel le preparé un caldo de pollo. Él no puede comer cosas pesadas, sé que no es un desayuno normalmente, pero si es el de un hombre herido, yo por mi parte me prepare dos sándwiches de pollo y también prepare café y jugo, subí todo en una bandeja y él estaba ya vestido con un short deportivo azul, sin camisa en la cama. —Ya te traje el desayuno —me acerque a él y coloque la bandeja frente a él con cuidado de no lastimarlo. —Yo preferiría algo más de desayuno —Israel con cara pícaro. —Compórtate y desayuna tranquilo, liego debes tomar tu medicamento y yo iré a ver a Ilias —pedí mientras me sentaba en la cama a desayunar a su lado. —No vayas sola. Dame mi celular llamaré a los oficiales —Israel —Puedo ir sola — protesté y él se puso muy serio —No, aún no sé donde está tu tía y menos si su esposo te busca, así que vas con los oficiales o yo me levanto de esta cama y voy contigo —Sentenció Israel —Está bien, toma el celular, pero no salgas de esa cama, yo iré a ver como está Ilias y volveré —resignada, le entrego el celular y mientras el habla por teléfono, yo desayuno y al finalizar busco lo que necesito para volver a cambiar sus vendas. Cuando terminó la llamada y de desayunar yo limpie su herida y cambié las vendas que ya había manchado, supongo que por el esfuerzo en el baño y para cambiarse, luego le di su mediación y retire la bandeja con los platos sucios. —Ya los guardias están afuera —me informa Israel —Bien, volveré en 30 minutos —salí de la habitación y camine a la cocina, después de lavar los platos tome el contenedor que había preparado para llevarle el desayuno a. Ilias y salí de la casa. Afuera me tomé con uno de los guardias y este simplemente me saludo con un pequeño movimiento de cabeza y yo comencé mi camino a casa de Ilias. Los dos guardias me seguía ni muy lejos ni muy cerca, mantenían una distancia prudente, cuando llegue a casa de Ilias había otro dos guardias ahí, los salude y entre a la casa. Ilias discutía con la enfermera que no quería comer esa comida sin sabor ni sales y estaba muy molesto, yo le di su desayuno y hable con la enfermera para que le tuviera paciencia y es que ella quería renunciar y yo no puedo estar cuidando a dos enfermos. En eso se parecen Ilias e Israel, ambos son pésimos pacientes y muy mal enfermos, no si de por sí el carácter de Israel es malo, no me quiero ni imaginar como se va a poner con el paso de los días. Dios ayuda has que estos hombres entiendan que debe cuidarse. Durante el desayuno, Ilias me preguntó pro Israel y le dije que estaba trabajando y que tenía mucho trabajo porque muchos de sus oficiales están suspendidos, por eso no podrá venir a verlo, pero que pronto iría a verlo. No sé cuando Israel piensa contarle lo que paso, pero yo no soy quién para decirle eso, además está lastimado y también necesita reposo y si se entera seguro querrá correr a ver a Israel, lo cual no es bueno. En cuanto Ilias termino de desayunar, yo me despedí y regrese con Israel, seguida por los guardias, cuando llegue me enoje con él, pues, estaba afuera fumando. —Oye tú deberías estar en la cama —le hablé molesta —Solo me quedaré en la cama si tú estás conmigo en ella —Israel —Dios, dame paciencia para no matarlo, vamos a la habitación —le ordené muy molesta que demonios le pasa —La mejor propuesta que has hecho desde que te conozco —el muy idiota con una gran sonrisa —Deja de ser tan descarado y vamos —lo ayude a entrar y luego a subir las escaleras, por supuesto su herida sangro de nuevo y es obvio que no deje de decirle que debe cuidarse, pero eso es como hablar con la pared no hace caso, así que al final tome un libro y me acosté a su lado.
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