CAPÍTULO 20

1070 Words
SOPHIE Desperté creyendo que Israel estaría a mi lado, pero para mi sorpresa no estaba, me levante decepcionada, porque él no estaba a mi lado, pero dormí muy bien. Salí de la cama, tomé una ducha y me arregle para el colegio, cuando baje me llevé la sorpresa que Israel ordenó desayuno de un buen restaurante. —Ayer olvidé comprar el mercado, así que por hoy deberás comer lo que pedí, al mediodía traerán la despensa, ve a clases y pórtate bien garrapata, no le des mucha lata a mis hombres —es lo que decía la nota junto a mi desayuno, yo no pude evitar sonreír Aunque no prometo que no le daré lata a sus hombres, porque hoy iré de cualquier manera a esa exposición de ciencias, y para eso debo escaparme de esos hombres, lo siento por Israel porque él me ha ayudado mucho, pero no voy a permitir que él al igual que mi tía me tengan encerrada en las cuatro paredes de su casa. Después de desayunar, los oficiales me llevaron a la escuela, al llegar seme ocurrió un plan para salir antes de clases y encontrarme con Martín en el lugar de la exposición. Así los hombres de Israel no se darán cuenta cuando me vaya, porque ellos están atentos a la hora de la salida y al salir antes que todos ni se enterarán, hasta que sea demasiado tarde. En clases le dije a Martín que si iría con él, pero que yo debía irme antes y que necesitaba su ayuda para eso, él me dijo que contaba con él y luego seguimos nuestras clases con normalidad. A mitad de la última clase fingí sentirme mal y Martín se ofreció a llevarme a la enfermería, la profesora no le vio el problema y así salimos de clases, fuimos a la enfermería donde conseguí el pase de salida y luego me despedí de Martín y le dije que lo vería en 30 minutos. Cuando salí lo hice por la puerta del frente, pues como lo supuse, los oficiales estaban en la patrulla distraído, hablando entre ellos y comiendo. Corrí lejos de la escuela y luego tome un taxi hasta el lugar de la exposición y unos minutos después llego Martín. —¿Lista para ver los mejores inventos? —preguntó Martín con una gran sonrisa —Sí, estoy lista —respondí y juntos entramos El lugar para mí es el paraíso, los más grandes avances tecnológicos y más mentes más brillantes están aquí, lástima que no pude acudir antes a lugares y eventos de este tipo. Pero sé qué podre convencer a Israel que me deje venir a estos eventos, así sea vigilada por sus hombres, pero ya no quiero vivir encerrada, tal vez el tío Ilias me ayude, hoy saldrá del hospital y le pediré que me ayude a convencer a su sobrino. Martín se mostró caballeroso y muy amable, me explicó todo lo que no entendía, uno a uno fuimos viendo los invento y escuchando a sus creadores explicando el proceso de cada uno, el lugar estaba repleto y la estaba pasando tan bien que perdí la noción del tiempo. Recordé el tiempo que ha pasado cuando me encontré con los ojos azules del Dr. Demian Evans —Dr. Evans, ¿que hace aquí? —pregunte sorprendida —Eso mismo me pregunto yo, supongo que si mi tablita estuviera aquí me diría que te ayudará, así que mejor vayámonos, Santana te busca y está muy molesto porque escapaste —me informa el doctor Evans —¿Él lo envió a buscarme? — pregunté nerviosa —No, el vino a buscarte y Simón y yo vinimos a acompañarlo, si no quieres que él te haga pasar la vergüenza de tu vida, ven conmigo, aunque me gustaría ver a Santana fuera de control, eso ayudaría mucho con su análisis —responde Evans —¿Cuál análisis? —pregunte extrañada —Eso no importa, ¿vienes o te arriesgas a que él te encuentre? —preguntó Demian —Voy con usted, ese energúmeno enojado no razona —respondí y él sonrió levemente Salimos por la puerta trasera y tomamos un taxi, él me contó sobre su rara relación con su esposa y su amor prohibido, pero para él y su esposa no hay reglas y se aman a pesar de ser medios hermanos, además tienen un hijo, ya nada los podrá separar. Él me preguntó sobre Israel, pero le dije que lo conozco hace muy poco, así que no hay mucho que contarle, solo le dije que es un energúmeno la mayoría de las veces, pero que es un buen hombre, él simplemente asintió y el taxi me dejo en cada de Israel, de verdad espero que no esté muy enojado conmigo. Mientras esperaba que él llegara a la casa, decidí prepararle algo rico de cenar, pues tal vez así no me mate, cuando la cena estuvo lista escuche un auto estacionarse y escuche como cerraron la puerta del auto con fuerza. —Dios, que por favor no me mate —Supliqué en vos alta. Cuando lo vi entrar con esa mirada llena de rabia y odio, creí que me asfixiaría con sus manos cuando se acercó, pero no fue así. Sus brazos sí me rodearon, pero fue para abrazarme, yo no sabía qué demonios estaba pasando, simplemente me dejé envolver por sus fuertes y cálidos brazos y también lo abracé con fuerza, no quería que dejara de abrazarme. De repente sentí dos nalgadas en mi trasero y me queje, lo miré a los ojos muy enojada y él simplemente sonrió. —Eso es pro desobedecer, el esposo de tu tía salió libre hoy, así que debes andar con cuidado —me informa —No soy tu hija para que me estés dando nalgadas cada que te desobedezca y ¿por qué ese infeliz salió libre? —Hable molesta —Tu tía tienen buenos contactos, pero tranquila, eso no loes durará mucho —me informa Israel y luego comienza a caminar hasta la puerta de la casa —Mi tío nos espera en su casa para cenar, camina — me informa desde la puerta y yo vi la cena que prepare para él, sobre la mesa. —¿Podemos llevarla?, no quiero que se desperdicie —pregunte y él simplemente volvió a entrar y me ayudo a guardarla toda para llevarla a casa de Ilias.
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