Marian... Por la mañana despierto asustada, sin saber donde estoy, pero comienzo a recordarlo todo, lo veo a mi lado aun durmiendo placenteramente. Sebastián esta a lado de mi cama, jamás lo había visto dormir, parece un niño pequeño con su mano cubriendo su mejilla, me levanto para estirar un poco mi cuerpo, me siento algo adolorida, pero por primera vez en mucho tiempo siento que soy libre, libre de ataduras, sé que aún estoy legalmente casada con Drako, pero espero que termine por fastidiarse de mí, al final él ya tiene a una amante, no comprendo por qué sigue aferrado a la idea de tenerme a su lado. - ¿Así que te gusta despertar temprano? Lo veo y sus ojos ya están abiertos de par en par, Sebastián es muy apuesto incluso cuando despierta. - Pero que apuesto joven, no inventes yo d