—¿Que? no entiendo lo que dice, no conozco a esa Chima, así que está equivocado respecto a mi descendencia —No lo creo, tu aura es fuerte, rebosa de tu cuerpo, no eres tan simple como dices —Me importa un carajo lo que usted crea, deje a Andrews en paz y nos podremos ir, así usted puede seguir buscando a su dichosa niña perdida —¡Eres tú! ¡debes ser tú! eres igual a ella, en carácter y esos ojos nunca podré olvidarlo, uno tan basto como el mar y el otro tan verde como las praderas, era lo más hermoso que existía —¡No sé de quién habla! para el mundo entero esto es raro — dije señalando mis ojos — así que por favor déjanos seguir nuestro camino —Un momento de locura paso por los ojos de ese hombre, sin embargo, no me causaba miedo, sabía que no me dañaría, no podía decir lo mismo co