MARIANA —Mariana aguarda, —el chamán le cerró el paso a Mariana y se convirtió en humano. —No podemos entrar al pueblo en nuestra poderosa forma y desnudos menos. —No lo había considerado, es que es muy emocionante, correr tan rápido, al tiempo que huelo tantas cosas y miro tan perfecto en la oscuridad. —Mariana se detuvo alzando la cabeza, oliendo el aire que le llevaba aromas de los árboles y de las cocinas del pueblo. —Tampoco había reflexionado en la forma de que no tengo idea de cómo destransformarme y de que deje mi ropa tirada en donde partimos. —Lo de la ropa, yo sí lo noté, por eso la empaque en mi mochila en la que guardo la mía. Si necesitas una, asegúrate de que sea anatómica para tu forma felina. —El chamán Chancó le enseñó una bolsa de tela con dos correas para amarrarse,