MARIANA —La noche es oscura, mi capitán, las nubes visten el cielo y como una cortina ocultan a la luna. —Soldado, no es un buen momento para que salgas con tus poemas. —Mi coronel, es la mejor manera para evidenciar que los helicópteros no llegaran debido a este clima. —Lo sé, por eso estoy considerando entregar a esta mujer—. El coronel apretó el fusil y observó como las antorchas aumentaban. —Eso sí que no, mi coronel, recuerde que esa criminal, fue la que secuestro a diez de nuestros compañeros y a todos los ejecutó sin tenerles consideración ni piedad—, el soldado pisó duro el suelo haciendo que sonara como un tambor. —También es la culpable del asesinato de otros compañeros. Se valió del encanto femenino de ella y de sus ayudantes para engatusar a algunos reclutas y los ahogaba