ATRACCIÓN.

1849 Words
El disgusto en los ojos de Aixhad, era muy notable al grado de no fingir su malhumor. Se vio obligado a mostrar el mejor semblante posible. Se inclinó levemente ante Juno, presentándose formalmente. Noa vio la escena algo extraña, pero conociendo la afilada lengua de su hermano, no le sorprendería que hubiera gato encerrado. Ambos, se miraron con fiereza, casi mostrando los colmillos. Por más que lo pensó, le desagradaba la idea de ver a Noa, cerca de un hombre tan arrogante y prepotente. Noa merecía ser feliz. Todos los hombres en el salón, estarían encantados y enamorados de su hermano, pero, se cuestionó si verdaderamente un hombre como él duque, podría llegar a ver en Noa algo más que un matrimonio ventajoso. Incluso sabiendo que el duque Barac, era la mejor opción para sus intereses, siguió sintiéndose culpable, pues, Noa, estaba dispuesto a pagar cualquier precio siempre y cuando se alejaran de Rayan. Si su hermano, llegara a tener una vida desdichada al lado de este hombre, la única persona culpable sería él. El rostro, casi frívolo de Noa, lo obligó a ser gentil con el hombre. —¡Es un gusto conocerlo su alteza! La voz de un hombre interrumpió la concentración de ambos, pidió un baile con Noa, a lo cual con mucha elegancia acepto. Como si no fuera suficiente, ahora estaba junto a Aixhad sin nadie que se interpusiera. Suspiro y comenzó la discusión que ambos tenían pendiente. —¡Jamás pensé que su alteza fuera alguien distinguido, pero, usted ha sobrepasado mi intelecto!—Dijo sin mirarlo, aparentando una conversación civilizada. Aixhad arqueo sus cejas algo sorprendido por las palabras del mocoso. —¡Nada que ver! Es usted quien me ha sorprendido, pasar de ladrón a noble es un mérito más sorprendente.—Especifico con indulgencia mientras sonrió a media luna. —¡Puta!—dijo Juno, entre susurros nada disimulados. —Creo que esas fueron sus palabras ¿O me equivoco? ¡Un puto ladrón! Cualquiera diría que no son palabras para un caballero. Aixhad, sonrió con descaro, no suponía tener que soportar al mocoso descarado. —Eres molesto.—Expreso con disgusto, mientras sobó el puente de su nariz. —¡No espero una disculpa de su parte, pero al menos, espero que todo este problema se quede entre nosotros!—Expreso, Juno, mirándolo esta vez fijamente a los ojos. Odia al sujeto, pero no podía permitir que este asunto saliera a la luz, si Rayan se diera por enterado, esto solo dificultaría aún más su vida. Juno, estaba algo distraído pensando en cómo debería solucionar este problema, incluso ignoro la pesada mirada que alfa tiro sobre él. ¿Un Omega? Cuestiono Aixhad, analizando a Juno, ciertamente su físico representa al Omega, pero en específico, este Omega era, algo diferente… Un cabello marrón oscuro, piel pálida y pómulos rosados, unos bellos y grandes ojos azules que revoloteaban cada vez que pestañeaba, cuerpo delgado y bien proporcionó con curvas definidas. Unas manos delgadas, pero hermosas. El Omega, sostenía su cabeza algo agachada, mostrando un poco su nuca. Sí, era un Omega atrayente, su olor era bastante agradable a tal grado de hacerle sentirse molesto. Cuando el Omega levantó su rostro dándose cuenta de que era observado con diligencia. Este lo miro, mientras pestañeo agrandando aún más sus bellos ojos. Un color rosado se posó en sus mejillas y en los nudillos de sus manos. Sin darse cuenta, Aixhad estaba desprendiendo feromonas. No era como si pudiera controlar sus instintos más básicos. —¡Oye! Idiota, no hagas eso.—Cuando reaccionó, se vio a sí mismo, siendo observado con extrañeza por los presentes. Impregnar con feromonas sin su consentimiento era algo mal visto. Suspiro controlando sus feromonas. Casi molesto por lo que estaba pasando, Juno quiso irse para evitar seguir siendo observado por los presentes, pero le fue imposible. ¿Acaso se estaba volviendo loco? Más que avergonzado, estaba ligeramente excitado. El aroma de este idiota era demasiado para él. Sentía que si daba un solo paso hacia delante, empezaría a soltar feromonas. Algo extremadamente, resbaladizo goteaba en su trasero, ¿Esto es normal? Se dijo tratando de justificar su comportamiento vergonzoso. Era tan exquisito, un aroma fuerte y abrumador, este hombre… Lo hizo un desastre, Juno, deseaba más, más de ese aroma embriagador. ¡No compórtate! ¿Cómo puedes hacerme esto cuerpo idiota? Después de la vergüenza, empezó a sentir terror, esto ya era el colmo. Primero las feromonas de su hermano, después las del alfa que intento marcarlo y ahora este hombre. Ciertamente, había escuchado que un Omega puede llegar a tener más de un alfa compatible con él, pero esta información no era de mucha ayuda. Solo lo hacía sentir como… ¡Una puta! Un aroma aún más amenazante apareció desde atrás, no se giró, pero sabía de quién se trataba, era Rayan. Este se acercó con una sonrisa desagradablemente encantadora, impregnándolo con sus feromonas, mientras lo observó con ojos fríos. Claramente, no parecía muy feliz de verlo cohibirse con otras feromonas alfas. Su cuerpo se tensó, estaba cansado de sentirse abrumado todo el tiempo, deseaba un poco de paz, odiaba que las feromonas de Rayan lo hiciera sentirse tan tranquilo y que a veces incluso su cuerpo deseara obedecerlo. ¿Cuándo terminaría esta tortura? Estando un poco más calmado, levantó la mirada con fiereza, tenía un deseo suicida de golpear en la cara a Aixhad por haberlo impregnado con su olor. Se dedicó a ver cómo Rayan y Aixhad, hablaban entre ellos, ciertamente, eran amigos. Por lo que escucho, ambos se conocían desde muy jóvenes. Estaba pensando en cómo alejarse de ellos cuando una mano alcanzó la suya. Miro al sujeto algo confuso. Solo para ver a un bello alfa, sujetar sus nudillos y pedir bailar siguiente pieza con él. —¡Prometo que me lave las manos!—espetó Logan, con una sonrisa encantadora. No le costó mucho entender sus palabras, pues en el jardín, el mismo le había pedido que no lo tocará con las manos que habían tocado a otro hombre. Sonrió y con gusto encaminaron a su baile. —¿En serio te lavaste las manos? Pregunto mientras alineaban sus manos. —¡Por su puesto!—Espetó entrelazando sus manos en la cadera de Juno. Mientras la velada avanzo, Juno fue presentado a varios alfas, los cuales eran aburridos y dependiente de emociones, con el único que pudo entablar una conversación agradable fue con Logan, y las pocas veces que se involucraba en otras conversaciones terminaba ensañado con Aixhad. Fue una noche, difícil al llegar a la mansión, subió sin ningún disimulo, se duchó tratando de desprender el aroma almizclado a varios alfas. A pesar de los inconvenientes, claramente la velada fue todo un éxito, Noa, logro despertar el interés de más de cuatro nobles con un rango mayor al suyo. Pero en especial, Noa paresia encantado con Aixhad. Esto lo molesto mucho. No quería aceptar, que ciertamente su cuerpo se sintió atraído por ese hombre, incluso solo recordar su aroma lo hizo estremecerse, sintiéndose algo húmedo en sus pantalones. ¿Cómo podría apoyar esa relación? Cuando su cuerpo reaccionaba de tal manera tan bochornosa. ¿Tal vez se debía a su reciente celo? O ¿tal vez era una mezcla de sentimientos encontrados entre el odio que sentía por ese hombre? Suspiro por qué incluso las excusas más relevantes parecían contradecir a su m*****o que deseaba sentir placer con solo recordar ese aroma a puro alfa. Nunca en su vida, había masturbado una parte masculina, pero sentía que debía hacerlo o no lograría dormir en toda lo que quedaba de la noche. Con vergüenza a sí mismo, se acostó en la cama bajando sus pantalones, esa pequeña, pero dura polla, estaba palpitando, tocó la punta con extrañeza, viendo el pre semen que se desbordaba. Ciertamente, estaba demasiado excitado. Se cubrió con la sábana, por qué sintió que si seguía viéndolo tan fijamente terminaría creciéndole una segunda cabeza. Con calma empezó a mover su mano de arriba a abajo, al principio se sentía extraño, tal vez incluso indiferente al placer, pero de un momento a otro su cuerpo empezó a estremecerse y temblar sin detenerse, deseaba seguir sintiendo ese éxtasis, por más que intento controlar sus feromonas no pudo, cuando sintió algo caliente y viscoso en sus manos, se dio por enterado que se había corrido. Pero no fue como él esperaba, algo no era suficiente. ¿Tal vez, era por ser un Omega? Su agujero se cerró en nada, estaba tan vació que sentía que moriría, necesitaba algo grueso y grande en él. Más que excitación, se sintió extraño y asustado, todo esto era nuevo para él y sinceramente, no poder controlar su lívido ya de por sí era un problema, ahora si su cuerpo se convencía de que masturbarse no era suficiente, empezaría a buscar algo más intenso. ¿Eso en qué lo convertía? ¿En un Omega o en una puta? No sabía, pero la atracción que su cuerpo demostraba por su hermano era preocupante, al grado de incluso molesto. Con tantas cosas en mente, se dio una ducha para luego dormirse, por la mañana siguiente, se levantó con la típica alarma. Le pareció extraño que la sirvienta, que normalmente suele levantarlo, no había hecho su trabajo. Se lavó el rostro y bajo en pijama, algo adormilado. Bajo las escaleras y fue directo a la cocina. Se sirvió un vaso de agua y tomo puesto en la isla de la cocina. Unos minutos después Noa, bajo tomando puesto así lado. Según la sirvienta, Rayan les ordenó dejarlos descansar, pues, la noche anterior fue bastante cansada. —¡Joven Juno! Tiene visitas.—comunico el mayordomo. Tanto Noa, como Juno, se miraron fijamente. ¿Qué estaba pasando? Era imposible que Juno, fuera el primero en recibir un pretendiente¿Cierto? —¿Quién es?—Preguntaron los dos en unísono. —¡Es un mensaje del palacio!—Espetó el mayordomo. Ambos suspiraron aliviados, en especial Juno. Su estómago está hecho un nudo, no tenía deseo alguno de soportar a un hombre. Pero pensándolo mejor, ¿Por qué había un mensaje del palacio preguntando por él? —¡Su majestad, la reina, lo invita a tomar el té en palacio!—Comunico el mensajero. El rostro de Juno se fijó seriamente en Noa, ¿Por qué? Si había alguien quien debería ser invitado a pasar una velada con la reina, debería de haber Sido Noa, el Omega considerado el diamante en bruto. Claramente, no podría negarse a dicha petición. Como acompañante, Noa también fue en con él. Esto era algo, de lo cual que no estaba seguro si era para mal o para bien, si esto se llegara a saber, los rumores sobre el favoritismo de la reina hacia Juno, podría complicar sus planes de no obtener pretendientes, pues todos querrán comprometerse con alguien que tenga el favor de la reina. Debido a esto, decidió llevar como acompañante a Noa, si él estaba presente, todos los rumores caerán en él. CONTINUARA…
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