Lucia. —LIIIII. —nos giramos y vienen unos nenes corriendo con los brazos estirados. —¡Eh amigo!. —los reconozco cuando están cerca por la cantidad de ropa que tienen, son los primos de Likan, se dan la mano y Li los abraza—. Estas re grande. —Mamá dice que soy igual a papá y que voy a ser igual de grande que él. —Pues parece que sí. —me giro y veo venir a los tíos de Likan y sí que es grande el tío, siempre que lo veo quedo sorprendida donde es un mastodonte. —Hola Li. —se da un abrazo con el tío y Melissa me saluda con un abrazo también. —¿Cómo estás, hermosa?. —¿Bien y tu?. —Dios que su abrazo lo siento como si fuera de mi mamá. —Bien gracias a Dios ¿Se enteraron de la nevada?. —Si. —no me suelta me sigue abrazando, no como antes, pero me envuelve de la cintura—. Veníamos a com