Natalie, alterada por la confusión, miraba a Tobias. "¿Quién va a dominar las llamas en mí si te vas así?", dijo Tobias en tono apasionado y apretando los dientes. Sin embargo, Natalie sentía que la cabeza le iba a estallar. Fue entonces que se dio cuenta de que el cuerpo del hombre estaba ardiendo y su respiración era irregular. Ella ya conocía esa emoción en él, por haberlo experimentado antes, así que sabía lo que quería expresar su cuerpo. "¡Dijiste que no me tocarías!", exclamó Natalie en forma apresurada. ¿Cómo podía él ahora retractarse de sus propias palabras, después de haberle prometido mantenerse distante? "¡Te prometí que no te tocaría, pero no dije que no iría a responder cuando te arrojaras sobre mí!", al decir esto algo inquietante nubló la mirada de